WASHINGTON.- Nuevamente las
encuestas fueron más optimistas que los
resultados finales que están arrojando los votos de las elecciones de "medio mandato" en Estados Unidos, que se siguen contando durante esta noche.
Si bien muchos analistas anticipaban un
"tsunami" demócrata ante las "impopulares" políticas impulsadas por el Presidente republicano
Donald Trump, hasta esta hora, dicho tsunami fue más bien una "ola" que se enfrentó con el "muro" del
movimiento "trumpista" que también acudió a las urnas.
Así, los republicanos están reteniendo el
control del Senado al desbancar a demócratas en
Indiana y
Dakota del Norte para garantizar que permanecerán como los guardianes de la agenda conservadora del Presidente Trump, al que aún le
quedan dos años más de mandato.
A pesar del
tono divisivo con que el Mandatario enfrentó estas elecciones, lo que movilizó muchos votantes en su contra, el
Partido Republicano aprovechó la
enorme popularidad del magnate entre los electores de derecha en los
estados rurales para contrarrestar dicho efecto y conseguir más sufragios.
Así, los republicanos mantuvieron escaños en el sur, la región centro-norte y el oeste, y se aseguraron al menos una porción de
50-50 en el Senado, suficiente para otorgarles el control de la Cámara Alta debido a que el vicepresidente
Mike Pence, como presidente del Senado, definiría cualquier empate.
Los republicanos se abrieron paso a la victoria derrotando a los demócratas
Joe Donnelly en Indiana y
Heidi Heitkamp de Dakota del Norte. También conservaron escaños fuertemente disputados en
Texas, en donde el senador
Ted Cruz logró derrotar al representante
Beto O'Rourke, un liberal con excelente financiamiento, y en
Tennessee, en donde prevaleció la representante
Marsha Blackburn.
Por estos números, el propio
Presidente Trump festejó en su cuenta de Twitter, calificando como un
"tremendo éxito esta noche".
Demócratas recuperan Cámara de Representantes
Sin embargo, no todo fue festejó para el oficialismo, ya que la
oposición demócrata, como sí acertaron las proyecciones, logró un importante avance en la Cámara de Representantes.
Cuando apenas han cerrado los colegios electorales de la costa oeste del país, las proyección de las cifras de recuento apuntan a que los demócratas han logrando al menos los
23 asientos que necesitaban quitar a los conservadores para hacerse con la mayoría.
Y pese a la falta de recuento más amplio en toda la geografía de Estados Unidos, los demócratas ya han arrebatado a los republicanos al menos una docena de escaños en la Cámara de Representantes y es probable que alcancen al menos otros diez más.
Por ejemplo, en Virginia, la actual congresista del Partido Republicano
Barbara Comstock perdió su escaño en la Cámara de Representantes por el 10º distrito del estado ante la demócrata
Jennifer Wexton.
En esta carrera, en un distrito suburbano del norte de Virginia que Hillary Clinton ganó por 10 puntos porcentuales en 2016, era considerada por muchos observadores como fundamental para las esperanzas republicanas de mantener el control de la Cámara Baja.
En tanto, en Florida, la demócrata Donna Shalala se hizo con el escaño del distrito 27º, que conservaba desde 1989 la republicana Ileana Ros-Lehtinen, quien se retiró este año; mientras que la también progresista Debbie Mucarsel-Powell venció al congresista conservador Carlos Curbelo por el distrito 26º.
De esta manera, los demócratas controlarán la Cámara de Representantes por primera vez en ocho años.