Hace poco más de un año que la pandemia del coronavirus llegó a alterar la dinámica global, y si bien la certeza de una amplia distribución de las vacunas ha impulsado la reactivación de la economía mundial, los diagnósticos a menor escala respecto a los efectos socioeconómicos directos e indirectos que ha generado la crisis sanitaria se vuelven sumamente relevantes.
Es por esto que, con el objetivo de orientar de manera más efectiva las políticas públicas y sociales, el ministerio de Desarrollo Social y Familia, en conjunto, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) realizaron una nueva versión de la Encuesta Social Covid-19.
Es así que, entre los principales resultados, el estudio dio cuenta de que, en comparación a julio del año pasado, el mes de diciembre hubo una tendencia a la mejora en materia económica.
Si en julio de 2020, un 48,8% de los hogares percibía que los ingresos no les alcanzaban para financiar sus gastos, a fines de año este porcentaje se redujo a un 31%.
El resultado muestra que algunos hogares están mostrando signos de recuperación, aunque aún resta para retomar los niveles previos a la pandemia, cuando el porcentaje era de 16,5%.
Al observar esta problemática a nivel de jefatura de hogar, se puede ver que en noviembre-diciembre un 36,7% de los hogares con una mujer como jefa de hogar viven esta situación versus 26,7% en el caso de los hogares con jefatura masculina.
No obstante, al diferenciar por quintil, un 47,9% de los hogares del primer quintil afirma que no les alcanza, en comparación a un 40,1% del segundo quintil.
En entrevista con
EmolTV, la subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, analizó este último punto y sostuvo que "a los primeros quintiles les pegan estos shocks muy fuerte, por lo que todo este ejercicio de recuperación tiene que estar centrado en involucrar a estos primeros quintiles, para que las brechas se vayan acortando".
En esa misma línea, mencionó "la formalidad es una herramienta, además el empleo es muy importante para recuperar la percepción de ingreso y la tranquilidad".
Personas ocupadas
Según el desglose de la encuesta, aumentó levemente el porcentaje de personas ocupadas, el cual ascendió desde un 42,6% en el mes de julio, a un 48,5% entre noviembre y diciembre. Cifras que de a poco se acercan al 57,9% registrado durante el 2019.
Ahora bien, al separar por género, los hombres corresponden 56,8% de los ocupados, mientras que entre las mujeres cubren un 40,5%. En tanto, a nivel de quintiles, tres de cada diez personas del primer y segundo quintil están ocupados (34,9% y 40,5% respectivamente).
Al observar a aquellos hogares sin ninguna persona ocupada se puede ver que las cifras mejoran levemente respecto a julio, pero la situación de los hogares sigue siendo peor que antes de la pandemia. Si en 2019 estas llegaban a 13,9% de los hogares, en julio esta proporción era de 27,4% y en noviembre-diciembre es de 21,3%.
Punto al que se refirió Candia, quien explicó que aunque indicadores como la ocupación e ingresos aún no logran recuperar los niveles que registraban antes de la pandemia, "se pueden ver avances respecto a la situación que enfrentábamos como país en julio, en el momento de mayor número de contagios a nivel nacional".
Ingresos
Cabe destacar que un 7,8% de los ocupados experimentó un aumento en sus ingresos en el trabajo en comparación al mes de julio. Esto mientras que un 56,3% afirmó que se mantuvieron iguales y un 30,5% sufrió una disminución.
La encuesta también dio cuenta de que hubo una disminución del porcentaje de hogares en los tramos de menores ingresos.
Para la primera ronda de esta encuesta, en julio de 2020, en medio de uno de los periodos con mayores índices de contagios a nivel nacional, la distribución de los hogares se concentraba en los tramos de menores ingresos.
En este contexto, un 41,1% de los hogares contaba con un ingreso per cápita de hasta $100.000, un 16,8% con un ingreso de $100.033 hasta $150.000. Por otra parte, un 14,6% con un ingreso de $150.500 hasta $234.984, un 13,4% con un ingreso de $235.000 hasta $400.000 y un 14,1% con un ingreso de $410.000 y más.
En cambio, durante el periodo entre noviembre y diciembre, si bien se refleja una baja en la concentración de hogares dentro del tramo de menores ingresos respecto al mes de julio, aún no se logran retomar los niveles previos a la pandemia.
Según los datos recabados, un 31,6% de los hogares contaba con un ingreso per cápita de hasta $100.000; 22,7% con un ingreso entre $100.333 y $150.000, un 15,9% con un ingreso de $150.500 hasta $234.984, un 12,6% con un ingreso de $235.000 hasta $400.000 y un 17,2% con un ingreso de $410.000 y más.
"Se pueden ver avances respecto a la situación que enfrentábamos como país en julio, en el momento de mayor número de contagios a nivel nacional"
Subsecretaria de Evaluación Social
Respecto a los hogares que vieron una reducción de sus ganancias, quedando en con ingresos per cápita inferiores a $150.000 a fines del año pasado, el 51,9% de los hogares que vieron una disminución en sus ingresos a un tramo de $150.000 o menos cuenta con jefatura femenina, frente al 42,8% a nivel nacional.
Por otro lado, el 56,2% de los hogares que vieron una disminución en sus ingresos a un tramo de $150.000 o menos tiene a su jefe de hogar ocupado, versus el 62,7% a nivel nacional.
"Esta situación se da sobre todo en los primeros quintiles, que traen consigo esta historia de empleos con mayor informalidad, y que por ende, no cuentan con las herramientas para enfrentar estos shocks potente y en hogares con jefatura femenina", indicó la autoridad.
Endeudamiento
A pesar de que en las áreas anteriores hubo mejoras a nivel país, la Encuesta Social Covid-19 reveló que uno de cada cuatro hogares aumentó su nivel de endeudamiento durante la pandemia.
Esto quiere decir que un 26,9% de los hogares vieron un alza en los índices de morosidad entre noviembre y diciembre de 2020, respecto de antes de la pandemia. Entre los hogares con jefatura masculina esta situación se dio en uno de cada cuatro hogares, y uno de cada tres en aquellos con una mujer como jefa de hogar.
A nivel de quintiles el 32% de los hogares del primer quintil vieron un aumento en su nivel de endeudamiento, 31,8% de los del segundo quintil, 29,3% del tercer quintil, 24,8% del cuarto y el 17,1% de los hogares del último quintil.
A modo general, el 30,2% de las familias tuvo problemas para pagar deudas a fines del año pasado. Por otro lado, entre quienes mantuvieron su nivel de deuda este problema llega a 20,8%, y entre quienes disminuyeron su deuda, un 28,3% de los hogares tiene problemas para pagarla.
Apoyos y/o ayudas del Estado
Más de la mitad de los hogares pudo optar alguno de los beneficios otorgados por el Estado. En efecto, el 52,4% de los hogares ha recibido ayuda del gobierno, mientras que el 5,4% ha recibido ayuda de familiares o conocidos, un 2,1% ha recibido aporte de organizaciones de la sociedad civil y 0,5% ha recibido ayuda de alguna empresa.
Tanto a nivel total, como según el sexo del jefe hogar y en los dos primeros quintiles, ha aumentado el porcentaje de hogares que ha recibido apoyos desde el Estado entre la primera y segunda ronda de la encuesta.
Es más, si en julio el 42,3% de los hogares había recibido estas ayudas en dinero o bienes, en noviembre-diciembre el 52,4% de los hogares los había recibido. Entre los hogares con jefatura femenina un 58,1% y entre los con un hombre como jefe de hogar un 48,1%.
Entre los hogares del primer quintil, siete de cada diez habían recibido ayudas impulsadas por el gobierno a noviembre-diciembre, esto corresponde al 71,8%, que se se desglosa en un 69,6% de los del segundo quintil, 54,8% del tercer quintil, 44,1% del cuarto quintil y 28,1% del quinto quintil.
Con respecto al Ingreso Familiar de Emergencia, al analizar la distribución de los hogares que lo recibieron, el 35,9% de los beneficiarios pertenecía al quintil de menores ingresos, 30,3% al segundo, 22,3% al tercero, 8,4% al cuarto y 3,1% al quinto.
Por su parte, la representante del PNUD en Chile, Claudia Mojica, afirmó que "los datos nos muestran que, respecto a la situación socioeconómica pre-pandemia, los hogares están a mitad de camino en materia de recuperación, por lo que es necesario redoblar los esfuerzos para evitar una recuperación lenta y desigual".
