El agotamiento laboral, conocido como síndrome de burnout, es una realidad que impacta a trabajadores en diferentes partes del mundo y Chile no es la excepción. Así lo reveló el reciente estudio Burnout 2024 de Laborum, investigación que encuestó a 5.899 personas en Chile, Argentina, Ecuador, Panamá y Perú y que arroja datos preocupantes: el sondeo detectó que el 89% de los empleados en el país declara sentirse "quemado".
Este resultado sitúa al país como el segundo con mayor prevalencia del síndrome en la región, solo por detrás de Argentina.
Expertos en recursos humanos (HR) concuerdan con este resultado. El informe detalló que el 92% de los departamentos de HR reportan casos de este síndrome entre sus colaboradores. Este fenómeno, reconocido por la Organización Mundial de la Salud como un riesgo laboral desde el año 2000, además de impactar la calidad de vida de los trabajadores, también amenaza la productividad de las organizaciones.
“La incidencia del síndrome de burnout es tal que esta realidad es percibida tanto por los trabajadores como por los profesionales de HR. Es fundamental abrir espacios para una detección precoz y generar estrategias efectivas que permitan mitigar sus efectos”, señaló Diego Tala, director comercial de Laborum. “Es alarmante que casi 9 de cada 10 trabajadores chilenos afirmen experimentar burnout. Esto muestra la necesidad urgente de abrir la conversación en torno al bienestar laboral y de implementar estrategias para detectarlo a tiempo”, comentó Tala.
Una problemática con múltiples dimensiones
El informe revela que el 76% de los trabajadores experimentaron estrés y desmotivación durante el último año. Factores como la carga excesiva de trabajo (46%), la incapacidad de desconectarse tras la jornada laboral (44%) y la presión constante (41%) figuran entre las principales causas reportadas.
Francisco González, gerente general de Vertical Hunter -empresa de gestión de talento humano-, dice que hay una necesidad de implementar políticas claras para abordar el problema. “Las empresas deberían medir el clima laboral y ofrecer incentivos que promuevan el bienestar, como días administrativos o la posibilidad de trabajar desde casa. Esto no solo mejora la calidad de vida de los colaboradores, sino que también aumenta la productividad y disminuye los costos asociados a una alta rotación”, dijo González.
Por su parte, Claudia Pichuante, managing director de Accenture Chile -empresa de servicios de tecnología de la información (TI) y consultoría de gestión-, destacó que las dinámicas laborales deben modernizarse para prevenir este síndrome.
“El burnout no solo responde a cargas excesivas de trabajo, sino también a la falta de estrategias que integren tecnología, flexibilidad y bienestar. Las empresas deben repensar cómo crear entornos más humanos e innovadores, donde el bienestar sea una prioridad estratégica”.
Claudia Pichuante, managing director de Accenture Chile
El impacto del burnout no se limita a los empleados; también afecta a las organizaciones. Según el estudio, el 72% de los profesionales de HR cree que el síndrome reduce la calidad del trabajo, mientras que un 64% indica que contribuye a la pérdida de talento.
“Es preocupante que el 69% de las empresas no tome medidas frente al burnout”, advirtió González. “Esto no solo afecta la productividad, sino que también incrementa los costos indirectos, como la alta rotación de personal y la necesidad de formar nuevos equipos, lo que representa un desafío estratégico para las empresas”.
Medidas insuficientes y estrategias para el cambio
A pesar de la gravedad del problema, el informe revela que solo un 30% de las empresas implementa medidas para mitigar el burnout. Entre las acciones más comunes están la flexibilidad en horarios, programas de bienestar emocional y mental, y la promoción de la comunicación abierta entre empleados y líderes.
“Nosotros hemos observado que el burnout no solo responde a cargas excesivas de trabajo, sino también a la falta de estrategias modernas que integren tecnología y bienestar”, mencionó Claudia Pichuante. “Es fundamental apostar por procesos automatizados, modelos de trabajo flexible y una cultura de liderazgo empática que promueva el equilibrio entre productividad y calidad de vida”, señaló
Además, el informe destaca que el 88% de los trabajadores chilenos se siente más agotado que en años anteriores, con síntomas que van desde la falta de energía (51%) hasta el cinismo hacia el trabajo (41%). Sin embargo, un 22% de los empleados no realiza ninguna actividad para combatir el burnout.
“El alto grado de agotamiento en los empleados chilenos refleja una alerta crítica. Ignorar esta problemática afecta la salud mental y física de los colaboradores, también la reputación y sostenibilidad de las organizaciones. Es clave que las empresas tomen medidas inmediatas para priorizar el bienestar”.
Carolina Varela, directora de Servicio y Calidad de Adecco -empresa de gestión de talento humano-
Para enfrentar este desafío, los especialistas sugieren que las organizaciones adopten un enfoque estratégico. Según Varela, el primer paso es realizar una evaluación integral del clima laboral y diseñar políticas que incentiven el bienestar emocional. “El burnout no es solo un reto personal; es una obligación empresarial. Abordarlo con acciones determinantes asegura un entorno de trabajo saludable y sostenible”, afirmó.