Decidir dejar un empleo no es una tarea sencilla. Las razones pueden variar, desde la búsqueda de mejores oportunidades hasta el deseo de emprender un negocio propio o explorar una modalidad laboral más flexible. Según la última versión del estudio de EY “Work Reimagined Survey”, un 33% de los trabajadores en Chile considera renunciar a sus empleos dentro de los próximos doce meses, una cifra menor en comparación al promedio de Latinoamérica, que alcanza el 40%.
Este fenómeno se ha mantenido en aumento. Según el sondeo, en 2023 en Chile, solo el 28% de los encuestados consideraba dejar sus empleos, mientras que en el estudio actual la cifra ha subido cinco puntos porcentuales. Sin embargo, un dato que llama la atención es que los “Baby Boomers” -generación de personas nacidas entre 1945 y 1964- en el país parecen ser los más comprometidos y ninguno expresó intención de abandonar su trabajo, contrastando con un 23% de su generación a nivel global.
A pesar de que las razones para renunciar son variadas, hacerlo correctamente es fundamental para mantener una reputación laboral positiva. "La forma en que manejas tu renuncia puede marcar una gran diferencia en cómo eres percibido por tu jefe, colegas e incluso futuros empleadores", comenta Francisco González, gerente general de Vertical Hunter.
Paso a paso para renunciar sin comprometer la reputación profesional
Si la decisión es dar este paso, expertos en recursos humanos entregaron un método práctico para hacerlo de manera profesional:
Comunicar la decisión con anticipación: Antes de renunciar, se debe revisar el contrato laboral para cumplir con los plazos de preaviso. "No respetar este acuerdo puede ser mal visto, ya que demuestra poca consideración hacia la organización", señala González.
Hablar directamente con el jefe: Es ideal solicitar una reunión privada para explicar las razones de la renuncia. "Es clave ser transparente y profesional, agradeciendo las oportunidades que tu puesto actual te ofreció", agrega González.
Formalizar por escrito: Se debe entregar una carta de renuncia donde el colaborador exprese su agradecimiento y especifique la fecha de salida. Este documento será parte del proceso formal de la desvinculación.
Organizar el trabajo antes de irse: El colaborador debe documentar proyectos, entregar tareas pendientes y, si es posible, capacitar a quien asumirá su rol.
Despedida profesional: Un plus es enviar un correo de despedida al equipo resaltando lo aprendido. Esto puede ayudar a cerrar el ciclo con una impresión positiva.
La importancia de la comunicación y los errores a evitar
Renunciar no solo implica cumplir con procesos administrativos, sino también comunicarlo adecuadamente. Según Isaías Sharon, psicólogo organizacional y fundador de Perzon.AI -plataforma para optimizar la selección y formación de equipos de trabajo-, una buena comunicación puede fortalecer relaciones laborales futuras. "Hablar primero con el jefe en privado y luego compartir la decisión con el equipo evita malentendidos y rumores", sugiere.
Entre los errores más comunes que cometen los trabajadores al renunciar destacan:
No dar aviso previo: Esto puede generar conflictos internos y afectar el flujo de trabajo.
Criticar a la empresa: Es importante mantener una postura agradecida, incluso si las experiencias no fueron óptimas.
Dejar tareas inconclusas: Esto puede generar una percepción de irresponsabilidad ante el equipo.
Sharon recomendó mantener una actitud respetuosa, señaló que "renunciar no significa quemar puentes. Siempre deja la puerta abierta, pues no sabes cuándo podrías volver a encontrarte con tus colegas o superiores". Finalmente, renunciar al trabajo no tiene por qué ser un proceso tenso o conflictivo.
Por su parte, Francisco González, concluyó señalando que "hacerlo con respeto y profesionalismo no solo protege tu reputación, sino que puede abrir puertas para futuras oportunidades laborales".