En Chile

Domingo, 24 de Octubre de 1993:

Michael Jackson: Calculadamente espectacular
 
El artista ofreció anoche uno de los mejores conciertos que se hayan presentado en nuestro país.  
 
Estaba todo previsto. La explosión de júbilo que se apoderó de un Estadio Nacional repleto cuando, a las 21:05 horas, la música ambiente y las luces se fueron a negro. Hubo una ovación de histeria cuando en las pantallas gigantes de cuarzo líquido instaladas a ambos costados del escenario comenzó la proyección del clip de apertura del "Dangerous World Tour'', al son de "Carmina Burana''.

Después de un par de minutos, el indiscutido rey del pop, fue eyectado de la parte baja del escenario en medio de cascadas de fuegos artificiales.

Y es que Michael Jackson, que duda cabe, anoche ofreció uno de los mejores espectáculos que hayan llegado hasta nuestro país. Porque en cada detalle, en cada uno de sus desplazamientos, quedó claro un profesionalismo de primer nivel. Los efectos visuales, la coordinación coreográfica y la sincronización de luces y un audio nítido y perfecto en todo momento mantuvieron un control absoluto. El público, más de 60 mil personas, estuvo durante toda la jornada con las ganas al tope.

Todo comenzó con "Jam'', uno de los singles de su último disco "Dangerous''. Eso después que Jackson, vestido como siempre con su militar traje negro con ribetes dorados dejara su inmovilidad inicial para comenzar el espectáculo. Para abrir el delirio con sus movimientos estudiados durante años.

El repertorio siguió con "Wanna be startin' somethin''', luego de que el artista tomara un breve y silencioso descanso. Una pausa que se repitió durante todo el show y que, la verdad, en ningún momento enfrío los ánimos del público. A esas alturas todo estaba claro. Su actuación, orientada indudablemente más al pop que al rock, fue una demostración de lujo de lo que se puede conseguir con un despliegue técnico y visual de gran factura.

Porque lo que hace Michael Jackson sobre el escenario no cabe sólo dentro de los parámetros musicales. Por supuesto que no. Este es un espectáculo integral, donde la espectacular forma domina al fondo.

Por eso cuando "Smooth criminal'', otro de sus hits, fue antecedido con una espectacular demostración de baile. Por eso sus agentes de seguridad permitieron que subiera una efusiva joven al escenario y abrazara y besara en la boca al cantante con toda libertad. Por eso, el artista representaba con cierta credibilidad el papel de hombre emocionado hasta las lágrimas durante algunos pasajes de su concierto.

"Thriller'' y "Billie Jean'' fueron los momentos más altos de la noche.

Caminando para atrás, jugueteando con las luces, Michael Jackson hizo gala de sus mejores cualidades escénicas. Pero los minutos pasaban y llegó el turno de "Black and white'', que fue adornado con un potente riff rockero y con "Heal the world'', acompañado de una veintena de niños chilenos, su himno pacifista por excelencia, Jackson dejó el escenario después de repetir en un castellano agitado: "Los quiero mucho''.

Su despedida fue con "Man in the mirror'', una canción que se fue alargando y alargando mientras el cantante presentaba a cada uno de los miembros de su banda, coro y bailarines. Una vez más, la única frase que repitió al público fue: "Los quiero, los quiero''.

Lo dijimos al comienzo. Estaba todo previsto.

 

Volver

Terminos y condiciones