De la minería a la educación: La transición de María Olivia Recart tras dejar su puesto en BHP

SANTIAGO.- Tras ocupar uno de los puestos más importantes en BHP durante ocho años, María Olivia Recart tomó la decisión de partir hacia nuevos desafíos.

Hasta el 31 de octubre la ejecutiva se mantendrá en su cargo de vicepresidenta de Asuntos Corporativos de la minera angloaustraliana, para luego tomar vacaciones antes de asumir como rectora de la Universidad Santo Tomás, el 2 de enero del próximo año.

"Malala" Recart llegó a la compañía en 2010, tras ser subsecretaria de Hacienda en el primer Gobierno de Michelle Bachelet y en un momento en que la participación de mujeres en la minería era de alrededor de un 8%.

En conversación con Emol, la ejecutiva aborda sus nuevos desafíos, hace un balance de su gestión en BHP y analiza el momento actual que vive la economía. Además, destaca que hoy trabajar en el sector minero siendo mujer sea más fácil que hace años atrás.

Llevo ocho años en BHP, esta es una transición muy pensada, muy conversada con la compañía. Hace tiempo que sentía que tenía que empezar un ciclo nuevo en mi vida. Tengo 55 años y quería hacer algo distinto en los últimos diez años productivos de mi vida laboral y profesional.

Empiezo el 2 de enero de rectora de la Universidad Santo Tomás. Es un desafío extremadamente grande, bonito. En mi vida laboral he estado en muchos sectores, he trabajado en asociaciones gremiales, en el mundo de las ONG, en el Gobierno, en la empresa privada, y este es un lugar en donde no había tenido la oportunidad de trabajar, donde además siento que hay un llamado a abrir más camino para las mujeres, que fue mi visión cuando tomé el trabajo en BHP. Yo fui la primera mujer sentada en el comité ejecutivo de BHP en Chile y hoy día esa tarea aquí ya está andando. Hay muchas mujeres, la inclusión y la diversidad son un tema grande en la minería y siento que cumplí un ciclo y ahora a abrir otras puertas.

En mi vida yo siempre he trabajado en un mundo que es mucho más de hombres. No fue difícil, BHP es una gran compañía. La minería está muy abierta a recibir a personas distintas. Hay que tener personalidad, eso es cierto, en el mundo de los hombres hay que ser segura de sí misma, había que serlo en ese minuto. Creo que hay que atreverse siempre en la vida y hoy día, sin lugar a dudas, ser mujer y entrar a la minería es mucho más fácil que hace ocho años atrás.

Siempre va a haber movimientos y siempre hay que pensar que uno no se gana el cargo, ni el puesto, ni el rol, por ser mujer, hay que cumplir con muchos otros requisitos, pero que las empresas estén dispuestas a reconocer que tienen que hacer un esfuerzo explícito para atraer más mujeres, es un gran paso adelante.

Yo nunca cierro ninguna puerta, creo que siempre hay que estar atenta. El cargo al que me voy ahora en la Universidad Santo Tomás, sin duda tiene un rol enorme en el servicio público. Es una universidad que tiene presencia nacional, tiene 30 mil alumnos aproximadamente y el desafío es enorme, porque en la Santo Tomás y en otras semejantes se está educando a una generación de personas que probablemente son primera generación universitaria y eso es construir el futuro de Chile.

- Haciendo un balance de su gestión en estos ocho años en BHP, ¿qué fue lo más difícil con que tuvo que lidiar?

En todo siempre hay momentos más fáciles y otros más difíciles. No recuerdo un momento difícil en particular. Yo venía del Gobierno y los cuatro años sin duda me enfrentaron a temas mucho más complejos de los que viví acá en BHP. Me voy con la sensación de un trabajo realizado, de cumplir un ciclo, de haber aprendido mucho. Para mí la minería está en mi corazón, así como lo está Australia y BHP, que eran tres mundos totalmente desconocidos que no tenía en mi órbita. Siempre uno va ganando y acumulando conocimiento, y la posibilidad de hacer transferencia de esos conocimientos a sectores que no están necesariamente tan conectados es una tarea que siento que voy a poder cumplir.

Súper buena. Yo tengo bajo mi responsabilidad el petróleo que está en Houston, potash que está en Canadá, también en Brasil, Colombia y Perú, las operaciones de Chile. Así que tengo relación comunitaria en muchos países, muchos lugares, siempre ha sido algo que me ha gustado mucho.

El trabajo que está haciendo la compañía en su política de pueblos indígenas es algo muy destacable. Hay un trabajo muy serio y responsable de tratar de establecer un nuevo estándar en la relación con los pueblos indígenas. En Australia se ha avanzado bastante, en Canadá también, en Estados Unidos y nosotros en Chile y en Sudamérica, estamos un poco más rezagados. Esa es una tarea que yo comencé hace un año y medio y que va a empezar a dar sus frutos en un año y medio más, o dos. Me siento muy orgullosa porque creo que es un avance para Chile.

Desde la minería, que es lo que más conozco, hoy día ésta es crucial en las finanzas públicas, es crucial para el desarrollo de Chile. El efecto multiplicador de la minería es enorme en nuestro país.

La minería hoy día es muy importante y el futuro de Chile va a estar vinculado a ella, no como una industria extractivista, sino que como una industria que agrega valor por muchos años más. Hay que poner un ojo en cuidarla y hacer que su desarrollo sea no sólo sostenible, sino que también acorde con las prioridades del país. Es central para que podamos pensar en cuándo nos vamos a convertir en un país desarrollado.

La segunda gran preocupación sigue siendo la desigualdad y en Chile cuando yo lo veo, trabajo en regiones, siguen habiendo muchos temas pendientes. Los sucesivos gobiernos que hemos tenido han estado preocupados del tema y la continuidad de las políticas es algo que es importante para poder tener estabilidad y poder tomar decisiones que signifiquen cambios.

Creo que no son incompatibles, yo creo que la minería va a seguir siendo súper importante y la matriz productiva debiera diversificarse. Son dos cosas que son compatibles, la diversificación de la matriz productiva puede venir de la mano de la minería.