Paris Hilton quiso intentar apartarse de su abolengo familiar, para construir su propio imperio de popularidad a punta de escándalos y situaciones controvertidas. Sin embargo, como protagonista de su propio video titulado “Una noche en Paris” -donde exhibió tórridas escenas de sexo con su ex novio Rick Salomon- superó con creces la popularidad que había alcanzado como empresaria, escritora, actriz y cantante.
Como si fuera poco, pese a que el video fue rodado en una estética casera, la cinta obtuvo tres premios dentro de la industria pornográfica como la más vendida, arrendada y con mayor campaña de marketing.
Aunque la chica manifestó sentir vergüenza y humillación, el video la convirtió en 2003 en la más polémica y, por lo mismo, en la más solicitada según los 68 millones de entradas de los buscadores Googles, luego de numerosas portadas de revistas donde posó mostrando su esplendorosa sensualidad.
Su provocación le ha dado un puesto importante a los lentes y flashes de los papparazis que se han mantenido ocupados capturando imágenes desde que la heredera millonaria resolvió convertirse en el centro de atención del mundo.
El tiempo se le hizo poco y en 2005, cuando por fin logró acaparar, la mirada de los críticos del cine, debutando en la película “La casa de cera”. La verdad es que protagonizó un papel donde despierta el máximo morbo por el contenido sexual de la historia, especialmente en la escena del streeptease. Además, fue nominado a los premios Razzie como la peor actriz de reparto y su glamour fue objeto de parodias en programas como “South Park”.
Sin dudar en mostrar su lado sexy, causó nuevamente otro revuelo cuando apareció en un anuncio televisivo que provocó total escándalo en la recatada sociedad americana y que, más tarde, dio la vuelta al mundo. Fue la campaña de la cadena de hamburguesas norteamericana Car´s Jr quien la contrató, en 2005, como modelo publicitaria para lanzar su nuevo producto.
En su spot, Paris llevaba un diminuto traje de baño y mientras lavaba un auto se escuchaba el tema musical “I love Paris”, luego le daba un tremendo bocado a una hamburguesa y aparecía un lema que decía “eso es caliente”. Las asociaciones más conservadoras no dudaron en tachar al comercial de pornográfico.
La fama por sus escándalos también ha sido atribuida a que a la sexual chica
se le ha retratado en fiestas con unas copas demás y en enredos amorosos en bares y discotecas hollywoodenses.
