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Pudo ir a Colo Colo, idolatra a Riquelme y casi se retira... Quién es Carlos Palacios, la joya de Unión que brilla en el Torneo

El hábil puntero sueña con jugar en Boca Juniors y con que Reinaldo Rueda lo llame a la selección.

16 de Septiembre de 2020 | 10:47 | Redactado por Felipe Santibáñez, Emol
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Photosport
Carlos Palacios es, sin duda, una de las apariciones más emocionantes del fútbol chileno en los últimos meses. Se mueve con un desparpajo impropio de un futbolista de 20 años. Vuela como flecha por las orillas y siempre quiere tener la pelota bajo la suela. Pisarla y encarar, como si las canchas profesionales fuesen una extensión de la niñez.

Con Unión Española en estos momentos da pelea por el campeonato. Su buen nivel no pasa desapercibido en el extranjero. Recientemente en Inglaterra un artículo del sitio Wordfootballindex lo llamó "el chico maravilla" del Torneo Nacional y afirmó que varios cazatalentos de Europa lo tienen en la mira.


"De chico jugaba al medio y me comparaban con Juan Román Riquelme por los pases, por cómo usaba los brazos. Aparte de Román me gusta mucho Messi, Kevin De Bruyne, podría nombrar muchos jugadores. Ahora último, como juego de extremo, he estado mirando a Neymar, trato de mirar a Alexis, jugadores que cumplen con esa posición para ver sus movimientos e ir aprendiendo", le cuenta a Emol.

La historia de Palacios tiene como punto de origen la población Huamachuco de Renca. Se curtió en canchas de tierra con la camiseta del club José Cardan. Allí aprendió las mañas y una viveza que a ratos parece perdida en el fútbol moderno. Desde chico lo mandaban a jugar con las más grandes. Se ríe al recordar un clásico de barrio: "Lo más anecdótico fue un gol olímpico. Era tan chico, a diferencia a los demás, que no me podía la pelota. Pasó por debajo de todos y el que estaba en el palo saltó".
Se notaba que era bueno. Estando en la escuela de fútbol Chacabuco fue a jugar un torneo al estadio Monumental y en Colo Colo lo quisieron dejar. Finalmente no resultó porque su entrenador no estaba muy convencido y con 12 años llegó a Unión Española.
Palacios sigue viviendo donde mismo, rodeado de sus afectos. Viene de una familia humilde que siempre apostó porque se convirtiera en futbolista profesional. Su hermana, pese a tener un niño recién nacido y varias preocupaciones, vivía pendiente de que no le faltara nada. Esa contención, dice el jugador, fue clave para no ser devorado por la parte más oscura del barrio.

"Andaba haciendo cosas que no debería, es verdad. No pensaba tanto en el fútbol, pero a la larga yo sabía que ese camino no me iba a llevar a nada. Fui aprendiendo. Tuve la fortaleza de creer. Mi mamá todos los días me iba a buscar al colegio y me llevaba el almuerzo que me comía en la micro antes de los entrenamientos", apunta.

En Unión destacó rápido. Ganaba partidos jugando solo. Sin embargo, dicen en el club, tenía tendencia a "amurrarse" de vez en cuando. Vivió una prueba de fuego a los 15 años. Pensó en retirarse.

"A los quince años me tocó un profe que no le agradaba mi estilo de juego y fue un momento en que pensé en dejar de jugar o quería jugar solo en el barrio. Creo que ahí fue importante el apoyo de mi familia. Ellos me ayudaron a estar tranquilo. A veces me citaban, pero no me vestía o me quedaba en la banca, muchas veces ni siquiera me citaban. Creo que me hizo ser fuerte de mente. Aprendí a controlar los impulsos de niño que uno tiene", comenta.
Al primer equipo lo subió Martín Palermo. No olvida que lo mandó a la cancha en un partido con la U y que lo llenó de confianza. Sin embargo, cuando comenzaba a despuntar arribó Fernando Díaz y fue desterrado al banco de suplentes.

Hoy lo llevan con calma. Ronald Fuentes le dice que todavía le queda mucho por conseguir y sus compañeros lo arropan.
"Es cierto que he recibido elogios, pero lo tomo con la tranquilidad de siempre. Sé que en algún momento los elogios no van a estar, que me van a criticar y tengo que estar preparado. Si no te nublas, puedes lograr muchas más cosas. A cualquier jugador le gustaría estar en el extranjero, pero eso lo ve mi representante y yo prefiero no preguntar. Tengo la meta de ganar algo con Unión y convertirme en un jugador importante. Todos los días me entreno de la mejor manera para ir mejorando alguna falencia técnica o táctica", le cuenta a Emol.

Palacios tiene dos grandes sueños: que lo llamen a la selección y, algún día, jugar en Boca Juniors como su ídolo Riquelme. Sin embargo, pone el freno. El tiempo le ha enseñado que todo a su debido momento.
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