Ciro Gomes fue oficializado hoy como candidato presidencial del centroizquierdista PDT, en la convención del partido celebrada en Brasilia.
G1 de Brasil, GDA
BRASILIA.- Ciro Gomes dio este viernes el pistoletazo de salida a las elecciones de octubre, las más inciertas de la historia de Brasil desde el retorno de la democracia en 1985, luego de que fuera oficializado como el nuevo candidato presidencial del Partido Democrático Trabalhista (PDT).
El ex gobernador de 60 años fue el primero de los aspirantes al poder de la principal economía latinoamericana en lanzar oficialmente su candidatura, durante una convención del PDT.
Este viernes Brasil dio inicio al proceso de convenciones partidarias, que se desarrollarán hasta el próximo 5 de agosto. Durante 15 días, los 35 partidos representados en el Congreso deberán escoger a sus candidatos oficiales o pactar alianzas para formar una lista con el mayor número de apoyos posibles.
La etapa resulta clave en estos masivos comicios que, además de presidente, elegirán también a los 27 gobernadores, a los 513 diputados y a un tercio de los 81 senadores. La primera vuelta está pactada para el 7 de octubre y el eventual balotaje para el 28 del mismo mes.
El profundo desencanto con la clase dirigente por las tramas de corrupción reveladas por la Operación Lava Jato
han deshecho la hegemonía de las dos fuerzas que dominaron las pugnas políticas en los últimos 24 años: el Partido de los Trabajdores (PT), del encarcelado ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, y el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB, centro-derecha), del ex Presidente Fernando Henrique Cardoso.
"Esto da un escenario en que no se prevé ningún vencedor muy nítido. La relativa crisis del PT abre un espacio para Gomes", explica Ricardo Sennes, director de la consultora Prospectiva.
En su tercer intento de llegar a la presidencia, Gomes busca arrastrar el voto de Lula, líder en los sondeos, pero cuya candidatura será probablemente invalidada por la justicia electoral a causa de su situación judicial.
Según una encuesta Ibope de fines de junio, Gomes, en unas elecciones sin Lula, está en tercer lugar, con un 8% de intención de votos, por detrás de Jair Bolsonaro (17%), un nostálgico de la dictadura militar, y de la ambientalista Marina Silva (13%).
Pactos frenéticos
El proceso de oficialización de candidaturas es clave si se considera que mientras más apoyo tengan, los partidos podrán conseguir más fondos electorales y más minutos de propaganda gratuita en radio y televisión, un arma que en Brasil sigue siendo poderosa y que se distribuye en función del tamaño y el número de diputados de cada bancada.
De ahí surgen pactos que parecen inverosímiles. Y el hecho de que en estos comicios esté prohibido el financiamiento empresarial agrega frenesí a las negociaciones. "Todos van a tener que hacer concesiones. Algunos esperarán hasta el final para ver quién ofrece más", explica el politólogo Sennes.
Próximas oficializaciones
Tras la convención del PDT, el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) lanzará el sábado la candidatura de Guilherme Boulos (izquierda) y el domingo el Partido Social Liberal (PSL) proclamará la de Bolsonaro.
El Movimiento Democrático Brasileño (MDB), el poderoso partido del Presidente Michel Temer, quien desistió de postularse, proclamará el próximo 2 de agosto al ex ministro de Hacienda Henrique Meirelles.
Tres partidos celebrarán sus convenciones el 4 de agosto: el PT, que espera proclamar a Lula; el pequeño Rede, plataforma de Marina Silva, en su tercera tentativa de llegar al palacio de Planalto; y el PSDB, que proclamará al ex gobernador de Sao Paulo, el liberal Geraldo Alckmin.
Pese a que las alianzas tienen plazo para crearse hasta el 5 de agosto, las inscripciones pueden formalizarse ante la justicia electoral hasta el 15 del mismo mes. La propaganda electoral en las calles y en internet estará autorizada a partir del 16 y el periodo de anuncios por radio y televisión se abrirá el 31 de agosto.
