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¿Cómo compensar?: El debate para viabilizar la rebaja del impuesto a las empresas al 24%

Desde Hacienda han puesto sobre la mesa la opción de compensar con mayores impuestos a personas de más ingresos. Expertos, en tanto, proponen un aumento del impuesto al diésel o ampliar la base del impuesto de segunda categoría.

14 de Febrero de 2025 | 19:36 | Por Pablo San Martín, Emol
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El Mercurio
Hace unos días el ministro de Hacienda, Mario Marcel, mostró apertura para rebajar el Impuesto a la Renta de Primera Categoría de las empresas de 27% a 24%, luego de que desde el mundo empresarial insistieran con que aquello contribuirá al crecimiento y la inversión, apuntando, en todo caso, a que dicho gravamen debía bajar al 23%.

De todas formas el titular de la cartera reafirmó la opción de reducir la carga tributaria a las empresa.

Dicha rebaja, no obstante, se llevaría adelante, en palabras del mismo Marcel, solo si es que existe la posibilidad de compensar con otros ingresos. "Deberíamos estar disponibles a hacer una rebaja compensada para no afectar las cuentas fiscales", indicó el jefe de Teatinos 120 esta mañana en entrevista con Radio Duna.

En ese contexto, el ministro ha señalado que la compensación podría ser vía impuesto a las personas que perciben mayores ingresos. Todo esto, considerando que a partir de marzo el Ejecutivo deberá intentar empujar una de las reformas que tiene entre sus compromisos: la del impuesto a la renta.

Pero, ¿de qué otra parte se podrían sacar los ingresos para compensar una reducción del impuesto a las empresas? ¿Seria ello lo más conveniente?

Las posibilidades


Juan Pablo Cabello abogado y socio de Cabello Abogados habla de dos posibilidades para cubrir el espacio que pudiese dejar una reducción del impuesto corporativo. Ambas -dice- son "técnicamente convenientes y adecuadas", pero "impopulares".

"Primero -explica-, reducir el tramo exento de Impuesto Global Complementario a efectos de que una mayor parte de la población quede afecta a impuesto a la renta". Esto significaría, en estricto rigor, que quienes hoy no pagan impuesto por tener un ingreso que no es demasiado alto, sí comiencen a contribuir con sus ganancias al Estado.

"Puede ser una tasa baja y con políticas de redistribución adecuadas que incentiven la formalización del empleo", sostiene Cabello.

Otra posibilidad, dice, es aumentar el impuesto al diésel, "a lo menos equiparándolo a las gasolinas. Este punto que parece obvio ha sido esquivado por los gobiernos para evitar confrontarse con un sector muy influyente".

Hugo Hurtado, Socio Líder de Tax & Legal en Deloitte, por su parte, explica que "las medidas que se implementen para mitigar la baja en la recaudación, deben diseñarse con especial cuidado de forma tal de no afectar la inversión y el crecimiento".

En ese sentido, asegura, en línea con Cabello: "Sugiero revisar los acuerdos transversales alcanzados por la comisión Briones hace algunos años en el sentido de revisar exenciones existentes, en especial la del diésel, y en ampliar la base de contribuyentes y ajustar los tramos en los impuestos personales".

"Lo anterior teniendo presente que este impuesto solo recauda un 11% del total en Chile versus un 24% en la OCDE", asegura.

Álvaro Moraga abogado y socio de Moraga CIA, dice, con otro enfoque, que para sacar recursos que puedan compensar la eventual rebaja del impuesto corporativo sería mejor implementar "medidas que incentiven la inversión y sobre todo en la gestión eficiente de los recursos".

"Basta con constatar -añade- que entre el 2013 y 2023 el gasto fiscal aumentó en un 57% como consecuencia del aumento de los impuestos, más la actividad económica se estancó, y las listas de espera en los hospitales y los resultados en educación pública permanecen igual o peor".

Con ello en cuenta, dice que "más impuestos no significa mayor recaudación". Y pone un ejemplo: "Irlanda bajó el impuesto a las empresas al 12,5% en 1996, con efecto a partir del 2003, como parte de una estrategia para atraer inversión extranjera directa, lo cual trajo como consecuencia que actualmente tengan ahí su sede las principales industrias farmacéuticas y de tecnología del mundo, y que el ingreso per cápita subiera de US$22.000 a US$106.000".

Rebaja e inversión


Según un informe del departamento de estudios del BCI -recogido por El Mercurio- una rebaja del gravamen en cuestión desde el 27% al 23% elevaría la tasa de inversión privada sobre PIB en 1,6 puntos porcentuales (pp) y el PIB tendencial o de mediano plazo subiría en 0,2 pp.

El documento apunta asimismo a que un mayor crecimiento económico y la eficacia en el gasto público ayudarían a compensar la menor recaudación fiscal que se generaría.

Se calcula que una rebaja a 23% disminuiría los ingresos en US$2.100 millones en los próximos 10 años, lo cual sería compensado parcialmente por una mayor recaudación fiscal de US$780 millones por el incremento en el nivel del PIB.

El documento del BCI plantea que para cubrir esa diferencia por US$1.320 millones una reforma de esta magnitud debiera ir acompañada de una revisión del gasto fiscal y la modernización del Estado para mantener los equilibrios fiscales en el largo plazo.

"Como todo, esto depende de cómo se implementen las medidas y de otros elementos que pudiesen impactar la actividad de las empresas", dice a El Mercurio Carolina Grünwald, de Prudential AFG.

"Es posible que esta rebaja de impuestos genere algunos incentivos económicos, pero entrar en una discusión como esta también es costoso. Un tema importante va a ser buscar los acuerdos para compensar fiscalmente esta rebaja", señala, por su parte, Francisca Pérez, académica de la UAI.
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