noticia del divorcio entre ella y Sarkozy, Cécilia y Richard, finalmente se casaron en una fastuosa ceremonia en Nueva York.
Pero mucho antes de eso, el hecho de que Cécilia acompañara a su segundo esposo en la campaña de 2006 sólo confirmó la polémica vida política de Sarkozy.
Delfín de Jacques Chirac, en 1995 ambos tuvieron su primer distanciamiento cuando el entonces alcalde resolvió apoyar a otro candidato a las presidenciales, cuestión que Chirac, candidato a la reelección, consideró una traición.
El tiempo pasó y el pequeño francés asumió como ministro y desde ahí pavimentó su camino hasta conseguir desplazar a Chirac y ser nominado por la Unión por un Movimiento Popular para las elecciones presidenciales de abril de 2007.
Tras ganar en segunda vuelta, Nicolas juró, a mediados de mayo, como Presidente acompañado de la bella y elegante Cécilia, quien adelantaba que no cumpliría con el papel de Primera Dama.
Esa quizás fue la segunda señal de advertencia que envió en orden a que las cosas no andaban bien y nadie logró leer; la primera había sido no concurrir a votar en el balotaje.
Por eso la sorpresa cuando el Palacio del Eliseo anunció formalmente, el 18 de octubre, el divorcio de la pareja y la partida de Cécilia. Tres días más tarde ella aseguró que “no resistió más”, que separarse era un “acto de honestidad” que evitó la hipocresía y que su decisión implicaba reestablecer su verdad.
Sarkozy pareció desolado, pero no abandonó su estilo. Fue capaz de calificar de “estúpida” una entrevista que su “imbécil” jefe de prensa había concertado para la televisión y en donde se le preguntó por su separación. Todo esto mientras abandonaba furioso el set.