Espina estuvo en Platense antes de arribar a Deportes Copiapó.
Twitter @ClubDCopiapo
SANTIAGO.- El 12 de noviembre de 2004, bajo una torrencial lluvia, un pequeño niño de 8 años llamado
Santiago se mostraba nervioso al borde de la cancha del estadio Monumental. Impresionado, miraba a su lado. No lo podía creer: A cinco minutos del final del encuentro entre Colo Colo y Platense de Argentina ingresaba al campo de juego para participar de la despedida de su padre,
Marcelo Espina, ex capitán e ídolo albo.
Todo era soñado. Santiago entraba en reemplazo de
Marcelo Barticciotto, otro ex referente de club, y además marcaba un gol, el último de la jornada que terminó 6-1 a favor del conjunto nacional.
Desde ese entonces han pasado 14 años. Hoy, aquel niño ya es un joven de 22 y, tras seguir los pasos de futbolísticos de su papá, llegó a Chile para convertirse en delantero de un club de Primera B: Deportes Copiapó. "Hice inferiores en la UC"
Santiago nació en Chile y dejó nuestro país en 2008, cuando a su padre, actual comentarista deportivo de ESPN, lo contrataron para dirigir a Platense, luego de pasar por la banca de Colo Colo, Everton y Unión Española.
"En Chile hice inferiores en Universidad Católica", recuerda a Emol el joven atacante, quien asegura que no tiene inconvenientes de jugar en San Carlos de Apoquindo e incluso en Universidad de Chile, pese a la identificación de su padre con el Cacique.
"Jugaría en la U o en Católica. Siempre que tenga la posibilidad de ir a un club grande no la voy a desperdiciar. Son oportunidades únicas, sea acá, en Europa o en Argentina", sostiene la nueva incorporación del "León de Atacama".
Esto lo revela porque más allá del orgullo que le produce todos los logros de su padre con el cuadro de Macul, afirma que "quiero construir mi propia historia".
"Mi papá hizo su propia carrera, pero él es otra persona, yo voy hacer la mía. Y de ahora en adelante pase lo que pase no modifica lo que haya hecho él", recalca.
"Me vuelve loco Messi"
Tras dejar Chile, llegó a Platense y luego se probó en San Lorenzo de Almagro. En el "Ciclón" jugó en la quinta categoría (17 años), pero la competencia era excesiva y, sin espacio, retornó al club de la provincia de Buenos Aires.
Ahora el atacante, quien tiene como ídolos a Luis Suárez y Edinson Cavani, espera consagrarse como titular en el conjunto nortino. "Mi posición requiere que haga goles, así que mi meta es ayudar al equipo con esa cuota goleadora que suelo tener".
Con doble nacionalidad, Espina sueña en grande. Dada su condición, el futbolista puede jugar tanto en la selección chilena, como en la transandina. Pero por sentimientos, no tiene dudas: "Me tira más Argentina para poder estar al lado de Messi. Me vuelve loco Messi".
Hoy, Espina está a la espera que se concrete la llegada del CTI (Certificado de Transferencia Internacional) para así poder ser considerado por el técnico Erwin Durán y debutar en el duelo de este domingo frente a Puerto Montt, por la cuarta fecha del campeonato de la Primera B.
