El exministro de Hacienda, Felipe Larraín; el expresidente del Banco Central; José de Gregorio; y el execonomista jefe de la OCDE, Klaus Schmidt-Hebbel, abordaron esta mañana el debate en torno a la reforma previsional, que vive días clave.
Los tres fueron parte del seminario "La economía chilena en 2025", organizado por Clapes UC. Tras sus intervenciones, se refirieron a lo que ocurre en la discusión sobre las pensiones y la posicón que sorpresivamente esta semana tomó el Gobierno.
Es que las últimas horas han sido frenéticas. Hasta la semana pasada, se creía que había un acuerdo, que se votaría durante los próximos días. No obstante, figuras del PC mostraron su disconformidad. Tras ello, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara apuntó a que solo veía posible un "acuerdo parcial".
Mientras, el Presidente Gabriel Boric -en una vehemente intervención- emplazó a la oposición a ceder y a las AFP a "dejar de desinformar". Aunque a las pocas horas (hoy) volvió a abordar la situación. Y con otro tono. "
Estamos cerca de llegar a un acuerdo", dijo.
"Se complicó la coalición oficialista"
"Yo creo que se le complicó la cosa internamente a la coalición oficialista", expresó el exministro Larraín, en alusión, justamente, al cambio de trono que se vio por parte del Ejecutivo ayer.
"A mi parecer -agregó- es una mala cosa que no tengamos reforma de pensiones". Aunque -aseguró asimismo- "tampoco estoy dispuesto a cualquier reforma".
"Todavía estamos con muchos temas -indicó, en la misma línea-. Yo espero que finalmente podamos tener una buena reforma. Pero entre tener una reforma que tiene problemas serios, prefiero que en ese sentido, busquemos y esperemos hasta llegar a un buen acuerdo antes de firmar y aprobar cualquier cosa".
Larraín sostuvo, también, que entre quienes discuten la reforma hay quienes deben hacer un "mea culpa", en específico, por haber apoyado los retiros de los fondos previsionales.
"Lo que hicieron -apuntó- aparte de generar mucha mayor inflación, aparte de generar efectos muy fuertes y negativos en el mercado de capitales, fue deteriorar las pensiones. Porque los retiros fueron pan para hoy y hambre para mañana".
El expresidente del Banco Central (BC), José de Gregorio, por su parte, lamentó el hecho de que se pueda "seguir postergando la necesidad de tener más cotizaciones para tener mejores pensiones".
"No hay salida. Llevamos más de 10 años y (para) el sistema político es imposible ponerse de acuerdo", expresó.
A ello, agregó: "Hay que buscar un acuerdo a nivel nacional, porque postergar para otro gobierno más esto a mí me preocupa de que vamos a tener serios problemas nuevamente con nuestro sistema de pensiones, que, en vez de debilitarlo, necesitamos fortalecerlo".
Klaus Schmidt-Hebbel, en tanto, recordó que hubo oportunidades para elevar la edad de jubilación en el primer gobierno de la ex presidenta Michelle Bachelet. Y lamentó que no se haya hecho en ese momento.
"Imagínenese cuánto serían las pensiones si trabajáramos hoy día algunos años más. Y la edad de pensiones no fuera 60 o 65 años, durante un periodo en el que la expectativa de vida ha aumentado muchísimo", sostuvo.
"De los 38 países de la OCDE, más o menos 28 0 29, bajo sistema de reparto, capitalización o mixto, han aumentado la edad de jubilación en torno a 65, 67 o 68 años. Nosotros no hemos hecho nada", agregó.
Y concluyó: "¿Culpa de quiénes? Irresponsabilidad de todos los gobiernos que nos han gobernado desde el año 2007 en adelante".
