El 11 de marzo del año pasado Leyla Musalem tocaba la gloria. La chilena hacía historia y alcanzaba el número uno del mundo en el tenis senior. Su nombre quedaba grabado en los grandes registros dorados del deporte.
Desde aquel entonces ha pasado un año y medio y
hoy la nacional ocupa el segundo sitial de la clasificación planetaria en la categoría mayores de 70 años. Pero piensa en recuperar la cima.
Volver a llegar a lo más alto no será una tarea sencilla. Al igual que miles de deportistas, Leyla ha sentido el impacto de estar confinada por un largo tiempo. En su caso, dice, los efectos se notan aún más a sus 71 años.
"Fueron casi seis meses muy difíciles, aunque siempre he sido muy positiva. Hace unas semanas que ya puedo entrenar y no he parado desde ese día. Eso sí, el tema físico se nota, es terrible", cuenta a Emol.
"Es como si pesara más de 100 kilos, me cuesta moverme. Es terrible"
Leyla Musalem
"Yo me mantengo siempre muy delgada, pero
es como si pesara 100 kilos. Me está costando mucho moverme, a pesar de mis años soy muy ágil, pero me ha costado mucho la movilidad.
Es muy terrible, es como si alguien me agarrara y no me dejara correr ni mover las piernas. Es algo que da rabia, pero hay que entenderlo si estuve seis meses sin pisar una cancha. Se pierden muchas cosas que sólo se van a ir ganando con el tiempo", detalla.
- ¿Cómo fue todo este tiempo de encierro?
"Difícil. Siempre traté de hacer algo, de lo contrario no estaría en pie. La bicicleta era algo de todos los días, lo mismo ejercicios con elásticos, con pesas. Siempre en movimiento, cuando nos daban permiso salía a caminar 2 o 3 horas, aunque nada reemplaza al tenis".
- ¿Tuvo momentos muy complicados?
"A veces no era fácil levantarme y subirme a la bicicleta, me costaba. A veces me levantaba y me dolía todo, es normal a mi edad, pero cuando ya me ponía a pedalear la energía llegaba sola. Nunca me deprimí, siempre fui positiva, aunque el encierro igual pasaba la cuenta".
- ¿Y cómo fue el regreso a la canchas después de tanto tiempo?
"Siempre estuve preparándome para estar lista cuando nos permitieran entrenar. Lo que hice me dio una plataforma para poder estar en pie ahora al volver a la cancha. Necesitaré de meses para volver al máximo nivel, pero volver a moverme, estar al aire libre, es algo que se agradece".
Leyla trabaja para volver a lo más alto.
Volver al número uno, una promesa
Hoy el ranking senior está congelado y Leyla es número dos del mundo. La australiana Kerry Ballard es la líder y el objetivo a alcanzar. Y la chilena tiene claro que lo logrará.
"Antes de los 75 voy a volver al 1 del mundo, lo aseguro"
La tenista de 71 años
"
Antes de cumplir los 75 años voy a volver al número uno, lo aseguro, ahora hay que seguir trabajando. Vamos a ver cuándo es el siguiente Mundial, ahora estoy a full para estar lista en el momento que sea, lo más seguro el próximo año", lanza.
El circuito está detenido en todo el mundo y eso le da tranquilidad a la tenista nacional para trabajar en su puesta a punta luego de seis meses sin actividad en una cancha.
"Hoy está todo cancelado a nivel mundial, yo tendría que haber viajado a Palmas de Mallorca ahora en septiembre a jugar un Mundial, pero claramente se canceló. Yo quería volver al número uno en ese torneo, pero esto lo impidió. Es parejo para todos, así que sólo resta seguir preparándose para cuando vuelvan los torneos", dice.
Y a la espera de que la normalidad vuelva en los próximos meses, Leyla disfruta de su familia. "Aparte de entrenar dos o tres horas diarias, juego tenis con mis nueve nietos, les juego a todos. Aprovecho el tiempo con mis hijos, me gusta mucho leer y en este tiempo le he dado bastante al Netflix. No soy de mucha vida social, soy bien tranquila por eso la pandemia no golpeó tanto mi estilo de vida. Me encanta el tiempo de silencio y las charlas con amigas".
No sabe cuándo volverá a un certamen, ni si será en Chile o en otra parte del mundo. Pero donde sea, el sueño es el mismo: Seguir compitiendo a alto nivel como lo ha hecho toda su carrera y si se puede volver a conquistar el número uno del mundo.
