La reforma al impuesto a la renta que prepara el Ministerio de Hacienda y que se enfocaría en incrementar la tasa impositiva para los más altos ingresos vuelve a instalarse en el centro del debate, desatando que tanto el mundo privado como académicos se refieran a la propuesta del Gobierno.
En concreto, el Ejecutivo trabaja en un alza para quienes perciban rentas desde los $6 millones. Esto, con el objetivo de contribuir a compensar la baja de recaudación que significará la reducción impuesto que pagan las compañías, de 27% a 25%.
Esto último, los empresarios lo han valorado, aunque han insistido en que dicha disminución debiera llegar al 23% -igualando al promedio de la OCDE- y que no debiese aumentarse el gravamen para los altos ingresos personales.
Respecto a lo primero, la administración de Gabriel Boric pretende que a partir de los $6 millones Hacienda haya un alza. Aquí están los últimos tres tramos (6,7 y 8) del impuesto a la renta, que llegan a las 153.516 personas, según información entregada por el Servicio de Impuestos Internos (SII).
Estas equivalen al 1,4% de los contribuyentes. Y pagan un 30,4% (entre $6 millones y $8 millones), 35% (hasta $20,8 millones) y 40% (por sobre la última cifra). Así, 27,5% de los contribuyentes en Chile paga impuesto a la renta (3.061.691 personas).
Postura del Gobierno
Con todo, el tema ya se instauró, y desde el Palacio de La Moneda han manifestado una postura clara: "Los ingresos más altos tienen que contribuir más".
Esas declaraciones corresponden al Presidente Gabriel Boric, en medio de su discurso de la semana pasada ante los empresarios en el Encuentro Anual de la Industria organizado por la Sofofa.
"Estamos de acuerdo con generar incentivos a la inversión y donde es posible bajar el impuesto de primera categoría. Yo les propongo 25%. Eso, tiene que venir de la mano con un régimen alternativo para las pymes, con mayores incentivos a la inversión y también con que los más ricos paguen más", subrayó en esa instancia.
En tanto, según el titular de Hacienda, Mario Marcel, "lo que se discute no es un proyecto de aumento de impuesto a la renta, es un proyecto neutral desde el punto de vista recaudatorio. Lo que baja de recaudación por un lado se compensa con aumentos por otros", acotó el ministro.
El debate instaurado
Frente a ello y con el debate instalado, en cartas a el director de El Mercurio también ha habido manifestaciones durante los últimos días. José Antonio Taladriz, dijo que "a la larga, tras las empresas solo hay personas (y no solamente sus dueños)". Mientras que el periodista Milton Millas, dijo "a menor crecimiento más impuestos. Qué fácil es gobernar así".
Mientras que el economista y ex director de Presupuestos (2019-2021), Matías Acevedo, aseveró que "recientemente, tanto la Sofofa como la CPC han planteado la necesidad de bajar la tasa de impuestos corporativos de 27% a 23%, argumentado que ese último nos sitúa en el promedio de los países de la OCDE".
"Si bien es una medida urgente para mejorar la competitividad y atraer inversiones, es una propuesta tímida", añadió.
Según explicó Acevedo, es tímida -a su juicio- porque "primero porque nuestra realidad dista de ser similar al 'promedio' de los países de la OCDE. Y después de una década del aumento de la tasa de impuesto corporativo desde 20% a 27% no hay dos opiniones en cuanto a que fue una mala decisión. Debemos volver al 20%, para competir de verdad y generar un impulso a la inversión y el empleo".
Por eso, el ex director de Presupuestos indicó que "una rebaja de esta naturaleza generaría en el corto plazo un mayor déficit fiscal entre 0,7 y 1 punto del PIB, que debe ser compensada; de lo contrario, solo generará mayor endeudamiento público".
"El mayor crecimiento tendencial por este impulso a la inversión llegará, pero tardará. Eliminar exenciones y la eficiencia del gasto público son una opción para compensar la rebaja. Pero no nos hagamos trampa. Sabemos que ninguna de esta larga lista de medidas conocidas tiene posibilidad de implementarse, sin un buen acuerdo técnico-político transversal mediante", remarcó.
Con todo, Acevedo también alertó sobre los riesgos de continuar con una política tributaria enfocada en alzas impositivas.
"Y en ausencia de un buen acuerdo y si seguimos aplicando la misma receta del pasado, la política no solo dejará la tasa de impuesto corporativo en 27%, sino que recurrirá al viejo y conocido camino de aumentar los impuestos, donde siempre encontrarán un buen relato para justificarlos. Esa es nuestra historia tributaria, no nos hagamos los lesos", concluyó.
Mundo privado
Karen Thal, presidenta saliente de Icare, y Ricardo Mewes, líder de la CPC, manifestaron sus reparos a las propuestas oficiales.
En entrevista con El Mercurio, Thal abordó las diferencias ideológicas entre el Gobierno y el empresariado, destacando que no se puede esperar una aceptación automática de propuestas que no coinciden con los principios del sector privado.
"No puedes esperar que porque alguien hace un discurso acogedor, propositivo, el otro tiene que estar de acuerdo. Tenemos un Gobierno de izquierda con ideas que, probablemente, gran parte del mundo empresarial no comparte, pero eso no me parece un problema", señaló.
Sobre la idea de Marcel, de condicionar una reducción del impuesto corporativo al aumento de tributos para personas de altos ingresos, Thal expresó que "no estoy de acuerdo con eso, pero entiendo de qué Gobierno viene. Creen que hay que recaudar más y que la manera de hacerlo es subiéndosele a alguien".
Asimismo, subrayó que la prioridad debe ser el crecimiento económico, afirmando que "la única manera de responder a esas demandas sociales es con crecimiento. Podemos tener desacuerdo en cuál es la manera de obtener los recursos, pero estamos de acuerdo en el objetivo".
En tanto, Mewes reforzó las críticas desde una perspectiva gremial en una entrevista con Radio Pauta.
En relación con la propuesta de reducir el impuesto de primera categoría para empresas, compensándolo con un alza para quienes perciben más de $6 millones mensuales, el dirigente manifestó su rechazo.
"Para nosotros es un problema, porque de ese monto ($6 millones mensuales) hacia arriba están todos los profesionales que invierten, por ejemplo, en bienes raíces o en la bolsa. Entonces son un segmento que ayuda a mover la economía a un nivel más chico que las empresas", explicó.
Mewes enfatizó el impacto negativo que tendría gravar a este segmento, particularmente en mercados ya debilitados como el inmobiliario.
"Tal vez no son inversiones tan grandes, pero son los que compran un departamento o una casa, que son mercados que hoy están muy alicaídos. Entonces a mí me parece que gravar a ese segmento, de alguna manera impide que esas personas puedan invertir en ese tipo de activos", agregó.
El líder gremial también instó a considerar la experiencia internacional y ampliar la base de tributación en lugar de enfocar los incrementos fiscales en un sector reducido de la población.
"Nosotros vemos que en los países OCDE la base tributaria es mucho más amplia. Aquí debería incorporarse a más personas, lo que permitiría una recaudación más equitativa y menos distorsionante", sostuvo.
Ambos dirigentes coincidieron en que la clave para un desarrollo sostenible radica en políticas que prioricen el crecimiento económico. "Si se quiere volver a crecer de manera sostenible, no es con impuestos altos. La manera más efectiva de lograr los recursos es crecer al 5%", concluyó Thal.
¿Qué dicen los expertos?
Expertos en la materia advierten sobre las posibles limitaciones de estas medidas y subrayan la importancia de abordar cambios tributarios con una visión integral y de largo plazo.
César Gacitúa, socio de Tax & Legal en Deloitte, destacó que la baja en el impuesto corporativo está en la dirección correcta, ya que "va en la línea de generar mayor dinamismo en la inversión". Sin embargo, cuestionó el alcance del cambio propuesto, señalando que "la propuesta de bajarlo de 27% a 25% es algo tenue y, por ende, no generaría un efecto mayor o no lograría acelerar decisiones de inversión como lo que se podría estar esperando".
Respecto al alza de impuestos a quienes ganan más de $6 millones mensuales, Gacitúa indicó que "la recaudación adicional de esta medida específica es poco relevante (considerando la baja cantidad de contribuyentes afectados)". En este sentido, planteó la necesidad de evaluar esta medida junto con otras acciones del paquete tributario para compensar la disminución de ingresos fiscales.
"La recaudación adicional de esta medida específica es poco relevante (considerando la baja cantidad de contribuyentes afectados)"
César Gacitúa, socio de Tax & Legal en Deloitte
Además, advirtió que la constante modificación de las reglas tributarias genera incertidumbre, lo que afecta negativamente las decisiones de inversión: "El elemento que más incide en las decisiones de inversión es la incertidumbre, y mientras más cambios constantes haya a la legislación, menos incentivo habrá para el inversor extranjero".
Por su parte, Juan Pablo Cabello, socio de Cabello Abogados, coincidió en que la reducción del impuesto corporativo es razonable, especialmente al considerar la alta tasa de 27% en comparación con otros países de la OCDE. Sin embargo, criticó la amplitud de las modificaciones propuestas. "Plantear desintegrar el sistema, crear un impuesto a los dividendos entre sociedades, aumentar impuestos a las rentas personales más altas, solo genera más incertidumbre y retraso en proyectos de inversión", argumentó.
Cabello sugirió que las discusiones tributarias de mayor alcance deberían posponerse y abordarse mediante un enfoque más consensuado. "Esta discusión debería quedar para futuro, no a través de sendos proyectos de ley, sino que a través de un trabajo colegiado transversal, que proponga una modificación del sistema, que logre consenso, y que luego pase a discusión parlamentaria", afirmó.
En cuanto a las medidas compensatorias para equilibrar la rebaja del impuesto corporativo, Cabello propuso disminuir el tramo exento del impuesto global complementario para incorporar a más contribuyentes a este tributo. También sugirió considerar un aumento en el impuesto al diésel, aunque reconoció que esta idea "siempre queda en los discursos académicos".
Ambos expertos coincidieron en que cualquier modificación al sistema tributario debe diseñarse con una visión de largo plazo y en un marco de estabilidad que genere confianza en los inversionistas.
"Es importante que exista una propuesta al país que genere consensos entre todas las partes", enfatizó Gacitúa, mientras que Cabello subrayó la necesidad de trabajar hacia un sistema tributario más eficiente y sostenible.