Hace 17 años, Carlos Ingham tomó una idea proveniente de Buenos Aires, Argentina, y comenzó a trabajar para instalarla en Chile. Así, en 2010, nació Red de Alimentos, corporación privada sin fines de lucro que se transformó en el primer banco de alimentos para personas en situación de vulnerabilidad en el país. El foco es claro: combatir el hambre en territorio nacional, y de paso evitar el desperdicio de comida.
Un tema, dice en conversación con Emol, del que viene hablando desde 2003, y el cual la pandemia impulsó. "De repente, todo el mundo se preocupó, el Gobierno hizo 2,5 millones de cajas, todo el mundo se puso a hacer cajas". Sin embargo, asegura que hoy pareciera que esta problemática "pasó de moda". Incluso, recordó una entrevista que dio a este mismo medio en mayo, cuando destacó que el covid-19 había concientizado a la población de que "acá hay un problema de hambre", pero también advirtió que su temor era que aquello "se nos olvide". Miedo que, a su juicio, se estaría haciendo realidad. "A mucha gente se olvidó del tema del hambre", subraya.
Cuenta que, así como en un breve periodo de tiempo la conciencia aumentó fuertemente acompañada del "boom" de las cajas de alimentos, ahora "mucha gente lo ve como un tema superado", lo que no es así, recalca, es más: "Cada vez tenemos más gente que nos pide comida. Eso es un dato de la realidad y no va a parar, esto va a ser un problema creciente por mucho tiempo más", dado los efectos de la pandemia sobre el empleo.
De todas formas, afirma que el interés que han tenido las empresas por aportar ha sido creciente en este tiempo, lo que ha llevado a que la cobertura de Red de Alimentos se expanda mes a mes. En esa línea, resaltó lo que se está haciendo con Walmart y Copec, un programa llamado "Red Virtual", en donde dichas empresas a través de una App entregan alimentos que ya no les son útiles comercialmente a las fundaciones que se encuentren cerca de sus establecimientos a lo largo del país.
- Producto del perjuicio económico que ha traído el coronavirus, ¿se ha visto una merma de las donaciones por parte de empresas?
"No, por el contrario, el aporte ha aumentado, y no solamente ha aumentado el volumen, sino también la cantidad de empresas que donan, pero siempre falta. Hoy tenemos más de 150 empresas que nos entregan alimentos. De esas empresas, hay que pensar que hay algunas que nos entregan tres veces por semana y otras que nos entregan dos veces por año".
-Y la demanda de alimentos por parte de la población vulnerable, ¿ha crecido?
"Los números muestran un crecimiento enorme de ollas comunes y un alza en cantidad de fundaciones a las que estamos atendiendo. Estamos entregando en total entre 700 y 800 mil kilos de comida por mes, ese número a fin del año pasado era más bien parecido a 550 mil, eso te da una idea de los que creció la red (alrededor de un 45%)".
"Además, nosotros a fin del año pasado atendíamos a más o menos 290 fundaciones en 890 centros, porque muchas fundaciones tienen más de un centro. A la semana pasada son 410 fundaciones y más de 1.200 centros. Y para darte otra idea: nosotros el año pasado atendíamos, más o menos, 50 comedores sociales y ollas comunes, ese número hoy es 180. Sumado a que en agosto entregamos 150 mil unidades de productos de primera necesidad, como pañales, escobilla de dientes, pasta de dientes, desodorante, champú, etc".
El hambre: un problema creciente en el país
-¿Cómo ve el interés de la ciudadanía y de las autoridades por el tema de la pobreza y el hambre que ello acarrea en medio de la crisis?
"Cuando veías los diarios en abril, mayo y junio, en ese momento se puso muy de moda el tema del hambre. Pero nosotros como Red de Alimentos venimos hablando del problema del hambre y la mal nutrición hace años. En Chile la gente se confunde y piensa que porque hay mucho obeso es porque la gente come mucho y no es así, hay mucha obesidad porque la gente come mal. Si comes una o dos veces por día el pan con té y un poco de queso o palta, tu dieta está claramente mal balanceada. Puedes pasar hambre y tener mal nutrición y ser obeso".
"Los números muestran un crecimiento enorme de ollas comunes y un alza en cantidad de fundaciones a las que estamos atendiendo.Estamos entregando en total entre 700 y 800 mil kilos de comida por mes, ese número a fin del año pasado era más bien parecido a 550 mil, eso te da una idea de los que creció la red (alrededor de un 45%)"
Carlos Ingham
"Entonces, nosotros llevamos muchos años hablando de esto, 17 años, partimos en 2003 a armar la Red de Alimentos, y de repente todo el mundo se preocupó por el tema, el Gobierno hizo 2,5 millones de cajas, todo el mundo se puso a hacer cajas. Eso ha disminuido, es como que la coyuntura se lo llevó puesto".
"Entonces, obviamente ha bajado muchísimo el interés. Así como aumentó la conciencia del hambre, mucha gente lo ve como un tema superado, y no solo no es un tema superado, los datos hablan solos: pasamos de 290 a más de 400 fundaciones, y de 890 y 1.200 centros, 50 ollas comunas a 180 y estamos atendiendo a 270 mil personas. Entonces, debido al tema del desempleo, cada vez tenemos más gente que nos pide comida. Eso es un dato de la realidad y no va a parar, esto va a ser un problema creciente por mucho tiempo más".
- ¿Se nos está olvidando el tema del hambre?
"Yo hace tres semanas escribí una columna en El Mercurio cuyo título era 'no nos olvidemos del hambre', y exactamente es lo que está pasando. Efectivamente hay mucha gente que se olvidó del tema del hambre. Eso no quiere decir que se le olvidó a todo el mundo, obvio que se concientizó, pero el tema ya no está de moda y por lo tanto ya se está hablando de otras cosas, y nosotros vemos por las ollas comunes en la calle que la realidad es que el hambre no solamente sigue estando, sino que ha aumentado muchísimo".
"Mucha gente piensa que, porque el Gobierno entregó unas cajas y qué se yo, el tema se acabó. Y ahí hay dos o tres números que son muy importantes: si tomas la Casen de 2017, que es la última, te va a mostrar que el promedio de los de los deciles más pobres de Chile, o sea, 3,4 millones de personas más o menos, vive con $1.500 sin subsidios, y 70% de Chile vive con $3.300 por día sin subsidios. Esos números son del 2017, y sabes igual que yo que la economía empeoró mucho desde el 2017 a la fecha. El desempleo hoy en Chile no cabe ninguna duda que es mayor al que tenías hace tres años, entonces no hay mucho para discutir, esto no es un problema de opinión, es un problema de usar la información pública".
-Las acciones que ha tomado el Estado para luchar contra el hambre en medio de la pandemia, ¿han estado a la altura?
"El balance que hago yo es que efectivamente ha habido un esfuerzo muy importante del Estado, y cuando digo Estado estoy hablando del Parlamento, del Servicio de Impuestos Internos, no solamente del Gobierno, sino también de los otros organismos, para ayudar a que las cosas se muevan más rápido durante la pandemia y que la ayuda llegue más rápido a quienes más lo necesitan".
"Efectivamente hay mucha gente que se olvidó del tema del hambre. Eso no quiere decir que se le olvidó a todo el mundo, se concientizó, pero el tema ya no está de moda y por lo tanto ya se está hablando de otras cosas, y nosotros vemos por las ollas comunes en la calle que la realidad es que el hambre no solamente sigue estando, sino que ha aumentado muchísimo".
Carlos Ingham
"Habiendo dicho eso, cada vez que en Chile hay un desastre natural, un terremoto, un aluvión, los tsunamis, la pandemia, tenemos que empezar a inventar cosas de cero. Y yo creo que una de las cosas que las que el Gobierno o el Estado pudiera ayudar es dejar estructuras de ayuda público-privada, organizadas y listas para ser utilizadas cuando hay desastres".
"Por ejemplo, cuando miras lo que hemos hecho durante la pandemia, el sector privado, y lo rápido que se movieron fundaciones como nosotros y otras también como, por ejemplo, la CPC, las empresas, los empresarios y los colaboradores de las empresas. Como sector privado, tanto las empresas, los empresarios y colaboradores, con actores de la sociedad civil como Red de Alimentos, ya tenemos estructuras montadas que nos permiten llegar a la calle muy rápido. Nosotros podemos llegar a 270 mil personas muy rápido, y otras fundaciones como Techo y Desafío también saben, con detalles, dónde está esa pobreza, a dónde tiene que llegar la ayuda, etc. Hay muchas fundaciones que sabemos a dónde tenemos que ir rápido".
"Entonces lo que ocurre a veces es que el Estado, y esto lo vimos también en el terremoto, no es un problema de ahora, es que se hacen grandes ayudas puntuales, pero no permanentes. Y si lo que quieres es -salvo que me digas que en Chile va a desaparecer la pobreza y no vamos a tener más desastres naturales y sociales, como el que vimos en octubre- dejar conectadas a las entidades públicas con las privadas y de la sociedad civil en estructuras permanentes que puedan juntos reaccionar rápido y no solamente cuando hay desastres naturales, sino también en el día a día, porque la pobreza en Chile aumentó y va a seguir aumentando hasta que la economía vuelva a crecer".
La política de cero desperdicios
- ¿Cómo ve el tema del desperdicio de alimentos en Chile, considerando que, según la FAO, en América Latina se pierden 220 millones de toneladas de comida al año, lo que equivale a US$150 millones?
"Un tercio de toda la comida que se produce a nivel mundial se pierde. Ahora, dónde estamos en Chile, nunca hemos confirmado cuánta comida se desperdicia en Chile todos los años, pero si uno toma el número a nivel mundial de un tercio, es obvio que en Chile el desperdicio no es cero. En Chile se pierde mucho alimento en el campo, mucho en todo lo que es la distribución y también en las mermas de las fábricas y de los supermercados".
-¿Ha crecido la conciencia a nivel de empresas para poner freno a esto?
"Hay muchas empresas, pero no todas, que hacen esfuerzos importantes por lograr lo que se llama la política de cero desperdicios. Hay empresas muy importantes de alimentos a nivel mundial que tienen la política de cero desperdicios y tienen no solo política, sino que además implementan metodológicamente acciones para tratar de lograr ese desperdicio cero."
"Ha habido un compromiso creciente, muchas de las empresas han hecho esfuerzos adicionales a raíz de la pandemia, pero hay empresas que todavía no son parte de la red y que nosotros hace muchos años estamos intentando que se sumen".
Carlos Ingham
"Por ejemplo, empresas como Walmart han implementado en una vasta mayoría de sus supermercados una aplicación que desarrolló la Red de Alimentos, llamada "Red Virtual", que permite juntar a las fundaciones de todo el país, de Arica a Magallanes, con más de cien supermercados Walmart, en los que fundaciones que son parte de la Red de Alimentos pueden ir a buscar comida todos los días".
"Es la comida que tiene en el supermercado y por distintas razones ya no es comercializable. Suponte que hoy tocaba reemplazar el cajón de manzanas, y todavía a ese cajón le quedaba la mitad. Se entrega esa mitad. Lo mismo con lo que sea, la empresa junta eso, entra al sistema de la red que está conectado con el de la compañía y empieza el proceso".
-¿Hay otros supermercados con los que estén llevando a cabo esta iniciativa?
"Estamos en proceso de implementación y desarrollo con Tottus. Lamentablemente con Cencosud y SMU todavía no hemos podido avanzar. Pero también esto se está implementando en Copec, con los Pronto Copec, ya funciona en varios Pronto Copec y la idea es cubrir nacionalmente Pronto Copec con esta aplicación, pero ya hay varios que tienen la App en funcionamiento".
"Ha habido un compromiso creciente, muchas de las empresas han hecho esfuerzos adicionales a raíz de la pandemia, pero hay empresas que todavía no son parte de la red y que nosotros hace muchos años estamos intentando que se sumen".
"Hay que pensar que en los países más desarrollados ya nadie habla de mermas, muchísimas empresas en Italia, España, Inglaterra, Francia, Nueva Zelanda y Estados Unidos, por nombrar un par de países, que ya automáticamente entregan alimentos a los bancos de alimentos. Nosotros en Chile todavía no estamos ahí".