La reputación profesional es más que una simple etiqueta en el ámbito laboral: es el reflejo de la ética, el desempeño y la credibilidad que un trabajador proyecta a lo largo del tiempo. Según los expertos, la reputación es el mapa que las demás personas se arman a partir de lo que conocen de otros.
En ese sentido, Alejandra Araya, Gerente de Reclutamiento y Selección en Grupo de Empresas Teamwork -empresa de consultoría que presta servicios de recursos humanos-, explica que para gozar de una buena reputación profesional es indispensable generar la confianza y la coherencia. “No es suficiente con cumplir con las competencias técnicas; los empleadores buscan colaboradores que además tengan una conducta ética y responsabilidad. Estos aspectos generan una percepción positiva, que es clave para crecer en cualquier industria", dice Araya.
Este activo intangible, pero poderoso, está profundamente ligado a factores como la integridad, el compromiso y las habilidades interpersonales, argumenta la experta. Además, Araya agrega que los profesionales que logran equilibrar estos elementos serán aquellos que se destaquen en su trabajo y también serán valorados por su capacidad de generar un impacto positivo en el ambiente laboral.
Los factores clave para construir una buena reputación
Construir una reputación sólida no es una tarea que se logra de la noche a la mañana. Existen varios factores que contribuyen a su desarrollo, y todos están interconectados entre sí. Araya comenta que uno de los aspectos más importantes es la ética. “Ser una persona en quien se pueda confiar y actuar de manera coherente con los valores que promueves es esencial para establecer una imagen positiva”, explica.
El compromiso y la responsabilidad también son relevantes en la percepción que los demás tienen de un profesional. Cumplir con las tareas asignadas y estar dispuesto a asumir retos adicionales son señales claras de un alto nivel de responsabilidad, lo que sin duda genera confianza y respeto entre compañeros de trabajo y superiores. Además, la capacidad de trabajar en equipo y comunicarse efectivamente refuerza esa buena imagen, ya que los trabajadores que demuestran empatía y habilidades interpersonales tienden a ser valorados por su contribución al grupo.
Marcelo Aravena, Country Manager Director de LHH Recruitment Solutions Chile -empresa global de reclutamiento y gestión de talentos para cargos estratégicos-, asegura que “la entrega constante de resultados de calidad, acompañada de una ética profesional sólida y una buena comunicación, son fundamentales para que un profesional sea percibido como confiable y competente. Una reputación bien establecida genera confianza entre compañeros y clientes, lo que a su vez abre nuevas oportunidades de desarrollo.”
Estrategias para mejorar y proteger la reputación profesional
Cuidar y mejorar la reputación profesional requiere esfuerzo constante y planificación. Los expertos coinciden en que la formación continua y la búsqueda de retroalimentación son estrategias esenciales para aquellos que desean mantener su imagen en un nivel positivo. Araya recomienda a los profesionales mantenerse actualizados con las tendencias de la industria y participar en eventos o conferencias para visibilizar su trabajo y habilidades. “Estar presente en seminarios, cursos o cualquier actividad del sector no solo te mantiene a la vanguardia, sino que también te permite demostrar tu disposición a aprender y crecer”, menciona.
Otra estrategia clave es cumplir siempre con los compromisos. La transparencia en las acciones y la capacidad de admitir errores fortalecen la confianza a largo plazo, tanto en el ámbito laboral como en las relaciones interpersonales. “La honestidad y la capacidad de aceptar errores no son una vulnerabilidad, sino una fortaleza. Eso demuestra que eres una persona íntegra y madura, y eso fortalece tu reputación”, añade Araya.
Las redes sociales también juegan un rol fundamental en la proyección de la reputación. Hoy en día, plataformas como LinkedIn son esenciales para construir una marca personal coherente y mostrar las competencias de cada profesional. Marcelo Aravena señala que al estar en la era digital, una gestión adecuada de los perfiles en línea puede aumentar la visibilidad y el reconocimiento dentro de la industria. “Compartir logros, conocimientos y reflexiones sobre tu campo de trabajo no solo te posiciona como una referencia, sino que también ayuda a crear una percepción positiva entre colegas y potenciales empleadores”, puntualiza.
Consecuencias de una mala reputación
Así como una buena reputación puede abrir puertas, una mala puede cerrarlas de manera irreversible. Los efectos de una imagen negativa pueden ser devastadores para el avance de una carrera. Luis Sapaj, Gerente de CircularHR en Fundación Chile, lo describe de manera clara: “Una mala reputación puede limitar tus oportunidades laborales y obstaculizar tu capacidad para construir relaciones profesionales sólidas. La falta de credibilidad genera desconfianza, lo que puede afectar tanto a tu desempeño como a tu capacidad para avanzar en la carrera”.
La predictibilidad, según Sapaj, es otro factor esencial para el desarrollo de una reputación sólida, especialmente en redes sociales. “Mientras más predecible seas en tus acciones, en los temas de los que hablas y en cómo te comportas, más sólida será tu reputación. Sin embargo, un solo error en la imagen pública puede mermar tu credibilidad”, comenta.
En definitiva, la reputación profesional no solo es un reflejo del desempeño y las competencias de una persona, sino también de cómo un profesional se comporta y relaciona con su entorno. Cuidarla y fortalecerla es la llave maestra para el desarrollo de una carrera exitosa. Como concluye Araya: “Construir una buena reputación requiere tiempo y esfuerzo, pero perderla puede ser cuestión de un solo error. En el mundo laboral actual, protegerla no es una opción, es una necesidad”.