Marisol
El primer amor real del poeta se llamó Teresa León Bettiens, quien fue coronada Reina de la Primavera en Temuco, en 1920. Terusa o Marisol es, según el propio poeta, "el idilio de la provincia encantada con inmensas estrellas nocturnas y ojos oscuros como el cielo mojado de Temuco". Los veraneos en Puerto Saavedra, el comienzo de un romance en el biógrafo de Temuco y el amor imposible nacido del rechazo de la familia de ella hacia un joven sin futuro, además de la distancia que los separó cuando Neruda se fue a vivir a Santiago, inspiraron varios de los "Veinte poemas de amor y una canción desesperada".
Marisombra
Albertina Rosa Azócar Soto, Marisombra o "Niña Netocha" "es la estudiante de la capital. Boina gris, ojos suavísimos, el constante olor a madreselva del errante amor estudiantil, el sosiego físico de los apasionados encuentros en los escondrijos de la urbe", la recordaría el poeta. La segunda musa de los "Veinte poemas de amor" apareció en la vida del poeta cuando ambos estudiaban su primer año de francés en el Instituto Pedagógico Alameda. De familia numerosa, Albertina era hermana del poeta Rubén Azócar, quien se convertiría en uno de los mejores amigos de Neruda.
"Niña morena y frágil"
La tercera inspiradora de los "Veinte poemas..." se llamó María Parodi. “Puerto Saavedra tenía olor a ola marina y a madreselva. Detrás de cada casa había jardines con glorietas y enredaderas que perfumaban la soledad de aquellos días transparentes. Allí también me sorprendieron los ojos negros y repentinos de María Parodi. Cambiábamos papelitos muy doblados para que desaparecieran en la mano. Más tarde escribí para ella el número 19 de mis ‘Veinte poemas”, dijo Neruda en una entrevista en 1969.
Maligna
“Oh, Maligna, ya habrás hallado la carta, ya habrás llorado de furia…’’, escribió Neruda en su "Tango del viudo", en alusión a la joven birmana que el poeta conoció en Rangún, su primer consulado, a los 23 años. Mujer de furiosos celos, Josie Bliss, "su nombre de calle" según el poeta, era una nativa que obligó a Neruda a escapar de Birmania en 1928, luego de varias escenas enfermizas que incluyeron persecuciones con cuchillo. "De no ser por eso tal vez yo hubiera continuado indefinidamente con ella”, aseguró Neruda en sus memorias.
Maruca o La Carabinera
Corría el año 1930, cuando Neruda llegó hasta Batavia (Java) como cónsul, sin conocer el idioma. Ahí conoció a "una criolla, vale decir holandesa con unas gotas de sangre malaya (…) Mujer alta y suave, extraña totalmente al mundo de las artes y las letras’’. María Antonieta Hagenaar Vogelzanz, alias Maruca, se convirtió en la intérprete del poeta y en su primera esposa. Ambos volvieron a Chile en 1932, donde las amistades de Neruda recibieron a Hagenaar de manera fría. Tanto así, que la apodaron "La Carabinera".
Estando en el consulado de Barcelona, en 1932, Maruca y Pablo viajan hasta Madrid para recibir a la primera y única hija del poeta: Malva Marina.
Rápidamente, Neruda comenzaría a distanciarse de su esposa e hija, entregándose a la vida bohemia madrileña junto a sus amigos Federico García Lorca, Rafael Alberti y Miguel Hernández. Es en este círculo que conoce a su siguiente esposa, la argentina Delia del Carril.