El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó esta mañana que la tasa de desempleo en Chile se ubicó en 8,6% durante el período agosto-octubre de acuerdo con la Encuesta Nacional de Empleo (ENE), acumulando tres trimestres consecutivos con la tasa sobre 8,5%.
De todas formas, la cifra significó un descenso de 0,3 pp. en doce meses, debido a que el alza de la fuerza de trabajo (1,8%) fue menor a la presentada por las personas ocupadas (2,2%).
Por su parte, las personas desocupadas disminuyeron 1,7%, incididas únicamente por quienes se encontraban cesantes (-2,4%).
Respecto al mismo periodo del año anterior, las tasas de participación y de ocupación se situaron en 61,6% y 56,3%, creciendo 0,5 pp. y 0,7 pp., respectivamente.
En ese sentido, en un año, se crearon 195.995 nuevos puestos de trabajo, pero de esos 54.202 son informales, es decir, el 27,6% del total de los nuevos puestos de trabajo fueron informales.
La tasa de informalidad volvió a subir, pero levamente durante el trimestre agosto-octubre. Se ubicó en 27,1%, con un alza de 0,1 pp. en un año.
Las personas ocupadas informales aumentaron 2,2%, incididas tanto por los hombres (2,9%) como por las mujeres (1,4%); y según sector económico, principalmente, debido a construcción (6,5%) y enseñanza (18,3%), mientras que por categoría ocupacional incidieron asalariadas privadas (5,1%) y trabajadoras por cuenta propia (2,4%).
En tanto, la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó 0,5%, influida por personas inactivas habituales (-1,4%) e iniciadoras (-26,2%)
Región Metropolitana
En la Región Metropolitana, la tasa de desocupación del trimestre agosto – octubre de 2024, alcanzó un 8,9%, con un descenso de 0,9 pp. en doce meses.
En el mismo período, la estimación del total de la población ocupada creció 1,4%, incidida, según sector económico, por enseñanza (9,5%), comunicaciones (22,3%) y actividades de salud (7,3%).
Por sexo
En las mujeres, la tasa de desocupación se situó en 9,3%, aumentando 0,2 pp. en el período, a raíz del ascenso de 1,8% en la fuerza de trabajo, mayor al alza de las ocupadas 1,7%.
Las desocupadas crecieron 3,2%; mientras que las tasas de participación y ocupación se situaron en 52,3% y 47,5%, incrementándose 0,4 pp., en ambos casos. Las mujeres fuera de la fuerza de trabajo, por su parte, descendieron 0,1%.
En los hombres, la tasa de desocupación fue 8,1%, disminuyendo 0,6 pp. en doce meses, a raíz del incremento de 1,8% de la fuerza de trabajo, menor al 2,5% registrado por los hombres ocupados.
Los desocupados, en tanto, descendieron 5,6%. La tasa de participación llegó a 71,3% y la tasa de ocupación se situó en 65,5%, con variaciones de 0,6 pp. y 1 pp., respectivamente. Los hombres fuera de la fuerza de trabajo se redujeron 1,2%.
Alza de personas ocupadas
En doce meses, la estimación del total de personas ocupadas experimentó un alza de 2,2%, incidida tanto por los hombres (2,5%) como por las mujeres (1,7%).
Los sectores que contribuyeron al aumento de la población ocupada fueron enseñanza (3,9%), actividades de salud (4,1%), comunicaciones (14,5%) y construcción (2,3%); mientras que, por categoría ocupacional, el alza se observó en personas asalariadas formales (3,5%) y personas asalariadas informales (3%).
Informalidad
La tasa de ocupación informal se ubicó en 27,1%, con un alza de 0,1 pp. en un año.
Las personas ocupadas informales aumentaron 2,2%, incididas tanto por los hombres (2,9%) como por las mujeres (1,4%); y según sector económico, principalmente, debido a construcción (6,5%) y enseñanza (18,3%), mientras que por categoría ocupacional incidieron asalariadas privadas (5,1%) y trabajadoras por cuenta propia (2,4%).
Estacionalidad
La tasa de desocupación ajustada estacionalmente (que elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural) se situó en 8,5%, disminuyendo 0,1 pp. con respecto al trimestre móvil anterior.
Horas de trabajo e indicadores de subutilización
En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, descendió 0,2%; mientras el promedio de horas trabajadas decreció 2,3%, llegando a 36,3 horas.
Según sexo, el promedio de horas para los hombres fue 38,5 y para las mujeres, 33,3 horas.
La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial alcanzó 16,7%, sin mostrar variación en doce meses.
En los hombres se situó en 14,4% y en las mujeres, en 19,5%. La brecha de género fue 5,1 pp.