Mantuvo sus viajes costosos a bordo de jet privados que sus amigos empresarios le facilitan, al igual que los cruceros, pese a las críticas y volvió a utilizar su lengua mordaz cuando un transeúnte se negó a darle la mano en una feria. El “lárgate, pobre imbécil”, fue registrado por una indiscreta cámara.
¿Será la tensión del funesto 38% de apoyo lo que tiene al Presidente soltando frases como esas? De cualquier forma, desde diciembre del año pasado que ya tiene con quién desahogarse y la elegida es la ex modelo y cantante italiana Carla Bruni, con la que se casó el 2 de febrero pasado, y con quien exhibe su amor ante los ojos de un pueblo cansado de este nuevo estilo donde más importa que ella use zapatos planos y él plataformas para compensar la notoria diferencia de alturas.
En un intento de mejorar su imagen, “Sarkochic” quiso mostrar lo mejor de sí en el reciente
viaje que hizo a Inglaterra, junto a la bella Primera Dama.
Si hasta aprendió inglés para impresionar a las autoridades inglesas, llevado por su deseo de construir una “nueva fraternidad franco-británica”.
Pero lo cierto es que las portadas de su esposa desnuda en los tabloides ingleses no lo ayudaron mucho, y sólo alimentaron la idea de que el “Sarkoshow” tiene para rato.
Mientras, su ex, Cécilia le ha deseado suerte en su nuevo matrimonio. Aunque reiteró que mientras estuvo casada -los últimos años, parece- sentía que vivía en un teatro, dijo que "nadie puede juzgar a nadie, las decisiones de los demás tienen que ser respetadas" en abierta alusión a su partida y al repentino enlace de Sarkozy con Bruni.