Las isapres enfrentan dos fallos de la justicia que podrían llevarlas a la insolvencia y, con ello, a dejar a miles de afiliados a la deriva. Se trata de una crisis que ha generado cuestionamientos sobre las aseguradoras y que ha llevado a muchos a preguntarse si el sistema privado de salud será capaz de sostenerse en el tiempo.
En este contexto son pocos quienes imaginaban la posibilidad de que nuevos actores osaran entrar a la industria. En términos más concretos, nadie esparaba que un grupo empresarial anunciara que entre sus proyectos se encuentra la creación de una nueva isapre.
Y es que es eso, precisamente, lo que tiene en carpeta el Grupo Andes Salud. La compañía, que gestiona cuatro clínicas -en Calama, Ñuble, Biobío y Los Lagos-, dos centros médicos en Talca y Los Ángeles, y una red de 19 centros ambulatorios, viene trabajando en el proyecto hace por lo menos seis meses. Según han calculado, la iniciativa demandará una inversión inicial de $6.000 millones. Su aspiración es llegar a 460 mil afiliados en 10 a 15 años.
"Como ha operado el sector de isapre, ha hecho que más de 600 mil personas hayan tenido que migrar a Fonasa, que claramente no resuelve adecuadamente los problemas de salud. Hay una tremenda oportunidad, porque se han perdido 600 mil personas", señaló a El Mercurio Gonzalo Grebe, gerente general de Andes Salud.
El ejecutivo indicó, de todos modos, que el proyecto está sujeto a algunas condiciones, como que "se despejen las certezas que requiere cualquier sector para poder operar (...) Una vez que estén todos definidos y claros, nos permite proyectar hacia adelante".
Con todo, señaló también que "según nuestros cálculos, con el 7% podríamos poner a disposición de la población planes atractivos, con coberturas entre el 50% y el 80% de nuestra red. La idea es que sean pocos planes y simples, tres o cuatro máximo, con bajos costos de administración".
Pero, ¿por qué un grupo empresarial se arriesgaría a ingresar a la industria en un momento como este? ¿Qué posibilidades hay de que tenga éxito?
Cartera "sana" y de "bajo costo"
Para comprender por qué un actor como Andes Salud está contemplando la creación de una isapre hay que atender a los fallos que tienen a la industria en crisis.
El primero de ellos es por tabla de factores. Esta sentencia mandató a las isapres a realizar devoluciones masivas por cobros en exceso. Su implementación, a través de una ley corta, se está discutiendo en la comisión de salud del Senado.Debe salir antes de mayo.
La segunda resolución es la que ordenó anular las alzas realizadas en las primas GES, lo que las isapres comenzaron a cumplir hace algunas semanas. Con esto, y de no encontrarse solución, las compañías verían una disminución de alrdedor de un 12% en sus ingresos.
A juicio de Héctor Sánchez, ex superintendente de Salud, los pasos que está dando Andes Salud se fundan justamente en la realidad que atraviesa la industria.
Según explica, "si hoy día nace una isapre, no está afecta a los fallos, desde el punto de vista del impacto financiero, porque va a nacer con la tabla de riesgo que estableció el tribunal y va a cobrar el valor de la prima GES que corresponde. Va a nacer sana desde el punto de vista financiero".
"Las isapres pueden seleccionar el ingreso en función de edad y en función de condición de salud. Va a ingresar población sana y de bajo costo. Esa es la razón por la cual hoy día un grupo se atreve a crear una isapre"
Héctor Sánchez, ex superintendente de Salud
El también académico de la U. Andrés Bello indica además que de la eventual quiebra de una isapre (que exista en la actualidad) se desprende un 60% de la cartera que "son personas menores de 60 años, que no tienen preexistencias y no tienen tratamientos en curso, por lo tanto es cartera sana. Ese es el mercado al cual van a apuntar las isapres nuevas".
"Las isapres pueden seleccionar el ingreso en función de edad y en función de condición de salud. Va a ingresar población sana y de bajo costo. Esa es la razón por la cual hoy día un grupo se atreve a crear una isapre", detalla.
Patricio Fernández, también ex superintendente de Salud, tiene una opinión similar. Explica -teniendo en mente a Andes Salud- que si alguno de los competidores eventualmente termina su funcionamiento, "hay un número importante de personas afiliadas a esa isapre que van a buscar otra forma de aseguramiento. Y la isapre que hoy está en mejor situación, que es la isapre Esencial, es muy cara. Por lo tanto, si se logran segmentar en otro nivel, lo más probable es que capten personas que tienen interés en eso".
Otra razón, explica Fernández, tiene que ver con los cambios regulatorios que se están proponiendo. En esa línea, dice que todas las reformas apuntan a un mantenimiento del sistema mixto, lo cual "puede resultar beneficioso a una nueva isapre, porque puede tener planes estandarizados, potenciar la contratación digital o elaborar planes más simples".
Por último, indica que "en el caso de Andes Salud se trata de un grupo también de prestadores, por lo tanto la isapre le sirve para proteger el funcionamiento de su prestador a través del financiamiento que le llegaría a sus afiliados, que a su vez pueden ser pacientes de esas clínicas".
Certeza jurídica
El coordinador del Comité Técnico asesor de la ley corta de isapres, Emilio Santelices pone un énfasis en el funcionamiento del sistema a futuro.
Desde su púnto de vista, la idea de crear una isapre "puede surgir por el hecho de que, como todos esperamos que esta crisis se resuelva, sirva de una vez por todas para establecer reglas claras y certeza jurídica".
Eso, agrega, podría "incentivar a algunos a instalarse en este sistema y volverlo a hacer crecer".