Catalina Villegas, la viuda más joven que dejó la tragedia:

“Me siento orgullosa de haber soportado todo esto sola”

Al principio me costó mucho la pérdida de Mauricio, porque quedaron muchas cosas inconclusas como matrimonio y como familia.

Me acuerdo perfectamente de los últimos momentos que vivimos juntos. El 23 de mayo salimos a comer, y el 24 a comprarle su regalo porque el 31 estaba de cumpleaños. Le regalé una maleta para su viaje y el día del accidente le quería dar una corbata que le había gustado, pero algo me hizo no comprársela.

Yo no me imaginaba nunca no tener a Mauricio a mi lado. Es más, si no hubiese estado nuestra hija Paz, no tendría las fuerzas para levantarme. Ella ha sido una fortaleza, una terapia tremenda en esto. Agradezco que la Paz sea mi paz.

Estos días (aniversario de la muerte) me duelen mucho más que haber pasado el primer cumpleaños y las fiestas de fin de año. Los cumpleaños o las fiestas, siempre estaban, pero ahora estoy recordando una fecha que quedó marcada, que cambió tu vida y que ésta no estaba cuando tu naciste.

La mayor enseñanza que me dejó Mauricio es saber que uno puede hacer las cosas, yo me sentía muy protegida por él, y no me daba cuenta de que era capaz de lograrlas.

Un ejemplo claro, son los miedos. Yo soy súper temerosa a la oscuridad y cada vez que sentíamos un ruido, Mauricio me decía: "Anda a ver, y yo te voy a estar mirando. Camina por el pasillo, pero no prendas la luz porque yo te estoy mirando".

Cuando lo hacía, era un temor impresionante, pero me atrevía porque él me estaba mirando. Y este camino también ha sido oscuro, y he podido lograrlo sólo porque sé que me está guiando, que me está cuidando y que el miedo se pierde cuando tienes que demostrarle a tu hija que éste no existe.



Los demás siempre te dicen: Dios sabe por qué hace las cosas, pero a pesar de que yo todavía no entiendo por qué lo hizo, no me cuestiono eso, sé que el mayor apoyo en esto ha sido la fe, y lo único que he entendido es que el Señor me dio a una persona maravillosa, que cumplió lo que tenía que hacer, y se fue.

No me imaginé que iba a ser capaz de soportar esto sola. La verdad es que me siento orgullosa de poder lograrlo. Sé que me quedan un montón de cosas más por delante, pero tengo el pecho hinchado de que a pesar de todo, sí soy capaz sin él.

Lo único que quiero es poder cumplir los sueños que algún día tuvimos como pareja, y lo más importante, es seguir viendo a la Paz feliz, como él siempre lo quiso.

Capitán
Mauricio Fuenzalida