Falabella claramente está en un momento de cambios. Porque le ha costado adaptarse a los nuevos tiempos.
Si bien durante el segundo trimestre del año la compañía registró utilidades por US$ 61 millones —gracias a un cambio de estrategia de último minuto—, estas disminuyeron en un 12,5% con respecto al mismo periodo del año pasado. El ebitda, por su parte, se desplomó 42%. Así, las pérdidas del holding —entre enero y junio de este año— fueron de US$ 6 millones.
Los ajustes para enfrentar la situación se han hecho sentir: más de 9 mil trabajadores dejaron la compañía. Además, la empresa comenzó la venta de activos, que intentará recaudar unos US$ 400 millones.
A eso -y para contener la crisis- se sumó la llegada a la presidencia del directorio, hace 4 meses, de Enrique Ostalé, quien ya tomó su primera gran decisión: Gastón Bottazzini, gerente general corporativo, dejará su cargo a fin de año.
La situación en la que se encuentra envuelta la compañía solo se comprende al remontarse algunos años atrás, cuando, incluso antes del estallido y la pandemia, el holding decidió pisar el acelerador en el que, muchos pensaron, sería su negocio estrella. Aquí, 5 claves, explican el momento que vive Falabella.
Presente de la acción
Las cifras de las acciones de Falabella dan cuenta de una pendiente muy inclinada. Y es que si en 2018 el valor de la acción superaba los $5.000, hoy apenas se eleva por sobre los $2.000.
La situación en 2023 es un claro reflejo de la crisis: el precio máximo de la acción llegó a los $2.418, mientras que el mínimo a $1.610. Así, el precio promedio en lo que va del año es de $1.928. La cifra más baja en la que ha estado la acción en los últimos 12 meses es aún menor: de $1.491.
Al cierre de esta nota, la acción de Falabella estaba en $2.100.
El canal digital
Gastón Bottazzini llegó en 2008 a Falabella. Ese año, asumió la gerencia corporativa de Falabella Financiero. 10 años después —y tras los buenos resultados de su gestión— arribó a la gerencia general. Su objetivo: potenciar la venta online. Fue así como, en 2018, la compañía anunció la compra de Linio, en US$ 138 millones.
Tras la adquisición del marketplace, vino el estallido social de 2019. Varias tiendas de Falabella, Sodimac y Tottus fueron saqueadas. El consumo, además, durante el último trimestre de ese año, diminuyó drásticamente. Bottazzini enfrentaba su primer gran desafío.
Luego, se apareció la pandemia. Era la oportunidad perfecta para que Falabella pusiera a prueba sus avances en el área digital. El abrupto aumento de la demanda, sin embargo, puso en jaque la cadena logística de la empresa, que no fue capaz de responder con la rapidez que hacía falta.
Así, las demoras y equivocaciones dieron paso a reclamos ante el Sernac, lo que afectó la reputación de la marca.
En 2021, Falabella quiso ir un paso más allá: lanzó su nueva plataforma de ventas digitales, con una nueva imagen. Unificó, también, las ofertas de más de 8 millones de productos de su tienda, además de Sodimac, Tottus y Linio. De este modo, los productos de todas las áreas quedaron en un solo sitio.
"El nuevo falabella.com es el pilar de la propuesta digital de Falabella, que se complementa con nuestra oferta de más de 500 tiendas, 46 centros comerciales, alternativas de pago, financiamiento y programa de lealtad, permitiéndonos estar cada vez más presentes en el día a día de nuestros clientes con soluciones que se adaptan a sus necesidades", dijo en ese entonces Bottazzini.
La estrategia no ha dado resultados y tiene a Falabella, por ahora, con números rojos. Según explicó Enrique Ostalé en entrevista con El Mercurio, "el cliente pudo confundirse, porque tiene un posicionamiento de lo que es Falabella, Sodimac y Tottus y al potenciar que el marketplace fuera la entrada a nuestros negocios verticales, el cliente se confundió. Hoy lo estamos mejorando".
"Su intento de enfrentarse mano a mano con gigantes como Amazon y MercadoLibre ha dañado su balance", fue análisis de Bloomberg.
Cambio de ejecutivo
A comienzos de septiembre y tras más de 5 años en el cargo, Gastón Bottazzini renunció a gerencia general de Falabella. En relación a su decisión, el ejecutivo destacó que "en todos estos años hemos emprendido muchas iniciativas, hemos tenido éxitos, y hemos cometido errores, ambos han contribuido a un proceso en el que hemos crecido mucho como organización. Estoy seguro de que durante los próximos años cosecharemos todos los frutos de los esfuerzos hechos durante el desafiante proceso de digitalización de la compañía".
Ese día, el presidente del directorio, Enrique Ostalé, agradeció "la relevante contribución de Gastón en el desarrollo de la compañía con distintas responsabilidades".
Según dijo en El Mercurio, a Bottazzini "le tocaron los últimos 5 años muy difíciles, no solo tuvo que liderar esta transformación digital en un contexto de pandemia, de inflación, alza de tasas de interés, que no facilitaron estos procesos". Agregó, además, que "tuvo la generosidad de entender que su ciclo estaba llegando a su fin".
La salida del gerente general se veía venir. Y es que su gran proyecto, la estrategia digital —esto es, la compra de Lineo y la decisión de centralizar las marcas en Falabella.com— nunca dio los resultados esperados.
Cambio en el directorio
En el directorio de Falabella están representadas las 6 familias que controlan la firma: los Solari Donaggio, los Del Río, los Cuneo Solari, los Cortés Solari, los Heller Solari y los Karlezzi Solari.
A comienzos de este año, el directorio —con el objetivo de comenzar a enfrentar la crisis— hizo algunos cambios. Entre ellos, integró a Enrique Ostalé, quien quedó como el primer presidente de la instancia externo a las familias controladoras.
El ingeniero fue presidente y director general de Walmart en México y Centroamérica. Durante sus primeros meses al mando de Falabella, ha visitado las operaciones en Chile, Perú, Colombia, Brasil, México, Uruguay y Argentina.
Con respecto a cómo llegó a liderar Falabella, Ostalé señaló en El Mercurio que "los accionistas controladores tomaron la decisión de hacer un cambio importante en el directorio, invitar a tres nuevos integrantes (...) pensaban que tenía algo que aportar y querían miradas nuevas que se complementaran con los directores que se quedaban".
En relación a sus tareas, fue enfático: "El mandato es salir fortalecidos de esta coyuntura".
Proyecciones: No habrá aumento de capital
"El foco y la energía están puestos en mejorar la rentabilidad de Falabella". Así define Ostalé la tarea que está llevando a cabo. Agrega, a modo de aclaración, que "quiero ser bien enfático: Falabella tiene liquidez y capacidad para cumplir con todas sus obligaciones financieras".
"Falabella tiene liquidez y capacidad para cumplir con todas sus obligaciones financieras"
Enrique Ostalé, presidente del directorio de Falabella
En esa línea, y en relación a la deuda de 8,6 veces ebitda —que sigue en aumento— que tiene la compañía, Ostalé sostuvo que "nos estamos ocupando de todo, con prioridad en los resultados, que es lo que más incide".
Con respecto a los lineamientos que seguirá la firma, aseguró que "la omnicalidad sigue siendo muy importante, porque los clientes quieren tener esta experiencia con marcas, desde lo físico a lo digital, y en todas sus combinaciones posibles con la menor fricción. Nuestra ventaja es que podemos ofrecerles eso".
Según Ostalé, por ahora, no habrá un aumento de capital. "No que yo esté enterado", dice. "Es evidente —agrega— que no sería buen negocio para los accionistas diluirse al precio actual de la acción. Los aumentos de capital se hacen más en situaciones de fortaleza de que de debilidad. La compañía mantiene su fortaleza financiera, hoy no estamos en ese escenario".