Fue el pasado 8 de abril cuando se dio inicio a una nueva negociación entre el Gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) para intentar consensuar un reajuste al salario mínimo.
Sin embargo, las negociaciones no llegaron a buen puerto y tras las fallidas conversaciones, el Ejecutivo ingresó el proyecto en el último día de abril, considerando que el salario mínimo actual ($326.500) venció el 1 de mayo, por ello, los márgenes para alcanzar un acuerdo con la CUT y enviar una iniciativa de ley al Congreso desde un comienzo eran cortos.
Así, el cuerpo legal actualmente está siendo discutido en la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados sin acuerdo entre las partes, como en todo caso ha ocurrido en varias ocasiones anteriores y bajo distintas administraciones.
La primera propuesta del Gobierno era elevar de los actuales $326.500 a $337.000 el salario mínimo bruto mensual para todos los trabajadores de 18 años de edad hasta los 65 años. Es decir, un reajuste de 3,2% equivalente a $10.500.
Pero, ayer en la mencionada comisión, y dada la falta de acuerdo con trabajadores y por rechazo anunciado por sectores de la oposición, el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, solicitó tiempo para entregar una nueva cifra del incremento, la que se materializaría el próximo lunes.
En consecuencia, la instancia quedó a la espera de la nueva propuesta del Ejecutivo antes de proceder a la votación en general y en particular de la medida. Con esto, el reajuste que planteará el Gobierno estaría en condiciones de ser votado también por la comisión de Hacienda y por la Sala de la Cámara la próxima semana.
Salario mínimo en $500 y alza transitoria hasta $650 mil
A la espera de esto, ¿qué piden los trabajadores? La CUT apunta a subir el salario mínimo a un monto de $500 mil, y desde la oposición han planteado su voluntad a avanzar hacia una cifra cercana. De ser así, aquello se traduciría en un reajuste del 53% -muy lejos de lo que ha ocurrido en la historia del reajuste-, además de que desde la pymes lo ven como algo inviable.
"Vamos a insistir en el debate respecto a nuestra propuesta, y esperamos que en el Parlamento tengamos una mejor acogida de la que tuvimos con el Ejecutivo", ha sostenido la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, en medio del debate.
Además, para ella, "en la práctica" lo que hizo en Ejecutivo "fue desahuciar el diálogo para poder imponer una propuesta que estaba muy lejos de lo que había planteado la CUR y de las propuestas y documentos técnicos que presentamos en el marco de las dos reuniones que tuvimos con el ministro Cerda.
Otra propuesta que ha salido en esta discusión es la del economista de la Fundación Sol, Marco Kremerman, quien planteó ayer en la comisión la idea de reajustes semestrales de aquí a noviembre de 2023.
En esa línea, en primer lugar, planteó un incremento de $30 mil, para luego pasar a un aumento de $60 mil semestrales. Con ello, a noviembre de 2023, se lograría un salario mínimo mensual de $625 mil. La propuesta incluye subsidios estatales para micro y pequeñas empresas, los que irían disminuyendo en forma gradual, hasta alcanzar la totalidad del pago del ingreso mínimo.
Según declaraciones de Kremerman recogidas por El Mercurio, la matriz laboral chilena se acostumbró a funcionar con bajos salarios y agregó que el 42% de quienes ganan el salario mínimo son jefes de hogar y en su mayoría mujeres.
Nunca el salario mínimo se ha reajustado más de $20 mil, y en términos porcentuales, en los últimos 10 años el promedio de reajuste es inferior a 5%. La mayor variación de las últimas tres décadas se concretó el 1 de marzo de 2020, cuando escaló $19.500 a $320.500. Desde 2010 a la fecha, el salario mínimo ha subido 90%.