1967, se abren las puertas
Un tipo con cara de ángel y de maldito al mismo tiempo en primer plano. Tres hombres hacia el fondo, envueltos en tinieblas, y un nombre enigmático que invita a abrir y a entrar: Las Puertas. Ésa es la carátula que un día de 1967, hace cuarenta años, apareció en las tiendas de discos de EE.UU. de parte de un nuevo grupo californiano. Eran Jim Morrison (voz), Robbie Krieger (guitarra), Ray Manzarek (teclados) y John Densmore (batería). Se llamaban The Doors, y si muy pocos habían oido de ellos hasta entonces, el grupo daría mucho que hablar y que escuchar en sus siguientes cuatro años de vertiginosa existencia.
En 1971 Jim Morrison pasó a engrosar la lista de los muertos más jóvenes, bellos y famosos de la enciclopedia del rock junto a otros salvajes de su tiempo como Jimi Hendrix, Brian Jones y Janis Joplin. Pero para entonces su banda ya había quedado en la historia de esos legendarios grupos de fines de los '60, una época en la que al mismo tiempo los Beatles, los Rolling Stones, los Who y los propios Doors, entre otros, ocupaban la cúspide del universo del rock. Y en gran parte ese debut del '67 contribuyó a fijar el legado de Morrison y los suyos, con canciones como "Light my fire", "Break on through" y "The end".
El aniversario es recordado hoy con
The very best of The Doors, un disco de grandes éxitos del grupo. No es el único compilado en la historia de la banda, pero en esta ocasión el cuidado de la antología fue entregado al sello estadounidense Rhino, experto en tal clase de recopilaciones. Los tres Doors sobrevivientes, Robbie Krieger, Ray Manzarek y el John Densmore, se reunieron además para remezclar nuevamente las canciones en conjunto con el técnico de sonido original del grupo, Bruce Botnick. El disco está disponible en dos versiones, una edición simple de veinte canciones y una doble con 34.
La selección incluye éxitos como "Break on through", " Light my fire ", "Love me two times", "Hello I love you", "People are strange", "Riders on the storm", "L.A. woman", " When the music's over" y "The end". Y los propios compañeros de Jim Morrison han invocado su memoria con motivo de este disco. "A Jim todo esto le hubiera encantado. Él quería ser grande, como los Beatles, quería que The Doors fuera el grupo más importante, y en nuestra época en realidad no lo fuimos. Éramos más como una banda 'underground', una especie de fenómeno. Así que todo esto le alucinaría", ha dicho Robbie Krieger. "Queremos que todos nuestros fans, tanto los nuevos como los antiguos, escuchen lo que hemos descubierto escuchando las grabaciones", se suma Ray Manzarek. "Hay coros de Jim, partes de piano mías, guitarras de Robbie que no se pudieron apreciar en las grabaciones originales. Invitamos a los fans a que nos acompañen en esta recreación de las legendarias sesiones de The Doors".