BRASILIA.- El mandatario brasileño, Michel Temer, aseguró hoy que hará una transición "muy tranquila" con el vencedor que surja de las elecciones del domingo e informó que el ministro de la Presidencia, Eliseu Padilha, centralizará todo el proceso de transferencia del poder.
"Nosotros haremos una transición muy tranquila en relación al nuevo presidente de la República. Esa transición ya está siendo calculada, muchos datos ya fueron compilados por varias áreas del Gobierno", señaló el gobernante durante una reunión con algunos de sus ministros, en Brasilia.
Temer, cuyo mandato finaliza el próximo 1 de enero, cuando tomará posesión el ganador de
la segunda vuelta de los comicios del 28 de este mes, indicó que pretende "centralizar esa transición" en la figura de Padilha, uno de sus hombres más cercanos en el Ejecutivo.
"Esta centralización que estoy determinando es fundamental para que haya un diálogo muy productivo entre aquellos que llegan al Gobierno y aquellos que naturalmente deben salir", expresó.
La Presidencia de Brasil será definida en una segunda vuelta en la que se medirán el ultraderechista Jair Bolsonaro, un nostálgico de la dictadura militar (1964-1985), y el progresista Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), quienes fueron los dos más votados en la primera vuelta del pasado 7 de octubre.
Según una encuesta divulgada hoy por la firma MDA, Bolsonaro se convertirá en el nuevo presidente del país con un 57 % de los votos válidos, frente al 43 % que conseguiría Haddad, heredero político del encarcelado ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, condenado por corrupción y vetado judicialmente de concurrir en los comicios.
Temer pidió al resto de sus ministros que se comuniquen únicamente con Padilha en todo lo relativo al proceso de transición con el objetivo de evitar algún eventual "equívoco" que serían "perjudicial" para el próximo Ejecutivo.
De acuerdo con el gobernante, Padilha comenzará a partir de mañana martes reuniones con todos los titulares de las carteras ministeriales para "verificar" el desarrollo de los documentos finales para la transición.
Temer, cuyo Gobierno tiene un índice de aprobación de un escaso 5 %, llegó al poder a mediados de 2016 tras la destitución de Dilma Rousseff, de quien era vicepresidente, apartada del poder por el Congreso por irregularidades en el manejo de las cuentas públicas.
