El mercado del petróleo es lo que se conoce como un mercado "de futuros": los precios se negocian con varias semanas de antelación en función de las fechas de entrega fijadas. Es decir, se negocian menos barriles físicos que contratos de petróleo en sí. Este mecanismo, concebido al principio como una garantía frente a las fluctuaciones de precios, se convirtió en materia de especulación.
En algunas ocasiones, el precio de las futuras entregas de petróleo puede verse afectado por un evento sorpresivo, como por ejemplo que se rompa una tubería de transmisión. Hechos como ese pueden provocar que los precios para un mes específico sean más altos o bajos que los de contratos futuros para el mes siguiente.
Usualmente, incidentes como este son suavizados por el mercado, pero la aguda caída en la demanda, combinada a un exceso de producción, ha llevado a copar la capacidad de almacenamiento de petróleo. Esto ha significado que sea difícil para los vendedores con contratos de entrega de crudo para mayo a encontrar compradores, lo que en definitiva llevó a que el precio de los contratos llegase a territorio negativo.
"Esto nunca antes había pasado, nada que se le acerque", dice Tim Bray, gerente en GuideStone Capital Management en Dallas. "Nunca habíamos visto un precio negativo en contratos futuros de petróleo", sentenció.
Esta caída histórica sólo concierne a la variedad llamada "WTI" (West Texas Intermediate), que sirve de referencia en el mercado estadounidense, mientras que para Europa es la variedad "Brent" del mar del Norte la que determina los precios. El Brent, aunque afectado, sigue por el momento alrededor de los veinte dólares.
"Una brecha histórica separa actualmente a los dos precios de referencia de los mercados petroleros", recuerda John Plassard, de la sociedad de inversiones Mirabaud.
El motivo proviene esencialmente de la importante producción estadounidense de crudo, en especial de esquisto, y de la constitución de enormes reservas en la terminal de Cushing (Oklahoma), que se desbordan ante la brutal ralentización de la economía estadounidense debido a la epidemia de coronavirus.
Los vendedores de petróleo no sólo no encuentran compradores, sino que apenas logran almacenar el excedente, de ahí el desplome del lunes. El precio "negativo" exige adentrarse en los mecanismos, bastante técnicos, del mercado petrolero, desconocidos a menudo para el gran público.
Si bien algunas compañías pueden estar pagando a otros para que se lleven el crudo que tienen almacenado, no parece ser una práctica masiva.
Varios analistas han descrito la caída de los precios como algo "técnico", relacionado al mecanismo de mercado de contratos futuros. La mayoría de los compradores que están actualmente adquiriendo petróleo son con fecha de entrega en junio, no en mayo.
Aún más, hubo más de 150.000 de aquellos contratos futuros que cambiaron de manos, suficiente volumen para hacerlo significativo, según Ryan Fitzmaurice, un estratega en materia energética en Rabobank.
"En mi opinión, el movimiento fue de naturaleza más técnica y relacionado a la expiración de los contratos futuros", dice Fitzmaurice. "Podríamos ver incidentes aislados en los que las compañías petroleras le pagan a gente para que se lleve su crudo, mientras la capacidad de almacenamiento y de tuberías comienza a escasear, pero es poco probable que esto sea sostenido", agregó.
Con menos gasolina y combustible para aviones siendo consumido, los tanques de almacenamiento están comenzando a llenarse. Los expertos han advertido que la capacidad de almacenamiento mundial podría coparse a fines de abril o principios de mayo.
Eso ha motivado a algunos productores a transportar petróleo ahora, porque el espacio de almacenamiento podría ser más valioso que el propio producto, afirma Sitton.
"Hay mucha sobreoferta, y el almacenamiento se está llenando", dijo Sitton. "Eventualmente llegas a un punto donde literalmente hay tal cantidad de un commodity valioso en el mundo, que ese commodity ya no tiene valor. Y eso es lo que estamos viendo", añadió.
Con muchos tanques de petróleo llenando su capacidad, el gobierno estadounidense está negociando con las compañías para almacenar crudo en la Reserva Estratégica de Petróleo. Pero si todos los tanques de almacenamiento están llenos, las compañías petroleras comenzarán a detener el funcionamiento de sus pozos, lo que puede dañar los campos petrolíferos. Muchos buques petroleros están repletos y flotando en el mar.
A principios de este mes, la OPEP y su aliados, con la presión política del gobierno estadounidense, accedieron a recortar la producción en unos 10 millones de barriles al día, cerca de un 10% de la producción global. Pero algunos analistas sienten que el acuerdo no fue lo suficientemente profundo como para desacelerar la masiva sobreoferta. Esto mantiene los precios para no caer aún más por el momento, pero todavía existe demasiado petróleo disponible en el mundo.