Andrey Rublev, 6 del mundo, es uno de los finalistas del Masters de Canadá. El ruso enfrentará hoy al australiano Alexei Popyrin (30°) desde las 19:30 horas por el título.
Rublev despachó en el camino, entre otros, a Jannik Sinner, 1 del mundo, y esta tarde buscará su tercer trofeo Masters 1000.
El ruso, eso sí, hizo una potente revelación sobre la salud mental. Reconoció tener depresión.
"Este es un momento muy especial para mí porque llevo muchos meses luchando contra problemas serios. Necesitaba un triunfo como éste para volver a sentir que puedo jugar bien y ganar a los mejores. Mentalmente han sido tiempos duros, he estado muy desorganizado. Llevo muchos años luchando contra una depresión, con muchos temas problemáticos fuera de las pistas y acabé muy quemado, esta temporada exploté, especialmente estando en la pista", dijo tras ganar a Sinner el sábado.
Este domingo volvió a hablar. Le preguntaron sobre qué consejos le daría a personas que están lidiando con las mismas problemáticas.
"Es una pregunta difícil porque yo también necesito ese consejo. Lo único que espero aprender y que me hubiera gustado aprender cuando era más joven es hacer todo con conciencia. Como cualquier decisión que tomes o cualquier sentimiento que sientas, ser consciente de eso, de dónde viene exactamente, por qué, y ser consciente de que es tu decisión. La mayoría de la gente te mete algo en la cabeza y tú piensas así, pero no estás entendiendo que en realidad no es tu opinión porque te educan de esa forma", dijo.
Y siguió: "Así que sé consciente de cada paso, de cada sentimiento que experimentes para asegurarte de que sea tuyo porque cuando vives la vida como te gustaría, te sientes mucho mejor. De lo contrario, sería como vivir una especie de mentira de cara a ti mismo. Es por eso que todos empezamos a sufrir con algo porque en el fondo entendemos que algo va mal, pero no queremos aceptarlo".
También, el ruso reveló la ayuda de un ex N°1 del mundo y que fue clave.
"Estuve tratando de descubrir muchas cosas por mi cuenta y de resolverlas con psicólogos diferentes, con cursos diferentes, pero quien me ayudó mucho y me hizo darme cuenta de todo es Marat Safin. Suena gracioso, pero es verdad. Él es quien me ayudó. Después de Wimbledon tuvimos una charla muy agradable. Sí, me ayudó mucho, así que le doy las gracias".
