Imane Khelif con la bandera de su país.
EFE
La boxeadora del escándalo en estos Juegos Olímpicos, Imane Khelif, se quedó con la medalla de oro en París 2024. Este viernes, la argelina enfrentó a la china Yang Liu en la final de la categoría -66 kilos y se impuso por decisión unánime.
Khelif marcó el ritmo en los dos primeros rounds y conectó los mejores golpes, exhibiendo mucha precisión y buen juego de pies. En el último asalto, entendiendo que tenía la ventaja, se dedicó a mantener la distancia y a contragolpear cuando podía.
Confirmado el triunfo, la africana levantó la mano de su contrincante y luego bailó en el medio del ring.
Khelif ha sido, sin ninguna duda, una de las protagonistas de estos Juegos Olímpicos. La polémica estalló luego su triunfo frente a Angela Carini. Ese combate duró apenas 46 segundos, la italiana abandonó entre lágrimas y argumentando que nunca le habían pegado tan fuerte.
La pelea hizo reflotar una controversia del 2023. El año pasado, la argelina llegó a la final del Mundial amateur, pero la Asociación Internacional de boxeo (IBA) la descalificó luego de que le hicieran un test bioquímico que mostraba altos niveles de testosterona. La taiwanesa Lin Yu-ting, quien ya aseguró medalla en París 2024, también fue descalificada en ese Mundial.
Se generó un enorme revuelo. Se dijo que Khelif era una persona transgénero (no hay pruebas de ello), algunas voces pidieron su descalificación y hubo fuertes ataques en redes sociales. La boxeadora en un momento no pudo contener las lágrimas y pidió respeto. El Comité Olímpico Internacional (COI) la defendió y aseguró que cumplía con todos los requisitos para estar en la cita de los cinco anillos.
Pero la IBA siguió disparando. Ayer Ioannis Filippatos -expresidente del comité médico del organismo- dijo: "El resultado médico, el resultado de la sangre, parece, según el laboratorio, que estas boxeadoras (Imane Khelif y Lin Yu-ting) son hombres".
El presidente del COI, Thomas Bach, reiteró su apoyo a las cuestionados púgiles antes de las peleas de este viernes: "¿Cuál era la alternativa? ¿Excluir a dos mujeres de una competición de mujeres por unas alegaciones inciertas? Hasta 1999 tuvimos test de género y la ciencia nos dijo que no son fiables, que no funcionan y que además pueden ser contrarios a los derechos humanos por invasivos. Nuestra decisión es clara: las mujeres tienen derecho a competir en competiciones de mujeres. Y son dos mujeres. No es una cuestión de inclusión, sino de justicia".
Mira la celebración de Khelif