Instagram @coteperezdearce
"Ella no te puede ganar porque es mujer". María José Pérez recuerda esa frase. Se la escuchó al papá de uno de sus contrincantes antes de una carrera. No respondió.
Pérez de Arce actualmente tiene 17 años y un palmarés contundente a nivel nacional e internacional. En 2017 se convirtió en la mujer más rápida del mundo en categoría junior y en 2019 obtuvo el mismo reconocimiento. Recientemente, fue la única mujer sudamericana seleccionada para competir en los FIA Motosport Games de Francia, los "Juegos Olímpicos" del automovilismo.
El evento se realizará en Francia el próximo año y congregará a distintas disciplinas del mundo motor. Pérez de Arce correrá en un monoplaza de Fórmula 4 y competirá contra hombres, como ha sido siempre. Nunca una chilena había logrado algo así.
Su vida va rápido. Pero en medio del ajetreo hace una pausa. A veces recuerda las palabras que escuchaba de los padres de sus compañeros a un costado de la pista.
"Esos comentarios me hicieron más fuerte mentalmente. Nunca me desmotivé. Más que desmotivarse o responder, es demostrarlo en la pista. No hay nada que responder, en la pista se ve el talento que tiene cada uno. Callé muchas bocas sin decir nada", le dice a Emol.
Esto una pasión heredada. Su padre, Patricio Pérez de Arce, es preparador de autos de competición desde hace 30 años. Siempre estuvo rodeada de motores, de preguntas sobre mecánica, del ruido de las carreras.
Anduvo en moto de cuatro ruedas y a los once años le regalaron un karting. Sus papás no quisieron antes porque "era un poco loca".
"Cuando yo partí corriendo fue difícil para los demás competidores, porque yo llegué y al principio me costó un poquito. Tenía que aprender dónde tomar una curva, dónde acelerar, dónde frenar, los límites de la pista. Pero fue rápido. Entonces hubo comentarios. 'Ella no te va a ganar, nunca va a ser una preocupación para ti, porque es mujer, no tiene las mismas capacidades que tú'", recuerda.
A los pocos meses, ya había ganado carreras. Pero los comentarios no desaparecían.
"Los papás hacían comentarios de que no era posible que yo anduviera adelante porque era mujer, que no existía eso, que en ninguna parte del mundo había una mujer anduviera tan bien arriba de un auto", afirma.
Hace poco se creó la categoría femenina en Chile. Fue idea de María José Pérez de Arce y de su papá. Afirma que hay mujeres interesadas, pero que les daba miedo arrancar. "Hay pilotos envidiosos que te tocan cuando una va rápido. Te chocan en la pista con la intención de sacarte", apunta. Ella no se sumó a esa categoría porque considera que tiene una ventaja deportiva.
La joven piensa que ha tenido un ascenso meteórico. Ya se acostumbró a estar constantemente de viaje y ha perdido amistades por falta de tiempo. Pero dice que los autos, los fierros, le enseñaron que hay mucho que escapa de su control.
"Cote" entrena en Lampa Kart Center y hace trabajo físico específico en la Clínica Raquis. Actualmente se encuentra buscando auspicios para seguir con su carrera. Su gran anhelo es coronarse en la W-Series, la Fórmula 1 para mujeres.