Hasta la tarde ayer, aún había 670 mil clientes sin suministro eléctrico, de los cuales 469 mil correspondían a la Región Metropolitana, según cifras de Senapred. La gran mayoría de ellos están sin luz desde el jueves, cuando las ráfagas de hasta 125 kilómetros por hora embistieron contra árboles, postes y tendido eléctrico.
Los expertos han subrayado que el temporal que azotó a la zona centro-sur del país a mitad de semana fue inédito. Pero lo que no ha sido inédito -dicen quienes hoy pasarán su cuarto día sin luz- es la respuesta que ha ofrecido la empresa distribuidora: Enel.
Y es que hay dezasón en la ciudadanía. En muchos casos incluso impotencia, al no recibir una respuesta clara o, simplemente, toparse con una grabadora al momento de llamar. La espera, en total oscuridad, sin certeza alguna, ha puesto en el centro de la discusión la calidad de servicio que la distribuidora entrega.
"Ni rastro de la compañía"
Los dardos no han dejado de apuntar contra Enel. "Entiendo el descalabro producido por las lluvias, vientos, caídas de árboles añosos sin podar", escribió Mónica Accorsi, clienta de la compañía, a El Mercurio. "Lo que no entiendo -agregó- es que Enel no conteste los llamados y se escuche una grabación de prueba y corten la comunicación. Sin comentarios".
"Cuentos de la luz", se titula otra misiva enviada a ese medio. En ella, una grupo de vecinos de Vitacura denuncia el "desamparo de clientes a mercen de un monopolio (regulado)".
El jueves, explicaron, tras varias horas sin luz "un auto copilotado por la alcaldesa pasó, miró y partió. Muchas gracias. Ni rastro de la compañía responsable del servicio".
Agregaron que a partir de la situación vivida "emergen diversas preguntas. Entre ellas, cambio climático, desarrollo urbano y gestión de desastres mediante, y padecida una preocupante sucesión de incidentes similares en el último lustro, ¿es posible tomar medidas para atenuar su impacto?"
Otros han enfrentado las largas horas sin luz con ironía. "Este temporal y gran apagón es un gran aporte para que no aumenten las cuentas de la luz. ¿Lo usarán para explicar una potencial baja del IPC?, escribió Francisco Orrego a El Mercurio.
Mientras, René García, en el mismo medio, comentó: "En vista del tremendo impacto que tuvo la caída de árboles sobre postes y cableado eléctrico, el argumento del altos costo de implementar cableado subterráneo queda totalmente desvalorizado".
El académico de la Universidad Católica, y experto en opinión pública, Roberto Méndez, también entró al debate. En su cuenta de X apuntó contra la compañía a cargo de la distribución, con un toque de nostalgía: "Se echa de menos a Chilectra. Entonces había un vocero, una persona que daba la cara y las explicaciones. Ahora solo silencio (y oscuridad). Así no se maneja una crisis, amigos de Enel".
La falta de información es inexcusable
La ex secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía y ex ministra de Defensa, Vivianne Blanlot, se extendió en una columna en El Mercurio en relación a lo ocurrido a partir del temporal.
"Por cuarta vez este año hemos sufrido interrupciones masivas en el servicio eléctrico. En tre ocasiones ha habido miles de clientes sin electricidad por más de 20 horas y, en algunos casos, por más de dos días", comenzó diciendo.
Así, prosiguió: "Debemos preguntarnos si los estándares exigidos a las empresas distribuidoras son los adecuados para la vida actual, y si los sistemas regulatorios están cumpliendo con su rol en forma coherente con las necesidades actuales. Todo indica que no es así".
Blanlot subrayó una de las quejas que se ha repetido en estos días. "En materia de información al cliente, la falta de ella es inexcusable en tiempos en que se debería poder conocer en línea la ubicación y el tipo de falla, ya que los sistemas informáticos existentes lo permiten".
Asimismo, aseguró que "los clientes deberían poder acceder en forma expedita a la misma información, y conocer el plan de recuperación de la empresa con solo ingresar su número de cliente. En la práctica, la experiencia de miles de familias en las fallas de este año muestra que no existe ninguna forma de saber si la falla que los afecta durará dos horas, un día o una semana, o si, al menos, hay planes de repararla".
"Respecto a la gestión regulatoria -añadió- cabe preguntarse con qué criterios se diseña la empresa 'modelo' en base a la cual se fijan las tarifas a las distribuidoras. Las exigencias en cuanto a sistemas deinformación, redundancia en las líneas de alimentación, estándares de mantenimiento equipamiento para responder a fallas, son críticas y deben estar a la altura de las necesidades y posibilidades técnicas de hoy. Nada indica que esto esté ocurriendo".
"Las empresas deben ponerse a la altura de los tiempos y establecer como su misión dar un servicio de alta calidad, apoyándose en las soluciones que ofrece la tecnología hoyen día", señaló además.
Por último, indicó: "Salir del subdesarrollo requiere combatir la mediocridad en la gestión pública y privada, e instalar la cultura de la excelencia a todo nivel".
Las explicaciones de Enel
En medio del las quejas, Víctor Tavera, gerente general de Enel Distribución salió a explicar la dificultad de la situación para la compañía.
"Desde el año 2010 que no teníamos una situación tan compleja como la que estamos viviendo en este momento", explicó, aludiendo al terremoto del 27/F.
"Tenemos más de 200 puntos que están siendo afectados por fallas principalmente como postes que fueron botados producto del impacto de árboles que se salieron de raíz, que tiene que ver mucho con la sequía y con estos vientos que no veíamos en Santiago desde hace muchos años", indicó ayer.
Asimismo, aseguró que la reposición "puede tomar varios días". Según las últimas versiones se extendería hasta este lunes.
"Estábamos preparados para un evento importante, pero la magnitud que fue este, la verdad es que fue mucho más, pero están todas nuestras cuadrillas en terreno. No vamos a descansar hasta que finalmente todos los clientes estén con suministro", añadió finalmente.