Héctor Yáñez, El Mercurio
En un escenario de incertidumbre mundial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, golpeó aún más a las economías internacionales al anunciar el pasado jueves un recrudecimiento de la guerra comercial que su país mantiene con China.
El Mandatario señaló que desde el 01 de septiembre empezará a imponer un arancel adicional de 10% en los restantes US$ 300.000 millones de bienes y productos procedentes del gigante asiático hacia EE.UU., lo que causó preocupación en mercados de todo el orbe, incluido el gran empresariado de Chile.
En ese sentido, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfonso Swett, calificó el hecho como "una muy mala noticia" para nuestro país. "Claramente el presidente Trump, después de las buenas noticias que tuvimos en Osaka en el G20, estaba en negociaciones en Shangai con los equipos chinos y americanos y nos dio una muy mala noticia, una muy mala sorpresa", señaló al programa Estado Nacional de TVN.
Asimismo, aseguró que "si uno analizara con la misma metodología de Oxford Economics y viera cuánto le pega a Chile, nos podría pegar en torno a un 1 por ciento del PIB. Y eso es una muy mala noticia".
Sobre el desempeño que tuvo la economía nacional durante el primer semestre, Swett reconoció que las proyecciones han ido disminuyendo y por lo mismo adelantó un bajo Imacec del mes de junio, el que se dará a conocer mañana lunes por el Banco Central. "Creo que lamentablemente va a estar más en torno al 1,5 que al 2%. Vamos a estar más cerca del piso de abajo", subrayó.
También, el líder empresarial volvió a hacer un llamado a agilizar la tramitación de la reforma tributaria en el Congreso. "Yo creo que para el segundo semestre realmente tenemos que jugar el partido adentro de la casa y yo creo que ahí está la diferencia (...) La reforma tributaria nos puede ayudar con un 0.6 de crecimiento, 0.6 de PIB", sostuvo.
Nuevo rechazo a proyecto de 40 horas
En otro asunto, Swett volvió a la carga contra el proyecto que pretende disminuir de 45 a 40 horas semanales la jornada laboral. A su juicio, los países que han aplicado un sistema similar lo hicieron con un PIB per cápita bastante superior a Chile, "en niveles de desarrollo".
"Esto es como cuando uno va a un restaurante y lee todo la lista de los platos que lo entusiasman, pero no lee los precios. Esto tiene costos y esto va a tener costos en empleo, en salarios, y va a tener costos en los trabajadores más vulnerables", indicó.
Respecto a las posibles consecuencias, el líder del gremio empresarial afirmó que "aumentaría el costo del empleo", lo que podría tener diversos efectos que dañarían la economía.
"Lo que a nosotros nos preocupa como CPC, es que venimos de un 2018 con muy malas noticias para las grandes empresas. Se han cerrado muchas grandes empresas como Maersk, con más de 1.200 trabajadores. Se cerró Iansa en Linares, con 4 mil puestos de trabajo menos. Se cerró también la constructora Sial en Temuco, con más de mil trabajadores. Entonces nosotros vemos con mucha preocupación que se están cerrando empresas", enfatizó.