"La crisis en el aeropuerto de Santiago sigue agravándose", manifestó este lunes la Asociación de Líneas Aéreas (Achila) -la cual reúne a las principales aerolíneas del país-, producto de las largas filas y problemas de congestión observadas durante el fin de semana. Todo, ad portas de las festividades de Navidad y Año Nuevo.
Así, el gremio volvió a expresar su "profunda preocupación" por la situación que afecta el principal terminal aéreo del país, resaltando que los problemas en el control migratorio persisten y, de hecho, se han agravado, y se registran tanto en la entrada como salida del país.
La gerenta general de Achila,
Carolina Simonetti, denunció que "la crisis que vive el aeropuerto de Santiago a raíz de la congestión que se produce en el control migratorio, tanto a la entrada como a la salida del país,
no solo no se ha resuelto, sino que sigue agravándose".
La problemática no es nueva. Desde principios de noviembre, varios actores de la industria aérea y turística habían alzado la voz, señalando la congestión y las largas esperas para el ingreso y salida de pasajeros en vuelos nacionales e internacionales.
De hecho, el 6 de noviembre, la Contraloría General de la República emitió un oficio a la Dirección General de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas (MOP), instando a entregar un informe detallado sobre estos problemas y aclarar las responsabilidades de la concesionaria y de otras entidades públicas involucradas.
Sin embargo, a más de un mes de esos pronunciamientos, las medidas anunciadas parecen no haber tenido el impacto esperado, según Achila.
Simonetti afirmó que "solicitamos la intervención de las más altas autoridades del país para enfrentar esta situación como lo que es: una crisis".
La ejecutiva señaló que es "inaceptable" que, después de meses de aglomeraciones y el anuncio de diversas medidas, aún persistan filas de cientos de personas en los servicios de control migratorio.
"Durante el fin de semana se registraron filas que se extendían fuera del recinto de control migratorio, afectando a miles de pasajeros. A ellos ¿quién les responde?", cuestionó Simonetti.
Una de las soluciones planteadas para mitigar las filas fue la implementación de tótems de autoatención por parte de la Policía de Investigaciones (PDI), pero según Achila, la tecnología no ha dado los resultados esperados.
"La tecnología que implementó la PDI, a través de los tótems de autoatención, no ha dado buen resultado por diversas razones y, además, solo sirve para ciudadanos chilenos mayores de edad", explicó.
Por ello, sugirió que, mientras no se resuelva la situación tecnológica, se debe aumentar el número de funcionarios en las casetas de atención personalizada para cubrir la creciente demanda de pasajeros, especialmente en esta temporada alta.
Con el periodo de mayor flujo de pasajeros ya en curso, Achila urgió a las autoridades a actuar rápidamente. "Las soluciones deben implementarse dentro de las próximas 24 horas, dado que ya se inició el periodo peak por las festividades de fin de año", concluyó Simonetti.
