Tal como están, las indicaciones que el Gobierno y Chile Vamos acordaron para sacar adelante la reforma previsional exigen al empleador elevar su aporte en un 7%, para alcanzar un 8,5% en total.
A esa cifra se llegará de manera gradual. La contribución comenzará a subir a los 12 meses de publicada la ley y se completará en un total de 9 años.
Este mayor aporte de cargo al empleador ha sido consistentemente objeto de una crítica, que en las últimas horas ha ganado terreno: la del efecto sobre el empleo.
Es que algunos temen que la nueva contribución no pueda ser absorbida por algunas empresas. Y que ello derive en consecuencias como menos contrataciones o más informalidad.
Pymes y expertos
Fueron las Pymes y los empresarios los primeros en advertirlo. "El empleo informal sigue siendo alarmantemente alto, cerca del 27%. Este cambio puede empujar a más empresas a la informalidad, debilitando el mercado formal y afectando la estabilidad laboral de miles de trabajadores", dijo el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), apenas se conocieron las indicaciones.
¿El Gobierno y la oposición están considerando algún tipo de ayuda para micros y pequeñas empresas para aumentar estos costos laborales?", se preguntó, por su parte, el presidente de la Multigremial Nacional, Juan Pablo Swett.
"Veo un problema serio en la parte costo para los trabajadores. Aquí van a bajar los salarios líquidos de la clase media, de la gente que tiene empleos cubiertos por seguridad social", dijo en radio Pauta, en tanto, el economista Salvador Valdés, activo participe del debate previsional.
Agregó, en esa línea, que "la experiencia internacional y chilena avalan esa predicción. En otros países se ha subido la tasa de cotización y ha pasado lo mismo. La gradualidad tiene que ser mucho más lenta".
En las últimas horas, más economistas han puesto un énfasis sobre esa deriva.
"Destruir 600 mil empleos formales"
La economista y directora ejecutiva de LyD, Bettina Horst, es de quienes más se ha mostrado crítica con las indicaciones que ingresó el Gobierno y que, por ahora, visaron las figuras de Chile Vamos.
En entrevista con El Mercurio, dice que no se conoce el efecto que esto tiene en el empleo.
"Recordemos que en el proyecto del segundo gobierno de Michelle Bachelet, cuando se presentó su reforma con su informe de productividad, se decía que esa iniciativa, con un aumento de cinco puntos de cotización, podría haber tenido un efecto en el empleo importante, una destrucción de un poco menos de 8% de los empleos como cota máxima", dice.
"Si se aplican esos números a esta reforma que implica un aumento de siete puntos en la cotización -agrega- uno pudiera eventualmente pensar que se pudieran llegar a destruir 600 mil empleos formales. No digo que eso vaya a ser así, pero falta mucha más información para entender bien cuál es el efecto de esta reforma".
David Bravo, economista y director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC, es defensor de avanzar en el acuerdo.
No obstante, reconoce que puede haber un impacto laboral. "El riesgo mayor lo veo en el corto plazo. Obviamente, veo que hay problemas en el mercado laboral, estamos con cerca de 300 mil empleos por debajo de la situación prepandemia", dice a El Mercurio.
"Si en ese problema el Gobierno contribuye -añade- incrementando el salario mínimo; una forma de ayudar en esto sería que el Gobierno colabore botando su agenda laboral. Esta agenda que anunció y que básicamente son mayores costos todavía".
De todos modos, dice que "el aumento en las cotizaciones tiene que venir, no hay otra forma de mejorar las pensiones. Este mayor ahorro tiene esa dimensión, y entonces por eso es que hay que hacerlo más gradual, no partir con el 1%, eso quiere decir que se dilata, se dilata la reforma".
"Irresponsable"
Bettina Horst plantea que en la medida en que no exista un mayor conocimiento del alcance de las indicaciones pareciera "bastante irresponsable avanzar en una aprobación".
"Ya hemos visto en el pasado cómo en el Congreso se aprueban proyectos, que después hay que corregir o que se aprueban proyectos respecto de los cuales después los parlamentarios desconocen los efectos, porque decían que no entendía en el fondo lo que se estaba aprobando", explica.
"Me sorprende"
Consultada por estas críticas, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, sostuvo al cnanal 24 Horas que "son bien inesperadas, me sorprenden realmnete", afirmando que en el mundo empresarial "no quieren ponerse con la cotización previsional".
"Creen que el país tiene que seguir solamente una parte ahorrando, que son los trabajadores. Eso no puede ser así. En los demás países no es así", agregó.
