SANTIAGO.- Desde que presentaron el plan de descontaminación Santiago Respira en enero de 2016, se instaló el debate por la restricción permanente que se aplicaría a vehículos catalíticos que inscritos antes del 1 de septiembre de 2011, y que fue postergada hasta, al menos, el próximo año.
Pero fue durante el segundo semestre del año pasado que se aprobó la iniciativa, dando pie a diversas reacciones a favor y en contra, de la medida que afectaba a los automovilistas de la capital.
Uno de los focos de esta iniciativa fue que ésta incitaría a muchas personas a cambiar el vehículo afecto a la restricción, lo que generaría una serie de cambios en el mercado automotor.
El presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus), Hernán Calderón, mantiene las críticas a la idea, porque la considera discrimanatoria y desestima su posible efecto sobre la contaminación de la capital. "Creo que esta es una medida bastante impopular, más allá de que muchos piensan de que tiene que haber restricción, pero es bastante discriminatoria porque sólo a los del año 2012 hacia abajo, si al final las tecnologías son las mismas a las de los otros años".
Enfatiza en que "no va a tener muchos efectos en cuanto al tema de bajar la contaminación al contrario, a lo mejor muchos van a comprar vehículos nuevos y van a poder andar igual en la calle, pero los que no tienen la posibilidad de tener un vehículo más nuevo, van a comprar uno más antiguo y van a tener dos autos, entonces no va a tener el efecto que todos están esperando".
¿Pero qué pasó desde ese entonces?
"Cuando se dio a conocer esta norma, se entendió que hay una posibilidad de venderle un segundo auto al cliente. Sobre todo en la división nuevos, hubo una cantidad significativa de unidades desde el 2011 para abajo en parte de pago". Nosotros aceptábamos todo tipo de autos, porque generalmente nosotros tratábamos de cerrar todos los negocios", asegura Pedro González, jefe de sucursal Israel Salazar del Movicenter.
Esto también lo refleja Ramón Vallejos, jefe de Nuevos Negocios de Yapo.cl. "En este caso en particular, no ha cambiado la cantidad de vehículos que se han publicado, pero sí ha cambiado la cantidad de búsqueda en relación a vehículos sobre el año 2012. En general, el padrón de auto en Chile es estable y no se mueve mucho respecto a este tipo de normas, pero sí tenemos más del doble de búsquedas desde los últimos 3 meses".
Rodrigo Acuña, ejecutivo de ventas de AutoCargo del Movicenter, indica que "cuando se dio a conocer este tema, altiro la gente empezó a buscar año, buscando vehículo 2012, y de ahí preguntan. Mucha gente vino a vender su vehículo, y claro que los castigábamos con bastante. El tema es que esos vehículos aquí en Santiago ya no los están comprando. Nosotros aquí estuvimos enero y febrero full vendiendo vehículos posteriores al 2012. Yo vendí esos vehículos (2011 hacia atrás) pero para gente del sur".
Sin embargo, Héctor Aguilera, ejecutivo de Ventas de Auto Summit del local del Movicenter, si bien reconoce que la venta de autos antiguos pudieron haber bajado, sostiene que "lo contrarresto a que los precios bajaron. Antes un auto del 2010 que te costaba $10 millones, ahora te cuesta $8 millones, entonces a la gente no le importa para nada la restricción".
Las personas seguirán buscando autos
"Aunque la ley se haya aplazado, aun así yo creo que la gente igual va a cambiar su automóvil, ya que la gente tiene claro que la norma viene, entonces se tiene la claridad que es el minuto de cambiar el auto, porque si la norma viene en un años más, se va a sentir más la depreciación por la nueva ley", dice González.
No obstante, Aguilera considera que la gente "no anda pensando mucho en la restricción, igual va haber gente que no tiene auto y venga a buscar uno menos del 2011. Es el autito barato".
