SANTIAGO.- Fue el pasado viernes cuando el ex ministro de Energía durante el segundo Gobierno de Bachelet, Máximo Pacheco, sorprendió afirmando que la aprobación de la ley que obligó al recambio de los medidores eléctricos -que traspasa los costos a los usuarios- fue un
"golazo" que le metieron las distribuidoras al Estado, particularmente a la administración de la ex Mandataria.
Según Pacheco, esto ocurrió cuando "yo no era ministro", apuntando sus dardos en contra de su predecesor, Andrés Rebolledo, quien esta mañana salió al paso de los cuestionamientos. En entrevista con T13 Radio, dijo que "de ninguna manera fue un golazo. Esto fue una búsqueda de tener una buena calidad en los servicios de distribución eléctrica que va en definitiva en beneficio de la ciudadanía".
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"Hablamos con Máximo Pacheco y le planteé cuál era mi apreciación de lo que había hecho y ahí quedó la conversación personal. Fue cordial, pero sincera y franca"
Andrés Rebolledo
Tras aclarar que "sin duda" las empresas recuperarán los $1.000 millones de inversión que costará este cambio a medidores inteligentes a través de las tarifas, señaló que de no haber sido así la gente "habría tenido que ir a comprar un medidor inteligente a las tiendas", lo que, a su juicio, habría costado cerca del doble.
"Por lo tanto, desde el punto de vista económico, hacia todo el sentido que las empresas los compraran y nos lo adjudicarán efectivamente después en la tarifa", agregó Rebolledo.
Consultado sobre por qué la ciudadanía debe hacerse cargo de esta inversión, el ex titular de Energía explicó que "es una exigencia del Estado (hacia las empresas), es una norma técnica que se le exige a propósito de la mirada de mejorar las redes (...). El modelo regulatorio hoy día lo que en el fondo contempla es si tú les exiges una regulación, se las tienes que permitir incorporar en tarifa".
"Esa fue la concepción que nosotros tuvimos. Si hubiéramos dejado que la gente, que todos nosotros compráramos los medidores, probablemente el sistema no hubiese funcionado", insistió.
Seguido de ello, el otrora ministro comentó que "las empresas no van a rentar más con esta compra del medidor", como lo afirmó su antecesor. "Esto está normado por ley", añadió.
Lo anterior, y tras apuntar que las compañías tiene un techo de rentabilidad del 10%, aseguró que "en ese punto se abre un debate legítimo (...), poder debatir sobre esta tasa de rentabilidad", agregando que en algo en que sí está de acuerdo con Máximo Pacheco es en "traer competencia al segmento de distribución", recordando que los medidores inteligente sí lo hacen, ya que permiten "que todos vendamos energía".
Además, Rebolledo negó que las autoridades de la época hayan sido "capturadas" por las empresas de energía eléctrica, indicando que el tema fue algo que "se discutió largamente" en el Parlamento. "Esto fue suficientemente discutido, en profundidad, con mucha participación y transparencia en el Ejecutivo y, por cierto también, en el Congreso".
Dicho eso, Rebolledo reconoció que "a la luz del resultado, probablemente uno podría haber hecho las cosas distintas en términos comunicacionales y de participación. Efectivamente creo que son enseñanzas".
Sobre la responsabilidad que Pacheco le atribuyó, Rebolledo dijo que "es sorprendente".
"En este tipo de eventos e impasse uno siempre requiere transmitir estas sensaciones, cosa que yo hice: hablamos con Máximo Pacheco y le planteé cuál era mi apreciación de lo que había hecho y ahí quedó la conversación personal. Fue cordial, pero sincera y franca", finalizó.