La crisis de seguridad en Chile se reflejó en el V Estudio de Mermas en el retail, elaborado por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS, la empresa ALTO y la Universidad Adolfo Ibáñez. Esto, porque el crimen organizado, como causante del robo y/o hurto externo, creció desde un 26,9% en 2017 a un 31,4% en 2022.
Incluso, lo robos realizados por "delincuentes solitarios" más el robo por crimen organizado explicarían el 49% del total de pérdidas por robo/hurto externo el año pasado.
Al respecto, George Lever, gerente de estudios de la CCS, manifestó la preocupación del gremio por la tendencia al aumento del robo externo como causal de mermas, "particularmente aquel que se origina en el crimen organizado, una tendencia en alza que tiene implicancias mayores en términos de la seguridad de las personas".
Para el ejecutivo, el estudio muestra que el sector "ha desplegado inversiones significativas en prevención y seguimiento, las que deben ser complementadas por las estrategias nacionales en términos de seguridad desde los organismos competentes".
Eduardo Hernández, gerente legal de la empresa de protección de activos, ALTO Chile, coincidió con Lever por el incremento de las mermas asociadas al crimen organizado, una problemática que, a su juicio, debe ser enfrentada de manera colaborativa entre todos los actores: desde las autoridades hasta las empresas.
"Más allá del alza puntual de este 2022, el estudio nos muestra que las mermas vienen experimentando una tendencia a la baja, la que estaría explicada por las diferentes medidas que se están implementando"
En ese sentido, destacó "las capacitaciones orientadas a la disminución de pérdidas o medidas persuasivas o las campañas de marketing disuasivo, a eso se suma el uso de data histórica para el diseño de analítica de datos que impacten en la toma de decisiones, la gestión de información inteligente proporcionada por circuitos cerrados de televisión y las medidas judiciales", explicó Hernández.
Optimismo
La CCS, en conjunto ALTO, dieron a conocer este martes los resultados que muestran que el índice promedio de mermas como porcentaje de las ventas alcanzó el 1,14% en el año 2022, lo que equivale a US$177 millones. Esta cifra representa un alza respecto al 0,98% de 2021, año en el que aún existían restricciones a la movilidad productos de la pandemia.
En un análisis que participaron 12 cadenas con una cobertura total de 2.064 tiendas y una facturación total conjunta de más de US$15.000 millones.
Sin embargo, los autores del estudio son optimistas: el dato de 2022 es menor al registrado en las demás ediciones del estudio, siendo 2014 el año en el que se registró el peak de 2,0% de mermas. En 2017 -el último año del estudio previo a la pandemia- la merma llegó a 1,60%.
Esta tendencia podría interpretarse como una señal de que las medidas de prevención y control aplicadas en los últimos años han sido efectivas para acotar las pérdidas por mermas. En base a los antecedentes recabados, se espera que este año la tasa de merma mantenga en términos generales los niveles de 2022, incluso con una leve disminución, hacia el 1,13%.
Tamaño y regiones
El estudio muestra que, a mayor tamaño de la tienda, mayor es la merma relativa a las ventas. También se identificaron diferencias por regiones: el índice más elevado se registra en la Región Metropolitana, tanto para la muestra total como por categorías, con excepción de las farmacias, que presentan un mayor índice en la Región de Valparaíso.
La pérdida desconocida explica el 69% del total de la merma, cifra menor al 72% del estudio en 2017.
Además, se observa un cambio en la composición de la pérdida desconocida, con un aumento en el robo/hurto externo como porcentaje del total, que subió desde un 46,2% en 2017 a un 49,4% del total en 2022. En tanto, el hurto interno, disminuyó desde un 35,2% a un 28,2%, respectivamente.