La cantante colombiana Karol G, será la encargada de abrir el Festival de Viña del Mar este domingo, por lo que durante el fin de semana llegó a la Ciudad Jardín, lugar donde recibió un especial saludo por parte de sus fans.
En concreto, la artista se encontraba en su habitación cuando se dio cuenta que había un bote con fanáticas frente al hotel, quienes intentaban llamar su atención con diferentes sonidos para poder saludarla.
En medio de una conferencia de prensa, este domingo Karol G detalló cómo ocurrió todo. "Ayer fue muy loco porque me desperté y dije 'si me voy a ir hasta Viña, hasta la Quinta Vergara, quiero irme manejando, me encanta manejar y se me hace muy desestresante, y soy muy bendecida porque mi equipo de trabajo son mis amigos (...) Entonces, nos veníamos en el carro escuchando música y cuando llegamos aquí había una locura afuera y entré en pánico (...) entonces yo llegué y seguí manejando, seguí derecho, me fui y dije 'encuéntrame, porque me enloquecí'", manifestó.
"Fue súper lindo ver la respuesta de la gente, yo creo que eso hizo que aumentaran los nervios para presentarme esta noche", agregó.
Más tarde, reveló que subió a su habitación y se sentó para hablar con su equipo sobre otros proyectos y, en ese momento, "se escucha un pito como si fuera de carro, pero era de un bote, venía con un escándalo increíble. Yo tengo que mandar un saludo especial a ese combo de niñas que se fueron con la bandera del fans club, me alegraron el día, fue súper lindo verlas ahí".
Crédito: Captura de pantalla historia en Instagram de Karol G.
"La gente me da un amor muy bonito y de cierta manera con lo que hago, se los quiero retribuir", sostuvo y añadió que en algún momento saldría a saludar a sus fans. "Yo siempre lo hago, siempre salgo y saludo a mi público, así que vamos a ver en qué momento se da la oportunidad", concluyó.
Finalmente, eso tuvo lugar poco antes de las 15 horas, cuando salió a las afueras del hotel donde se está hospedando para sacarse fotos y firmar autógrafos a los numerosos fanáticos que la esperaban al otro lado de las vallas papales.
