Un estudio reciente reveló que los niveles de morosidad en los pagos a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMes) se mantienen, pese a la implementación de la Ley de Pago a 30 Días en 2020. Estos atrasos significan un serio desafío para la estabilidad financiera de estas empresas, comprometiendo su sostenibilidad y potencial de crecimiento.
El informe, elaborado por la fintech chilena Duemint -empresa de gestión de cobranzas-, señala que las microempresas son las más afectadas, con un promedio de pago que alcanza los 41 días, superando ampliamente el plazo legal. Las pequeñas empresas reciben sus pagos en 39,6 días, las medianas en 38,2 días y las grandes en 47 días. Estos datos evidencian una problemática situación de morosidad que golpea especialmente a las microempresas, restringiendo su flujo de caja y su capacidad de reinversión, innovación y expansión.
En la actualidad, muchas pymes siguen utilizando métodos manuales para controlar sus facturas, lo cual incrementa el margen de error y dificulta el cobro oportuno. A esto se suma la falta de personal especializado en cobranzas, lo que genera retrasos en los pagos, con efectos negativos en la liquidez y la planificación financiera de las empresas. Como señala Diego Plaza, analista financiero tributario de Maxxa -Fintech que ofrece servicios financieros a pymes-, “hoy día hay muchas empresas que mantienen un control manual de sus facturas, lo que da lugar a que se olviden de hacer cobros correctamente a tiempo o que ocurran errores”.
“Las microempresas son el motor de nuestra economía y es muy perjudicial para ellas el que estén soportando mes a mes incluso un tiempo mayor de pago que las grandes empresas. En el contexto actual de Chile, donde la inflación y los costos operativos han aumentado, es clave asegurar que las Pymes reciban sus pagos a tiempo. Estos retrasos no solo afectan su liquidez, sino que también comprometen su capacidad de competir y crecer”.
Francisco Goycoolea, gerente comercial de CFC Capital
Problemas frecuentes en la gestión de cuentas por cobrar
Según el vocero de Maxxa, las pymes se enfrentan a tres desafíos comunes cuando gestionan sus cuentas por cobrar. El primero es la falta de organización: muchas empresas aún realizan el control de sus facturas manualmente, lo que aumenta el riesgo de errores y retrasos. Esto provoca que los cobros no se efectúen a tiempo, afectando el flujo de caja. Plaza destaca que “el control manual de las facturas puede hacer que se pierda de vista el vencimiento, afectando la capacidad de cobro y, en última instancia, la liquidez de la empresa”.
En segundo lugar, la ausencia de un equipo especializado en cobranzas dificulta una gestión eficiente. Al no tener personal dedicado, los cobros suelen ser lentos o ineficaces, y las empresas enfrentan demoras en los pagos que afectan su operación. Por último, está la tardanza de los clientes para realizar los pagos. Esta situación limita la capacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones y compromete su sostenibilidad financiera.
Ante estos desafíos, la tecnología se convierte en una herramienta clave para agilizar y simplificar el proceso de cobranza. Existen diversos softwares de gestión financiera que permiten a las empresas automatizar recordatorios de pago y llevar un control efectivo de las cuentas, dijo el experto en finanzas. “La tecnología hoy en día se convierte en un gran aliado para hacer cobros más rápidos y simples”, afirma Plaza. Estos programas facilitan la conciliación bancaria automática, comparando los ingresos en la cuenta bancaria con las facturas emitidas para detectar atrasos rápidamente.
Automatizar los recordatorios y realizar la conciliación en tiempo real reduce el riesgo de impagos, permite a las pymes mejorar su flujo de caja y, al mismo tiempo, fortalece la relación con los clientes mediante un seguimiento proactivo y organizado. Estas herramientas también permiten segmentar a los clientes según su comportamiento de pago, lo cual facilita un seguimiento más personalizado y efectivo.
Recomendaciones para mejorar la gestión de cobros
Para evitar el riesgo de impago y mantener una buena relación con sus clientes, las pymes pueden implementar diversas estrategias efectivas. Desde Maxxa, entregaron las siguientes recomendaciones:
Ofrecer descuentos por pronto pago
Incentivar el pago anticipado mediante un pequeño descuento puede motivar a los clientes a liquidar sus facturas antes del vencimiento. Al ofrecer esta opción, las empresas no solo mejoran su flujo de caja, sino que también refuerzan la relación comercial, al mostrar que valoran el compromiso del cliente.
Definir políticas de crédito por escrito
Establecer políticas claras de crédito y formalizarlas en un documento evita confusiones y problemas futuros. Esto implica definir los términos de pago, límites de crédito y plazos acordados. Tener esta política por escrito permite que ambas partes comprendan las condiciones de pago, asegurando un acuerdo transparente y equitativo.
Enviar recordatorios automáticos y amigables
Las empresas pueden programar recordatorios automatizados que, de manera amistosa, notifiquen al cliente sobre el vencimiento próximo de su factura. Esto ayuda a recordar el pago antes de la fecha límite, y también demuestra un interés por mantener la comunicación activa y evitar malos entendidos.
Ser flexibles en tiempos difíciles
Cuando un cliente enfrenta dificultades económicas, ofrecer alternativas de pago o renegociar plazos puede ayudar a preservar la relación comercial. Este enfoque muestra empatía y disposición para encontrar soluciones que beneficien a ambas partes, lo que fortalece la confianza y el respeto mutuo.
Establecer un plan para cuentas atrasadas
Tener un proceso estructurado para gestionar cuentas vencidas es clave. Este plan puede comenzar con una llamada amistosa para recordar el pago, y en casos de incumplimiento, pasar a medidas más formales. Esto permite mantener la organización y asegura que cada cuenta atrasada reciba el seguimiento adecuado en el momento correcto.
Finalmente, los emprendedores pueden recurrir a la negociación formal y aplicar acciones de cobranza estrictas, como publicar al deudor en burós de crédito, para recuperar deudas vencidas. Esta estrategia impacta el historial crediticio del cliente moroso y limita su acceso a financiamiento hasta que regularice su situación.
"Publicar a los clientes morosos en los Boletines Comerciales no solo es una estrategia efectiva para recuperar deudas, sino que también contribuye al fortalecimiento del ecosistema empresarial. Al hacerlo, se deja constancia del incumplimiento, lo que alerta a otras empresas sobre el comportamiento de pago de ese cliente, ayudando a prevenir que caigan en la misma situación", concluyó Belén Sanguinetti, cofundadora de CobranzaOnline -plataforma para gestión de cobranzas-.