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"Colombianización", conflicto social y política: El debate entre Robinson, Velasco y Briones por estancamiento de Chile

El economista británico y autor de "¿Por qué fracasan los países?" señaló que en Chile existe un fenómeno que denominó como "favoritismo" y el cual genera la sensación de que el desarrollo de las personas está "limitado por su situación social"

04 de Septiembre de 2024 | 16:31 | Redactado por Martín Garretón
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James Robinson, profesor titular de la Escuela Harris de Política Pública de la Universidad de Chicago, Andrés Velasco e Ignacio Briones (ex ministros de Hacienda)

El Mercurio
Fortalecer las instituciones, cambios al sistema político, la élite política y empresarial y la "colombianización" de Chile, fueron parte de los temas que debatieron James Robinson, profesor titular de la Escuela Harris de Política Pública de la Universidad de Chicago, y los ex ministro de Hacienda, Andrés Velasco e Ignacio Briones, quienes abordaron el estancamiento y las barreras para el crecimiento económico en Chile.

Lo anterior, durante el conversatorio "Retos y oportunidades para el desarrollo económico de América Latina" organizado por la Universidad Andrés Bello.

El debate inició tras la alocución que realizó Robinson, economista británico que visita por segunda vez Chile y quien es conocido por escribir junto al turco estadounidense Darren Acemoglu el libro "¿Por qué fracasan los países?".

En el escrito, se expone la relevancia que han tenido las bases institucionales en los casos de desarrollo exitoso a nivel global, sin embargo su diagnóstico sobre Chile es un poco más complejo y hasta contraintuitivo, pues si bien considera que existen bases sólidas en la organización del Estado, también ve un conflicto social marcado por el descontento que estaría influyendo de manera relevante en el estancamiento del desarrollo económico observado en décadas pasadas.

Exposición de James Robinson

Según Robinson, el modelo chileno se resume en una combinación de certeza jurídica y lo que denomina como "favoritismo", que es como define la desigualdad de oportunidades a favor de cierta élite que a su vez contribuye a sostener la estabilidad institucional.

"Hay mucho éxito, hay mucho que celebrar y mucho que preservar, pero también hay problemas, está este 'favoritismo' que se ha hecho más y más notorio", fue lo que planteó.

"Estaba leyendo este escándalo de corrupción y lo que me molestó bastante (…) Porque el señor Hermosilla hablaba de, 'tengo miles de contactos en mi teléfono'. Esto es una cosa muy colombiana, en Colombia dicen 'el rabo de paja'"

James Robinson, economista británico

El también profesor de la Escuela Harris de Políticas Públicas de la Universidad de Chicago afirmó que Chile es un caso de éxito, pero este modelo de "certezas y favoritismo" solo debe ser una transición hacia otro más inclusivo.

Según planteó, se ha evidenciado en Chile que las posibilidades que tienen las personas para desarrollarse "son limitadas por tu situación social (...) Existe esta idea de que no importa lo duro que intentes, nunca puedes avanzar a menos que el sistema te lo permita".

Y enfatizó que aquello tiene consecuencias más profundas sobre el devenir del desarrollo. "Una consecuencia de esto es la caída de confianza en el sector privado también, y eso es un desastre. Yo hablo de instituciones estatales y la importancia de ellas. Eso es particularmente importante en una economía basada en recursos naturales, pero no hay historia de éxito económico en los registros que haya sucedido sin un sector privado dinámico".

Ejemplificó con lo que denominó la "colombianización" del Estado chileno. Frente a ello, mencionó el caso Audio, apuntando a los abogados -y hermanos- Luis y Juan Pablo Hermosilla.

"Estaba leyendo este escándalo de corrupción y me molestó bastante (…), porque el señor Hermosilla hablaba de, 'tengo miles de contactos en mi teléfono'. Esto es una cosa muy colombiana, en Colombia dicen 'el rabo de paja'", añadió.

Y agregó: "¿Cómo funciona en Colombia? Todos tienen rabo de paja. Tú tienes detalles sucios de mi, yo tengo detalles sucios de ti, tú tienes detalles… y todos nos callamos, porque si hablamos nos vamos a la prisión todos".

Velasco

En tanto, el ex ministro de Hacienda, Andrés Velasco, comenzó su exposición planteando que "creo que en el mundo, en América Latina y en Chile, hoy día prima la sensación de que algo se jodió, que algo anda mal, que no estamos en nuestro mejor momento, que íbamos bien pero nos pasó algo".

Ante esa interrogante, argumentó que hay dos respuestas "típicas", según señaló. Una, "progre", y otra "conservadora".

La primera apunta -dijo- a que la desigualdad aumentó. Por ello, se supone, la gente "se enojó y como la gente se enojó la política se deterioró".

"Yo no creo que Chile sea una sociedad profundamente dividida en las preferencias. Tampoco creo que sea una sociedad dividida porque la oligarquía no quiere ceder su poder. Si la oligarquía fuera tan poderosa, no tendríamos gridlock (estancamiento). Creo que lo que tenemos precisamente es porque la oligarquía ya no es tan poderosa como fue y por lo tanto no puede imponer su parecer"

Andrés Velasco, ex ministro de Hacienda
Asimismo, el ex secretario de Estado durante la primera administración de Michelle Bachelet (2006-2010) apuntó a que el diálogo "se hizo más difícil". Según planteó, esta lógica señala que hay que disminuir la desigualdad y con eso "la gente va a estar menos enojada, la calidad de política va a mejorar y vamos a ser todos felices para siempre".

Eespecto de la respuesta conservadora, expuso que esta indica que el país se complicó porque el "crecimiento cayó".

"Yo la verdad no me creo ninguna de estas dos historias, al menos no en esta versión simplificada. Evidentemente el crecimiento es importante y evidentemente Chile es un país muy desigual y reducir la desigualdad es importante. Eso no está en discusión", fue lo que expuso el académico, remarcando que ambas visiones tiene un "muy bajo sustento empírico".

Luego, manifestó su primer contraste contra Robinson y se mostró escéptico sobre la hipótesis del descontento social y el favoritismo como principal obstáculo del progreso de Chile.

En ese sentido, argumentó que la desigualdad por ingresos del país ha ido disminuyendo y que, de hecho, en países europeos que gozan de estabilidad, en este punto también han visto protestas ciudadanas.

"Yo no creo que Chile sea una sociedad profundamente dividida en las preferencias. Tampoco creo que sea una sociedad dividida porque la oligarquía no quiere ceder su poder. Si la oligarquía fuera tan poderosa, no tendríamos 'gridlock' (estancamiento). Creo que lo que tenemos precisamente es porque la oligarquía ya no es tan poderosa como fue y por lo tanto no puede imponer su parecer", añadió.

Dicho el ex secretario de Estado comentó lo que, a su juicio, es el principal problema, y dice relación con que "el sistema político está detenido. Para mí, el sistema está en un bloqueo porque hay una suerte de conflicto fundamental en la sociedad respecto de cuál es la dirección que se debe tomar".

"Un país es ingobernable cuando tiene 22 partidos políticos, todo débiles, discolaje creciente, imposibilidad de formar mayorías. Hay que cambiar radicalmente las reglas de la política", añadió.

Briones


Sobre el cambio al sistema político, el también ex ministro de Hacienda, Ignacio Briones, dijo que aquello "es la madre de todas las batallas para el desarrollo económico".

El ex jefe de Teatinos 120 enfatizó en cómo salir de la trampa del ingreso medio e reprochó el "engaño" del voluntarismo y llamó a centrarse en la necesidad de "hacer la pega" desde el sistema político.

Briones destacó la importancia de los incentivos adecuados para fomentar la inversión, el emprendimiento, la innovación y la productividad.

"En materia económica, los economistas sabemos que si queremos tener más inversión, más emprendimiento, más innovación, más productividad, eso no cae por arte de magia, depende de los incentivos que hacen los agentes, y los incentivos se llaman reglas, se llaman políticas públicas, vienen del sistema político"

Ignacio Briones, ex ministro de Hacienda

"En materia económica, los economistas sabemos que si queremos tener más inversión, más emprendimiento, más innovación, más productividad, eso no cae por arte de magia, depende de los incentivos que hacen los agentes, y los incentivos se llaman reglas, se llaman políticas públicas, vienen del sistema político", subrayó el ex ministro.

El presidente de Horizontal y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez también advirtió sobre las consecuencias de un sistema político disfuncional.

"Si el sistema político no intermedia o es disfuncional o falla, y no hay acuerdos y no hay reformas y no hay reglas; bueno, no hay incentivos para la inversión, el crecimiento, emprendimiento, la productividad. Es decir, no cabe esperar ningún resultado distinto", añadió.

"Por eso esta (el sistema político), que es la madre de todas las batallas. Estamos en un juego repetido de equilibrio no cooperativo, que nos tiene estancado", puntualizó.

"Cuando el sistema político hace la pega, las expectativas se cumplen, estamos en un círculo virtuoso. Pero cuando es disfuncional se frustran las expectativas, se acumula y estallan", afirmó, añadiendo que esta es "la primera reforma para pensar no solo en crecimiento, sino en desarrollo futuro".

Finalmente, el ex ministro llamó a recuperar la épica del trabajo duro y el liderazgo.

"Necesitamos de nuevo la épica de un futuro posible, esperanzador de trabajo duro, no de cosas regaladas, de que hay que transpirar. Yo creo que los chilenos quieren transpirar y son capaces de transpirar si la meta es atractiva. Lo terrible es que esto supone liderazgos, supone personas, que es lo contrario de las instituciones", concluyó.

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