SANTIAGO.- El puerto de Valparaíso se mantiene paralizado desde el viernes pasado en dos de sus terminales. Esto, debido a que los trabajadores eventuales que prestan servicios al Terminal Pacífico Sur (TPS) y al Terminal Cerros de Valparaíso (TCVAL), quienes demandan mejoras en sus condiciones laborales.
A raíz de la paralización, el sábado y el domingo se desviaron dos buques de Maersk a San Antonio, según consignó El Mercurio de Valparaíso. Lo mismo ocurrió con el crucero Fram, que también debió desviarse hacia este puerto.
En una declaración pública, los trabajadores aseguraron que la paralización de actividades se debe a las malas condiciones laborales.
"Hemos vivido una baja considerable de turnos durante los últimos años, debido a los cambios en la cadena logística, el comercio exterior y la concentración de capitales producto de la fusión de las navieras", señalaron los empleados portuarios en un comunicado.
Asimismo, indicaron que una de las causas por las que se movilizan es por la falta de una ley que regule sus condiciones de trabajo, exigiendo los mismos derechos que tienen la mayor parte de los trabajadores del país.
"No se nos reconoce indemnización por años de servicio, derecho de postnatal y prenatal, derecho a vacaciones pagadas, fuero efectivo a los dirigentes sindicales eventuales, regulación de los permisos para trabajar en el puerto, pago de capacitaciones, reconocimiento de nuestra labor como trabajo pesado, un sistema de seguridad social integral, etcétera", precisaron.
La respuesta de las empresas
Una de las compañías involucradas en el conflicto, TCVAL, aseguró ayer en un comunicado que "no tiene ningún tema pendiente contractual con sus trabajadores. Todos los acuerdos se encuentran plenamente vigentes".
No obstante, desde la empresa señalaron que recibieron un petitorio por parte del Sindicato 1, relativo a un bono, propuesta que "está siendo evaluada de acuerdo a los plazos convenidos con la dirigencia del mismo y en dichos plazos no existía una amenaza de huelga y/o paro actual".
Además, indicaron que el mismo domingo recibieron un petitorio adicional de un grupo de trabajadores, el cual "contiene demandas que son inabordables y que van más allá de nuestras facultades, ya que se requeriría de una modificación de la ley laboral".
Por su parte, la otra empresa envuelta en el problema, TPS, declaró que "desde el viernes pasado, este grupo de personas ha impedido el acceso al puerto y ha proferido amenazas contra nuestros colaboradores, lo que ha imposibilitado llevar a cabo las operaciones normales del terminal".
"Estas acciones violentas generan un enorme daño no sólo al normal funcionamiento del terminal, sino también perjudican directamente a clientes, exportadores y transportistas, además de afectar la convivencia de la comunidad porteña", señalaron.