Los efectos de la ley corta de isapres comienzan a preocupar a los expertos. Esta mañana se informó que la Superintendencia de Salud ya habría aprobado los Planes de Pago y Ajustes (PPA) de seis de las sietes isapres abiertas. Solo faltaría Nueva Masvida.
Con esto, a la adecuación de todos los contratos al 7% que incrementó el precio para algunos en septiembre, se sumarían alzas que variarían entre los $9 mil y $42 mil por persona.
El aumento en el valor de los planes se debe a la ley corta de isapres. Esta fue aprobada en mayo y tiene como objetivo viabilizar el fallo de la Corte Suprema por tabla de factores, por lo que mandata a las aseguradoras a ajustar todos los contratos con sus afiliados a la Tabla de Factores Única (TFU) y a devolver los cobros en exceso.
Para mitigar el impacto financiero en las isapres, la normativa consideró el ajuste al 7%, lo que puso fin a los excedentes. Asimismo, estableció una subida extraordinaria, con un tope del 10% en comparación a la cotización de julio de 2023. Es este mecanismo por medio del cual alzarán ahora los planes.
Especialistas dicen que la subida en los precios llegará a casi todos los afiliados. Asimismo, explican que los jóvenes podrían migrar a Fonasa y que solo las personas con enfermedades podrían terminar quedándose en isapre, lo que derivaría en más alzas en los valores, a partir del próximo año.
Las consecuencias del alza
El ex superintendente de Salud, Patricio Fernández, confirma que el alza llegará a la gran mayoría. "Es una noticia que va a afectar a prácticamente toda la cartera de las isapres", dice. Con ello, sostiene que "hay que estar atentos al fenómeno de la desafiliación del sistema, porque un grupo de personas no menor (ya) vio como sus planes aumentaron de precio producto de este ajuste al 7%".
Como consecuencia, comenta que hay que poner atención a lo que pueda ocurrir con los jóvenes. "En esa situación no tienen un incentivo real a permanecer en la isapre, y hay que estar muy atentos por la baja a los ingresos que eso puede significar", señala.
Con esa opinión coincide el también ex superintendente y director ejecutivo del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, Héctor Sánchez. A su juicio "aquellas personas que están enfermas, que tienen alguna enfermedad en tratamiento, que tienen enfermedades crónicas, les va a convenir pagar el incremento de precio, aunque sea $42 mil".
"Pero -añade-, aquellas personas que son jóvenes, que no tienen enfermedades y que podrían o cambiarse de una isapres o cambiarse a Fonasa y comprar un seguro complementario, van a preferir esta segunda alternativa".
Sánchez no es optimista de lo que pueda ocurrir en adelante con las isapres. "Se van a ir quedando aquellas personas que tienen más edad, que tienen enfermedades crónicas, que tienen preexistencias. Y, en definitiva, se va a ir produciendo una cartera de riesgo de mayor costo. Y esto va a significar alzas en los planes. Estas se van a ver manifestadas el próximo año, cuando haya que subir los precios hacia la segunda mitad de 2025".
¿Su pronóstico? "En la práctica -sostiene- va a ser una trampa mortal para las isapres porque van a ir desapareciendo, porque van a ser incapaces de manejar esta situación en el mediano plazo".
Una posible migración a Fonasa es lo que también ve Pablo Celhay, profesor del Instituto de Economía UC. "Si es que el alza es sostenida en el tiempo, en el margen lo que uno va a esperar es que las personas que se queden son personas que tienen preferencias más por prestadores que por seguros".
¿Isapre o Fonasa?
De todos modos, y en relación a quienes se preguntan si es que es una mejor idea migrar a Fonasa y pagar un seguro complementario, aclara: "No todas las personas que están en Fonasa van a tener acceso a seguros complementarios. Los seguros complementarios pueden rechazar por preexistencia, pueden rechazar por perfil de riesgo o pueden simplemente no participar en la cartera de fonasa si es que no les es rentable".
Por su parte, David Torres, académico del Departamento de Epidemiología y Salud Pública de la Uandes, apunta que Fonasa "no está en las mejores condiciones y menos para recibir un gran número de nuevos afiliados al sistema y tiene tiempos de espera muy largo y hay algunas prestaciones que se han dejado hacer en el último tiempo por problemas de presupuesto"
Aunque también señala que "si uno estima que va a necesitar poca atención y que en el fondo está pagando mucho por un plan de salud, puede ser conveniente ir a Fonasa".