Imagen referencial de Greenpeace.
El Mercurio
Greenpeace fue condenada a pagar más de US$660 millones por daños y perjuicios a Energy Transfer Partners después de que la petrolera, con sede en Texas, acusara al grupo ecologista de difamación en relación con las protestas contra un oleoducto hace casi una década.
Un jurado de Dakota del Norte declaró a Greenpeace y a sus entidades estadounidenses responsables de difamación, conspiración y otras demandas por su participación en las protestas contra el oleoducto Dakota Access.
La construcción del conducto que va desde el oeste del estado hasta el sur de Illinois, desencadenó meses de protestas con enfrentamientos entre ecologistas y policías que atrajeron la atención internacional.
"Vamos a apelar y estamos preparados para luchar contra esto hasta la victoria", declaró Greenpeace en un comunicado en su página web calificando la demanda de "carente de fundamento".
Energy Transfer había solicitado una compensación económica ya que afirmaba que la publicidad negativa generada por las protestas le había hecho perder muchos cientos de millones de dólares y había dañado su capacidad para conseguir dinero en los mercados de capitales según una demanda anterior.
El jurado no consideró que Greenpeace fuera responsable de los supuestos daños cometidos por los manifestantes, pero sí que interfirió en los negocios de Energy Transfer según un reportaje del North Dakota Monitor.
