Analizamos nombre por nombre los méritos y los posibles puntos débiles con que cada artista llega a Viña. ¿Conviene agendarse y verlo, o es mejor pasearse por otros canales? ¿Cómo les irá con el Monstruo? Ve aquí nuestro veredicto. / Por Sebastián Cerda.
Morrissey
24 de febrero
Por qué verlo: Porque su presencia en Viña es, en todo sentido, excepcional. Si ya es llamativo pensar en Morrissey en Chile, imaginar a alguien de su perfil en el Festival era verdaderamente una locura. Pero no, ahí estará, para dejar en claro el otro rasgo de esa excepcionalidad: Tener en la Quinta Vergara a un artista como el británico, un auténtico ícono del pop contemporáneo, es en definitiva un lujo.
Por qué hacer zapping: Porque el público festivalero también tiene sus tendencias. Le gusta la canción de moda, los ídolos románticos, la pachanga y el verso sobre cuán increíble es Viña. Morrissey, definitivamente, no ofrecerá nada de eso.
Pronóstico: Dan lo mismo los trofeos. Da lo mismo si las fanáticas de Adamo se van antes de tiempo y dejan la galería a medio llenar. La presencia de Morrrissey amplía el rango y expande las fronteras del Festival como muy pocos lo han hecho antes. Y eso vale más que cualquier antorcha o gaviota.