En el primer Dakar que se corrió en Chile y Argentina sólo dos chilenos en auto llegaron a la meta final: Eliseo Salazar (88) y Luis Eguiguren(89).
Eliseo no volvió a correr, pero el segundo, después de un año de ausencia, vuelve a la pista. Es que no soportó ver el paso de los vehículos desde la tribuna.
“No sé por qué no participé en la anterior edición, pero me arrepiento; Cuando miré pasar la caravana en Copiapó me sentí pésimo. Mientras tenga ganas uno no puede dejar que el Dakar pase por la puerta de tu casa”, se resigna.
Y no sólo el record de llegar al último día en 2009 tiene este empresario. También se atrevió a correr la prueba en motos cuando ésta se desarrollaba en África. Fue en 2002 y por un desafío que involucraba en ese entonces a Carlo de Gavardo. “Fui a ese Dakar porque dijeron que Carlo por correrlo era superman; yo dije que era “superbueno” no más”.

En aquella oportunidad no pudo terminar la carrera, porque un duro accidente en la novena etapa se lo impidió. A pesar de esto no se amilana y el temor no corre por sus venas. “Uno tiene que tener respeto, no temor. Si corro con temor me va a ir mal, sí con precaución. En las partes rápidas jamás paso de los 140. A 170 no sería capaz de dominar el auto”.
Eguiguren en esta oportunidad va con su hijo como navegante, algo que a él le da más seguridad a la hora de ir a la carrera.