Los aeropuertos del país -sobre todo el de Santiago- están en estado de alerta por las probabilidades de que, a eso de mediodía, inicie el caos. Y es que, de no sellar un acuerdo con el Gobierno, los trabajadores de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) darán inicio a una movilización indefinida que promete remecer las operaciones de los terminales aéreos.
Una muestra de ello la entregaron el miércoles, día en que los trabajadores llevaron a cabo una primera "ralentización" -como ellos la llaman-, la cual dejó como saldo al menos 117 vuelos cancelados y unos 22.300 pasajeros afectados. Así, la preocupación por la posibilidad de que la movilización se reactive -y agudice- es alta en la industria aérea.
Clave serán las conversaciones que se realizarán esta mañana entre el Gobierno y la Asociación Nacional de Funcionarios de la DGAC. Ayer estuvieron reunidos por más de siete horas para intentar zanjar un acuerdo, el que no se logró, y de volver a fracasar la negociación este viernes, la "relentización indefinida" arrancaría cerca del mediodía.
Según señalaron a Emol fuentes del sindicato, el reclamo apunta directamente al Ministerio de Hacienda, que habría desconocido un "bono de fiscalización" acordado con la cartera de Defensa. "No está considerado en el Presupuesto 2025. No se cumplió y se desconoció todo", afirman.
Además, comentan que lo que ha puesto sobre la mesa el Gobierno para aminorar la molestia de los trabajadores es una oferta "muy exigua. Por lo tanto, resulta por lo menos plausible que se provoque otra movilización".
El problema, señalan, se remonta al Gobierno anterior, que no habría reconocido a la DGAC como un ente fiscalizador, por lo tanto no estarían recibiendo los bonos que se les entregan a ese tipo de organismos. Explican que hace un tiempo llevaron a cabo una mesa de trabajo con el Ministerio de Defensa para reparar lo que consideran una injusticia, dado que "nuestra institución es un ente, por esencial, fiscalizador". Sin embargo, Hacienda puso "trabas", lo que motivó el inicio de estas medidas "de fuerza".
El monto del bono que solicitan varía según la jerarquía de cada trabajador, oscilando entre $150 mil y $350 mil. Son alrededor de 5.300 los trabajadores de la DGAC, y se exige que el beneficio llegue a cada uno de ellos.
Molestia de aerolíneas
"Debido a una nueva movilización anunciada por gremios de la DGAC, recomendamos a quienes tienen viajes programados para este viernes 15 de noviembre, revisar las condiciones del vuelo con su aerolínea y solo concurrir al Aeropuerto de Santiago si su viaje ha sido confirmado", señaló ayer la concesionaria Nuevo Pudahuel, recomendando a los pasajeros con vuelos confirmados llegar con tres horas de anticipación en caso de un vuelo nacional y con cuatro horas de anticipación a los vuelos internacionales.
Esta mañana, además, las aerolíneas Latam, Sky y Jetsmart comunicaron de posibles afectaciones a sus vuelos e informaron medidas de flexibilidad ante la posibilidad de cancelaciones, como cambios de fecha y devoluciones.
Desde la Asociación de Líneas Aéreas (Achila) levantaron la voz. "Lo que sigue ocurriendo en los aeropuertos del país es total y completamente inaceptable. Frente a todo a Chile, un grupo de presión que infringe la ley en forma evidente, mantiene una posición de fuerza que afecta a decenas de miles de personas, que ven afectado su derecho al libre tránsito".
Agregaron que "la situación generada en nuestros aeropuertos por la huelga de la DGAC no debe ni puede mantenerse, no solo porque es completamente ilegal, sino porque se ha impedido por la fuerza el normal funcionamiento de una infraestructura crítica que tiene una importancia estratégica para la conectividad del país".
Por último, sostuvieron: "Las autoridades tienen la obligación de evitar que se interrumpa la conectividad aérea. Es urgente que se adopten medidas efectivas para terminar con esta situación a la mayor brevedad, ya que es inaceptable que en Chile no se respete la ley en este ámbito".
En tanto, desde la Federación de Empresas de Turismo (Fedetur) manifestaron que, de concretarse la paralización, está "dejará prácticamente aislado al país, sin conectividad aérea, y afectará a miles de pasajeros nacionales e internacionales".
"Provocará un profundo y negativo impacto, económico, social y de imagen. Por lo mismo, exigimos al Gobierno que ante la gravedad del daño que provocará esta medida de presión ilegal, no solo a la industria del turismo, sino que a todo Chile, adopte de forma inmediata las medidas necesarias para garantizar la continuidad del servicio de los aeropuertos a lo largo del país", cerró.