Hace semanas se viene diciendo que Arturo Vidal podría dejar el Barcelona. Incluso el chileno demandó al club por bonos impagos. Sin embargo, en cancha sigue rindiendo. El fin de semana pasado le anotó al Espanyol y este jueves salió de titular ante el Atlético de Madrid por las semis de la Supercopa de España. Su equipo perdió increíblemente 3-2, pero el ex Juventus y Bayern Munich jugó un partidazo.
Tras un inicio parejo, el Barça tomó el mando del encuentro. Los dirigidos por Ernesto Valverde movían la pelota con paciencia y precisión buscando romper el granítico bloque defensivo del Atlético. Lionel Messi estaba eléctrico, Jordi Alba volaba por la izquierda y Vidal aparecía por todos lados. El "Rey" mostró un increíble despliegue. En una jugada estaba pinchando una pelota en el medio y en la otra rompiendo líneas en ataque. Hasta reclamó un penal cuando lo bajaron en un córner. No se cobró.
Solo la brillantez de Jan Oblak mantuvo el cero.El arquero rojiblanco estuvo notable ante Messi y Antoine Griezmann. Neto, en cambio, era casi un espectador más. Salvo un tiro libre de Héctor Herrera, su portería no corrió peligro en la primera mitad. El Atlético estaba encajonado.
Sin embargo, al inicio del segundo tiempo los rojiblancos darían la sorpresa. A los 20 segundos, y tras un genial pase de Ángel Correa, el recién ingresado Koke abría la cuenta.
El golpe enfureció a los catalanes. Adelantaron las líneas e intensificaron su ataque. No demoraron en encontrar premio. Vidal centró desde la derecha y Luis Suárez se la bajó de pecho a Messi. El argentino, en una baldosa, se sacó dos rivales de encima y puso el empate en los 50'.
La misma "Pulga" anotaría el segundo nueve minutos después, pero entraría en escena uno de los grandes protagonistas de la noche: el VAR. Tras revisar en el sistema de video-arbitraje, el referí vio que el argentino había acomodado la pelota con el hombro.
El conjunto culé la embocaría nuevamente. Jordi Alba salió disparado por la izquierda y Oblak alcanzó a desviar el cabezazo de Suárez, pero nada pudo hacer para que Antoine Griezmann diera el pase a la red.
El Barcelona era amo y señor del partido ante un Atlético dormido. Machacaba y machacaba. Luego de un pase de Vidal, Gerard Piqué anotó el tercero. Era todo alegría hasta que el VAR dictaminó que el formado en Colo Colo estaba adelantado por centímetros. Minutos antes, el "Rey" sufrió un duro planchazo de Saúl y otra vez no se sancionó penal. Después, vio una amarilla por una zancadilla a Vitolo.
El fútbol es la dinámica de lo impensado. Los blaugranas pagaron carísimo dos errores. Primero, perdieron la pelota en la salida y la jugada acabó en un penal que Álvaro Morata cambió por gol a los 80'. Luego, falló Piqué, al que antes le habían perdonado una mano en el área, y Ángel Correa sentenció el partido a los 86'. Sin hacer mucho, los de Diego Simeone se meten en la final contra el Real Madrid. El polémico encuentro, seguramente, se seguirá jugando en los micrófonos.