SANTIAGO.- "Existe una luz al final del túnel, de un túnel que no es demasiado largo, pero que lamentablemente la naturaleza nos ha puesto enfrente". Con esa metáfora el presidente del Banco Central, Mario Marcel, resume lo que significará para la economía el golpe del coronavirus en los próximos meses: "Un drástico deterioro", pero "un shock transitorio" al fin y al cabo.
Así, en su exposición ante la comisión de Hacienda del Senado del Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo, el economista hizo hincapié en que si bien la proyección de la entidad es que el covid-19 lleve al PIB de Chile a caer entre 1,5% y 2,5% este 2020, para el último trimestre de este año y 2021 está previsto un "rebote relevante".
"Este no es un ciclo económico tradicional ni es una crisis financiera, es un shock que se produce sobre la economía real, que tiene implicancias sobre la cadena logística, sobre los flujos de pago, que genera una interrupción abrupta de muchas actividades económicas", expuso a través de videoconferencia.
En ese sentido, marcó: "En la medida que podamos proteger la continuidad de las empresas, ese no es un proceso que destruya en sí mismo valor en la economía, a diferencia de lo que ocurre en otro tipo de recesiones". Por ello, destacó que el escenario base sobre el cual trabaja el Central es que a fines del segundo trimestre, las medidas sanitarias para contener el virus se irán retirando, con lo cual vendría la reactivación.
"Por supuesto que eso se podría alargar en la medida que las medidas de control sanitario se extiendan por más tiempo (...), pero en la medida que seamos capaces de controlar todo eso, podemos asegurarnos de que este es proceso más corto y de una recuperación más rápida". En ese sentido, en el IPoM se habla de que la economía mundial presentará un repunte en forma de "V", donde el vértice, en el caso de Chile, se encontraría en el segundo trimestre de 2020.
"En estos momentos lo que vemos es una caída de la actividad en el próximo trimestre, pero con la posibilidad de recuperarla después y esa posibilidad no es fruto de la imaginación, sino que tiene que ver con las características mismas del shock"
Mario Marcel
Para respaldar la estimación del BC, Marcel ejemplificó con dos casos: "Uno, con el foco más lejano, es el caso de China. China, durante los primeros dos meses de la epidemia cayó muy significativamente en su actividad, pero hoy está recuperando de manera importante esa actividad que retrocedió en los meses anteriores. De hecho, en la última medición de expectativas empresariales tuvo una recuperación casi total".
"Otro ejemplo, que es mucho más cercano, es el nuestro. En el episodio de octubre-moviembre, después de la crisis social. En esa oportunidad también tuvimos un número importante de empresas y de comercio que tuvieron que cerrar por efectos de la violencia o las dificultades para poder operar. Lo que ocurrió después de octubre y noviembre, después de que tuvimos caídas pronunciadas en esos meses, en diciembre, enero y febrero la actividad se recuperó con rapidez, incluso mayor a la que nosotros esperábamos", señaló.
Así, concluyó: "Esto lo que nos indica es que frente a este tipo de interrupciones abruptas de actividades, si están dadas las condiciones para poder retomar esas actividades, esa recuperación puede ser relativamente rápida. Pero el gran condicionamiento es que en el periodo intermedio no se produzca un daño de mayor magnitud".
La tasa de desempleo entre crisis interna y coronavirus
En el IPoM de diciembre, a dos meses del estallido social, el Central adelantó: "A inicios de 2020, la tasa de desocupación podría llegar a 10%". En ese sentido, ante el nuevo escenario para la economía chilena, donde se agrega el factor "coronavirus", Marcel fue consultado respecto a las estimaciones que tiene la entidad para el mismo tema.
"El IPoM que publicamos hoy día no tiene una proyeccion precisa de la tasa de desocupación. Lo que vimos nosotros durante la crisis social es que si bien hubo un volumen importante de despidos, especialmente en algunos sectores, el mercado del trabajo se adapto de diversas maneras y no necesariamente con trabajadores que quedaran cesantes", dijo en la rueda de prensa que dio esta tarde.
"Eso no quiere decir que no haya habido un impacto sobre el mercado del trabajo. Hay una serie de indicadores que muestran un cierto deterioro (...) y mostraron un cambio significativo a partir de octubre del año pasado. Por lo tanto hacer proyecciones de tasas de desocupación es muy difícil, porque tiene que ver con todas estas otras variables que se van moviendo en el mercado del trabajo", aclaró.
Por eso, según el economista, "es muy importante que operen los mecanismos de apoyo a los trabajadores que acaban de ser aprobados por el Congreso y promulgados esta mañana".
"A diferencia de lo que ocurrió en octubre pasado, hoy día el Congreso ha aprobado la propuesta del Gobierno de un conjunto de beneficios que le permite a un número importante de trabajadores mantener la relación laboral con su empleador, pero recibir sus ingresos del fondo del seguro de cesantía, mientras el empleador todavía paga sus cotizaciones previsionales", destacó Marcel.
7,8% se ubicó la tasa de desocupación nacional en el trimestre diciembre-febrero
Y subrayó: "Es importante que ese mecanismo se use en todos los casos que sea necesario evitar que este shock que se va a concentrar en un periodo corto de tiempo se traduzca en un aumento más significativo del desempleo, con la pérdida de capital humano y de experiencia".
Lo anterior, dado que "la experiencia de todas las recesiones es que fenómenos de cesantía masiva tienen un costo para las personas, para la sociedad y también para las empresas, y hoy día hay mecanismos que nunca habían estado disponibles para poder evitar que eso ocurra y es importante que los podamos aprovechar".
