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La temida "estanflación": El fenómeno que hace temblar a los mercados y amenaza a la economía mundial

El término apunta a un escenario de alta inflación combinado con una estancamiento del crecimiento económico.

29 de Septiembre de 2021 | 13:03 | Por Tomás Molina J., Emol
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AP
La temida estanflación está al acecho de una economía global que se encuentra en terreno incógnito, en medios de numerosas variables en juego que hacen complejo anticipar con cierta precisión que vendrá en los próximos meses.

Estancamiento más inflación da como resultado: estanflación, una extraña combinación que fue acuñada en los años 60', cuando el ministro de finanzas del Reino Unido, Ian Mcleod, juntó esas dos variables para definir lo que estaba pasando en ese entonces, ya que los precios estaban subiendo, pero la economía se estaba frenando.

Aún son pocos los analistas que prevén un alto riesgo de ver un escenario estanflacionista a nivel global, pero ciertamente hay señales que dan para analizarlo.

La recuperación económica global tan requerida en medio de crisis provocada por el coronavirus ha venido perdiendo ímpetu recientemente en el crecimiento de sus dos locomotoras principales: China y Estados Unidos, mientras que la variante Delta continúa azotando en distintas partes del globo, moderando el gasto en algunos sectores, como el ocio y el transporte, y afectando a la vez a la producción y embarque en otros.

Por otra parte, la escasez de mano de obra que se está generalizando en una cantidad creciente de economías, la falta de contenedores y los problemas en la cadena de suministros mundial y la crisis energética con precios disparados, han llevado a que la inflación en distintas economías del mundo esté siendo más pegajosa (duradera y alta) de lo que se esperaba.

Esto, han advertido algunos expertos, puede derivar en una economía en la que los precios avancen mucho más deprisa que el crecimiento real. Un escenario que tiene a los mercados tambaleando y a los bancos centrales del mundo en una compleja situación.

Una inflación más elevada está ejerciendo presión sobre aquellos que desean mantener una política monetaria expansiva. Sin embargo, al mismo tiempo una desaceleración del crecimiento económico presenta un problema para los bancos centrales que están más inclinados a reducir los estímulos.

Todo esto, además, genera dudas respecto a si los gobiernos debiesen o no comenzar a retirar los apoyos fiscales, escenario que mantiene a los inversionistas reflexivos respecto a si es que este boyante mercado de los últimos meses será lo mismo sin la notable inyección de recursos.

"Se puede argumentar que la estanflación 'moderada' ya comenzó", escribió en una columna reciente el destacado economista Nouriel Roubini. "La inflación está aumentando en Estados Unidos y en muchas economías avanzadas, y el crecimiento se está desacelerando bruscamente, a pesar de los enormes estímulos monetarios, crediticios y fiscales", agregó.

Con todo, un periodo prolongado de estanflación no es todavía la hipótesis de base entre los economistas y los inversionistas del Wall Street. "¿Es un estado permanente, o está más relacionado con las fricciones en torno a la reapertura? Creo que la mayor parte es temporal", aseguró Neil Shearing, economista jefe del grupo Capital Economics.

Eso sí, los estrategas de Bank of America Ohsung Know y Savita Subramanian, en una reciente nota a clientes, manifestaron su preocupación por los precios de la energía y advirtieron que "la estanflación con frecuencia se acompaña de crisis del petróleo. Con los recientes aumentos de los precios del crudo por las interrupciones de la cadena de suministro, el riesgo de crisis del petróleo ha aumentado".

Por su parte, el principal asesor económico de Allianz, Mohamed Aly El-Erian, comentó en una columna el domingo que "algunos economistas, y la mayoría de los responsables de las políticas, creen que las actuales tendencias estanflacionarias pronto se verán debilitadas por una combinación de fuerzas de mercado y cambios en el comportamiento humano".

De todas formas, aseguró que "la reciente aparición de tendencias estanflacionarias sirve como un recordatorio oportuno de la necesidad urgente de tomar medidas integrales en materia de política económica. Cuanto antes se materialice una respuesta de este tipo, mayor será la probabilidad de anclar la recuperación económica, el bienestar social y la estabilidad financiera".

Impacto en las bolsas

Por otra parte, desde el banco nórdico Danske Bank, vienen insistiendo en las últimas semanas sobre el creciente riesgo de un escenario estanflacionista a nivel global. "Vemos alrededor de un 30% de posibilidades de que se desarrolle un escenario de estanflación", señalaron los economistas del banco en un informe publicado la semana pasada.

"Un factor clave detrás de este escenario es que las limitaciones de la oferta, como la escasez de mano de obra y los problemas de la cadena de suministro, persisten durante más tiempo de lo esperado, reduciendo la producción potencial y provocando un aumento adicional de las presiones salariales, lo que posiblemente se traduzca en una mayor inflación", añadieron.

"Vemos alrededor de un 30% de posibilidades de que se desarrolle un escenario de estanflación".

Danske Bank
Lo anterior, podría empujar a los bancos centrales a aplicar medidas más drásticas en cuanto a endurecimiento de tasas, lo que a juicio de los economistas de Danske Bank, impactará el sentimiento de riesgo global, el dólar se mantendrá fuerte, lo que derivará en un impacto global en la rebaja de precios de las acciones e incrementarán las primas (spreads) en el mercado de bonos.

Según el banco nórdico, la estanflación es uno de los regímenes en los que las acciones tienden a mostrar un peor comportamiento, medido en términos reales. "Básicamente, no hay dónde esconderse en las acciones si llega un escenario de estanflación".

Desde JP Morgan, explicaron en un boletín semanal que "la inflación alta y el crecimiento débil son aspectos negativos para casi todos los activos, puesto que la inflación, generalmente, significa tipos de interés más altos y unos costes más elevados para los insumos. Esto implicaría una caída de los márgenes de beneficio de las empresas". El banco estadounidense señaló que ese fue el telón de fondo en la década de 1970 y principios de la de 1980.

Los economistas de Danske Bank coinciden y destacan que "llegado un momento determinado, la Fed y otros bancos centrales tendrán que endurecer aún más la política monetaria en una etapa posterior, lo que implicaría un mayor retroceso económico y un mayor impacto en los activos de riesgo".
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