Gobierno

    Desde el principio, Pinochet manifestó que las Fuerzas Armadas habían asumido el gobierno para devolver a Chile su sistema democrático; pero antes debía lograrse la recuperación integral del país mediante la aplicación de planes económicos, sociales, políticos que la nación necesitaba.

    Por esta razón, el Presidente de la Junta postuló privilegiar el cumplimiento de metas por sobre los plazos.

    En los primeros meses de gestión, Pinochet reiteró que el mandato de los militares no constituiría una transición momentánea entre dos gobiernos políticos, sino que sería iniciador de un gran movimiento cívico militar absoluto y permanente que mantendría una buena administración del Estado.

    Insistió en afirmar que las FF.AA. no estaban preparadas para gobernar y que debieron asumir la tarea a raíz del caos imperante. Gustavo Leigh.

    El itinerario de la nueva institucionalidad chilena fue dado a conocer por Pinochet en julio de 1977, en una alocución que se recuerda como el "Discurso de Chacarillas" y que estableció los parámetros de la nueva democracia.

    Quiebre de la Junta

    En 1978, la Junta sufrió su primer quiebre con la salida del general del aire Gustavo Leigh, quien desde un comienzo tuvo roces con Pinochet. Ese año, el país comenzó a conocer las discrepancias entre ambos uniformados respecto del retorno a la democracia y del cronograma institucional.

    Una entrevista otorgada por el comandante en jefe de la FACh al periódico italiano "Corriere della Sera", fue repudiada por el gabinete. Después de reuniones en La Moneda y en el Ministerio de Defensa, la Junta declaró que Leigh estaba imposibilitado para ejercer sus funciones, por lo que fue reemplazado por el general Fernando Matthei. La decisión provocó la renuncia de todo el alto mando institucional.

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